Según se agotan las opciones y tanto el Senado como la Cámara ventilan sus diferencias sobre los cambios para salvar al Banco Gubernamental de Fomento (BGF), las negociaciones con inversores para lograr cierta liquidez se concentran casi en exclusiva con los fondos de cobertura o “hedge fund” y el intercambio de notas parece ser el próximo intento de rescate.
Aunque no es un instrumento financiero de uso frecuente en el BGF, las dificultades recrudecidas desde el tercer trimestre de 2014, cuando comenzaron a intentar colocar $2,000 millones en una nueva emisión que luego se subió a $2,900, ha llevado a la presidenta del BGF y principal oficial financiera del gobierno, Melba Acosta Febo, a explorar más alternativas, según se van tronchando otras.
En entrevista con EL VOCERO, Acosta Febo admitió que el intercambio de notas ya se discute con inversores.
“La situación está complicada, los problemas financieros de Puerto Rico son muchos y estamos trabajando para tomar unas medidas para allegar liquidez. Ciertamente es una pena si no se aprueban ciertos temas para mejorar la situación del banco”, dijo Acosta Febo, en alusión al proyecto 1350 que se discute en la legislatura.
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Al indagar sobré cuáles medidas están considerando para evitar que con los próximos pagos pendientes del BGF se agote la escasa liquidez disponible, la funcionaria señaló que “estamos hablando de traer intercambio de notas, pero no puedo dar detalles de esto por ahora”.
Dijo que están en conversaciones y aunque tampoco quiso divulgar con quienes las llevan a cabo, admitió que en las gestiones generales del BGF en esta etapa “estamos negociando mayormente con los ´hedge fund´”.
Fuentes financieras consultadas por dijeron que utilizar el intercambio de notas dramatiza la seriedad de las finanzas del BGF, mientras en ambas cámaras legislativas continua el retraso en la aprobación de medidas que aunque puedan resultar “poco agradables, en el banco no tienen mucho más que buscar para ganar alguna confianza del mercado que está bien escéptico”.
Una de las fuentes señaló que el BGF tiene unos vencimientos en notas próximamente y una opción podría ser alargar esos pagos mediante intercambio, con lo cual conseguiría extender algunas obligaciones. “Aquí lo que se hace es contactar al inversionista y le intercambias una nota por otra a otro vencimiento. Le pueden ofrecer una tasa más alta, ya que las vigentes que están por vencer están entre 3% a 5%”, detalló una de las fuentes.
Otro de los consultados por EL VOCERO, mencionó que en su mayoría las notas emitidas por el BGF están en manos locales, como las cooperativas, fondos locales e individuos. Si muchas estuvieran en manos de personas particulares es más difícil negociar intercambios individuales, pero “aquí habría que saber cuántas de esas notas han sido compradas por los fondos buitres y esos sí que van a buscar garantías más amplias y onerosas”.
“Esto es un mecanismo de ´funding´ para el banco y financiarse a sí mismo. Si tuvieran acceso a los mercados podrían emitirlas. Pero recuerda que ellos cada vez tienen menos posibilidades. En definitiva, si las van a sustituir –las notas- el costo va a aumentar”, destacó una de las fuentes y estimó en sobre $500 millones las notas que vencerán pronto con intereses cercanos al 5%.
Cabe recordar que en octubre de 2014, según documentos revisados por EL VOCERO, el BGF emitió notas seniors garantizadas (GDB Senior Notes, 2015 Series B) por $900 millones a un sindicato de instituciones financieras liderado por J.P. Morgan y Morgan Stanley ($250 millones de notas cada uno), Bank of America ($200 millones), Banco Popular ($100 millones), Barclays ($75 millones) y Amalgamated Bank ($25 millones). Dichas notas, que se emitieron para comprar la cantidad principal de $900 millones en pagarés en anticipación de contribuciones e ingresos (TRAN´s), fueron garantizadas por el Estado Libre Asociado (ELA), cuyo pago ante un incumplimiento puede activarse como si fuera deuda constitucional. Su vencimiento es para el próximo 30 de junio y en su mayoría ($700 millones) se emitieron como notas a plazo con un interés a una tasa anual de 7.75%.
Acosta Febo, quien entonces era Secretaria de Hacienda y a los pocos días se fue al BGF, comentó en esa ocasión que “esta transacción ayudará a mantener la liquidez del ELA”.
Mientras, en diciembre de 2013 el BGF colocó notas senior garantizadas por $110 millones con la Corporación del Fondo del Seguro del Estado, con un cupón de una tasa de interés anual de 8% con vencimientos de $40 millones, $30 millones y $40 millones el 1 de diciembre de 2017, de 2018 y de 2019, respectivamente, y se informó entonces que buscaban aumentar la liquidez del BGF y mejorar el flujo de efectivo del Fondo.
Carlos Antonio Otero, EL VOCERO
Periodista con 24 años de experiencia en la cobertura de temas económicos, política, tribunales y cultura en diferentes periódicos y revistas. Estudió periodismo en la Universidad del Sagrado Corazón e historia y cultura puertorriqueña en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y El Caribe.
Se juega la vida y su historia
Con siete décadas desde su creación en 1942 para transformar la economía agraria de Puerto Rico hacia una diversificada y moderna, el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) se enfrenta ahora al mayor reto de su historia: permanecer en pie como un instrumento viable.
El lustre que alcanzó a partir de 1974, cuando acudió por primera vez al mercado de bonos con una oferta de Bonos en Anticipación de Recaudo de Ingresos (TRAN´s) y posteriormente con la negociación del primer Pagaré de Acuerdo de Compra en el mercado municipal de bonos en 1975, ese “brillo” ya no está y al presente el BGF mantiene una opacidad significativa al acumular el gobierno y sus dependencias una deuda consolidada de $73,000 millones y una liquidez a punto de agotarse tras ocho años de recesión.
Ha superado más de una crisis y hasta ahora la más significativa había sido la de 1970 luego que la guerra Árabe-Israelí y el embargo al crudo tuvo un efecto devastador sobre la Isla ante la alta dependencia del petróleo para generar energía, lo cual incrementó el costo de la gasolina y la electricidad dramáticamente.
Para entonces “miles de puertorriqueños perdieron sus empleos e incluso los que los retuvieron tuvieron grandes dificultades para enfrentar el dramático incremento en el costo de vida”, según relata el propio banco en un recuento de su historia.
Al presente, la actual presidenta del BGF, Melba Acosta Febo, realiza continuas gestiones para evitar lo que pronostican muchos sectores, como las casas acreditadoras, economistas y analistas y es el colapso del banco ante la insolvencia. De cumplirse esos pronósticos, el efecto sería devastador para la economía de Puerto Rico, al quedarse sin el agente fiscal para enfrentar las necesidades financieras de la Isla.
La existencia del BGF es muy particular y a nivel de Estados Unidos ninguna jurisdicción posee un banco independiente –del estado- como Puerto Rico y sin estar sujetos a los agentes reguladores como el Banco de la Reserva Federal, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y el Departamento del Tesoro.
En entrevista con EL VOCERO, Acosta Febo puntualizó que ya es conocida la compleja situación del BGF y sostuvo que en adelante “el banco debe cambiar de lo que era antes”.
“Solo debe financiar proyectos de mejoras capitales, que no sea para financiar déficits. Es una pena que la discusión del proyecto 1350 se haya concentrado en la inmunidad”, sentenció la funcionaria, en alusión a la pieza legislativa en discusión actual en el Senado, que entre otros puntos propone cambios en el BGF y busca allegarle liquidez urgente. La pieza consideraba protecciones a los funcionarios del banco relacionadas a sus funciones y toma de decisiones ante la eventualidad de un impago.
“Ha sido difícil. Lamentablemente los tiempos que estamos viviendo son bien difíciles”, reiteró Acosta Febo, y agregó que “con ese proyecto original (1350) se buscaban garantías para la mejor operación del banco y que no ocurriera lo que pasó en el pasado con el préstamo de la Autoridad de Carreteras y Transportación, que se concedió un préstamo de $2,000 millones que era comparable con el capital del banco. Los auditores decían que eso no se debía hacer y se hizo y hoy estamos en esta situación”.
Por ahora, además de buscar alternativas para lograr acceso a financiamiento, el BGF trabaja en un plan de ajuste fiscal a 5 años que próximamente será presentado por el gobernador Alejandro García Padilla y el cual ayudaría a mejorar la credibilidad en el banco.
“Ahora estamos en los detalles del plan a 5 años. Ella (la reconocida economista contratada por el BGF, Anne Kruegger) está en el proceso de entregar los últimos detalles de su análisis, que incluye recomendaciones para el plan, pero eso lo anunciará el gobernador”, dijo Acosta Febo.
Indicó que la legislatura en los pasados dos años “ha tomado medidas bien importantes, ha colaborado mucho”, pero reconoció que “con (el impuesto de) la crudita y esta ley pues está más difícil”.
“En muchas ocasiones se habla como si el banco no quisiera dar información y aquí las veces que hemos ido al mercado ha sido con legislación aprobada. Eso de la inmunidad a la junta del banco estuvo mal explicado. La ley del BGF ya tenía una cláusulas para las acciones criminales, y también cubre la ley civil”, declaró la funcionaria.
-¿Con los próximos pagos pendientes de sus obligaciones el BGF se quedará sin dinero?
“Estamos trabajando para que eso no ocurra”, insistió.
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