Si la reestructuración de la deuda pública del Estado Libre Asociado (ELA) arrastrara hasta la insolvencia a algunas de las cooperativas en mayor riesgo, la capacidad de la Corporación para la Supervisión y Seguro de Cooperativas (COSSEC) podría quedarse corta ya que apenas cuenta con $260 millones para atender el asunto, según estimaron analistas consultados.
La situación es más complicada, debido a que el número de cooperativas con alta exposición y que entrarían en dificultades de liquidez no son cerca de 30 como informó este diario el lunes, sino que llegarían al doble de esa cantidad, de acuerdo con dos fuentes de la industria cooperativa. Estas insistieron que la preocupación es cada vez mayor porque las decisiones que tome el Gobierno con su deuda podrían definir el futuro de algunas de las mencionadas entidades de ahorro y crédito.
Aunque un 65% de la cartera conjunta de las cooperativas tenía exposición a los bonos del Gobierno a diciembre pasado, en ciertos casos tales inversiones suponen el 10% de los activos totales de algunas cooperativas, lo cual hasta ahora les hacía reflejar números positivos de liquidez que han comenzado a menguar de manera considerable.
Sea el impago o la reestructuración, las cooperativas de todas maneras se verán precisadas a realizar la pérdida que hasta ahora habían evitado para no tener que reportarla en sus libros. En el mejor de los escenarios –a partir de lo que ha planteado el Gobierno y su equipo fiscal por el momento- las cooperativas tendrán que renegociar, y como ya han perdido alrededor de un 40% del valor de sus inversiones, eso de entrada significa unos $600 millones de pérdida conjunta que muchas no podrán amortizar.
Contrario a lo que se podría pensar que las más impactadas adversamente serán las cooperativas de menor tamaño, eso no necesariamente es así, porque algunas cooperativas grandes tienen una exposición considerable a la deuda “y su registro de pérdida les haría un hueco”, indicó una de las fuentes.
Daniel Rodríguez Collazo, presidente ejecutivo de COSSEC, confirmó anoche a EL VOCERO que el seguro para atender eventos extremos es de $260 millones, pero dijo que podrían manejar cualquier eventualidad, aunque está confiado en que no se llegue a una emergencia.
Para que se active COSSEC como asegurador, debe ocurrir una insolvencia que requiera la liquidación de una cooperativa. “El problema es que COSSEC no tiene en este momento la capacidad de liquidez para enfrentar retos como los que se pueden considerar”, señaló una de las fuentes.
A ese planteamiento, Rodríguez Collazo opinó que “están especulando, porque existen 116 cooperativas y de activarse –el seguro–es porque habría que liquidar y responder a los socios”, lo cual está muy lejos, indicó. Agregó que “las cooperativas a su vez tienen que tener unas reservas y su provisión. El seguro de COSSEC se hace con una proyección, los socios pueden estar tranquilos”. Por ley, cada cooperativa debe tener reservas. Además, COSSEC asegura las cuentas en las cooperativas hasta $250,000, tal y como ocurre con el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) en las cuentas bancarias.
En la eventualidad de tener que activar su fondo de seguro y no poseer la capacidad suficiente, COSSEC tendría que pedir el auxilio de la Asamblea Legislativa para evitar un efecto en cadena. No obstante, la posibilidad de ayuda parece inexistente.
“Me siento un poco intranquila porque el golpe a las cooperativas va a ser bien fuerte”, dijo Sonia Pacheco Irigoyen, presidenta de la Comi sión de Cooperativas y Organizaciones Sin Fines de Lucro de la Cámara de Representantes, con lo cual coincidieron ayer políticos, representantes del Gobierno y cooperativistas.
La legisladora anticipó que “visualiza” evaluar a COSSEC ante esta situación porque se deben establecer medidas que no lesionen más al sector bajo las condiciones económicas actuales “y los gastos de COSSEC también se han incrementado y eso hay que verlo”. Mencionó que decidirá en los próximos días si se reúne con el gobernador Alejandro García Padilla o activa la Comisión para “ver el asunto”.
Sobre los casos de insolvencia, Pacheco Irigoyen dijo estar clara que hay cooperativas con sus dificultades que se agravan con la caída en el valor de sus inversiones, y aún cuando “alguna pueda caer en sindicatura” entiende que un resultado “tan dramático como liquidación no debe ocurrir”.
Al presente, unas cinco cooperativas están en sindicatura, por situaciones financieras no necesariamente relacionadas al tema de las inversiones, confirmó Rodríguez Collazo.
Debilita las finanzas el pago de dividendos
El decreto de reglas especiales para liberalizar las condiciones bajo las cuales las cooperativas pueden repartir dividendos, ya que el estado en el que se encuentran desde hace dos años no se los hubiera permitido, también ha tenido el efecto indirecto de recrudecer sus finanzas.
Fuentes consultadas dijeron que en lugar de repartir dividendos entre los socios, se debió separar más dinero para atender situaciones de emergencia como la actual y no haber cambiado las reglas como se hizo.
De hecho, EL VOCERO tuvo acceso a una carta en la cual uno de los miembros de la junta de COSSEC, el comisionado de Instituciones Financieras, Rafael Blanco, alertó precisamente sobre este particular una vez se aprobaron las concesiones. Anoche, las gestiones para obtener una reacción de Blanco resultaron infructuosas.
En una carta que habría enviado Blanco el pasado 8 de mayo, explica que COSSEC “ha considerado que es muy prematuro el considerar un deterioro de las inversiones en valores negociables del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y sus agencias. Por consiguiente, no se considerará deterioro temporal o no temporal de las inversiones clasificadas como Disponibles para la Venta o Retenidas al Vencimiento en valores negociables del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y sus agencias para los periodos contables terminados dentro del periodo comprendido por esta carta circular”.
La referencia es la carta circular del 24 de abril, que estableció la regla temporal de este año para la distribución de dividendos a los socios, ya que en muchas cooperativas la pérdida no realizada sobrepasó el 20% del capital indivisible. En esta misiva Blanco cuestionó que la carta podría propiciar “que las cooperativas supervisadas y aseguradas por COSSEC se abstengan de hacer todas las reservas necesarias para proveer para el drástico descenso en el valor en el mercado de las inversiones…”. Va más allá y sugiere que esa decisión podría “contravenir” el reglamento sobre las normas de contabilidad para las cooperativas financieras.
Sobre la situación general de las cooperativas y su exposición a la deuda pública, EL VOCERO también consultó al expresidente de COSSEC bajo la anterior administración, José González Torres, y este se limitó a decir que “esto que vemos es una situación que nadie imaginó podría suceder y por eso es bien importante que el Gobierno provea un plan porque esto nos está matando el sector”.
González Torres, a quien le fue retirada la confianza y destituido de su posición en el pasado al no estar de acuerdo con parte de la política pública de entonces, dijo que “lo importante es que una pérdida realizada de las cooperativas es dinero de los socios, levantado peseta a peseta y que deja de circular en Puerto Rico”.
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