WASHINGTON- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, afirmó hoy que reencaminar a Puerto Rico hacia un plan de desarrollo económico sostenido, comienza por «un plan fiscal abarcador de largo plazo» que atienda los retos financieros de la Isla.
«El plan fiscal debe ser complementado por una estrategia de crecimiento económico que sea robusta y realista, que incentive nuevas inversiones privadas, aumente la competitividad de Puerto Rico, y fortalezca su estructura económica», indicó Lew.
Al responder una carta que le envió hace unos días el presidente del Comité de Finanzas del Senado estadounidense, el republicano Orrin Hatch, Lew defendió que se otorgue a Puerto Rico un procedimiento ordenado para reestructurar su deuda pública.
«Sin nuestra acción colectiva, estoy profundamente preocupado de que un proceso de reestructuración prolongado y desordenado cause daños a largo plazo en el bienestar de la salud, seguridad y financiero de las familias que viven y trabajan en Puerto Rico», indicó el secretario del Tesoro.
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El alto funcionario del gobierno del presidente Barack Obama, sin embargo, dejó sin responder muchas de las preguntas que le hizo el senador Hatch, quien le reclamó respuestas sobre el trato contributivo que deben tener las Corporaciones de Control Foráneo (CFCs) en Puerto Rico y el futuro del crédito federal que ahora reciben por el impuesto sobre las ventas implantado por el gobierno puertorriqueño, que le representa a la isla alrededor de $1,900 millones anuales.
«Pensamos que Puerto Rico puede y va a reemerger de su actual crisis y regresar al crecimiento. La pregunta fundamental es cuando y a qué costo para su economía, residentes, acreedores, y a qué costo adicional para los beneficios del gobierno federal que reciben los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico, que continúan sufriendo en estos tiempos tan retadores», subrayó el secretario del Tesoro.
Lew reconoció que el gobernador Alejandro García Padilla tomó un «primer paso importante» hacia la adopción de un plan fiscal a largo plazo al crear el Grupo de Trabajo para la Recuperación Económica de Puerto Rico, que para ser efectivo, dijo, debe recibir recomendaciones de una variedad de sectores y «hacer proyecciones creíbles sobre la recaudación de ingresos a largo plazo, los desembolsos de gastos y crecimiento económico».
«Como usted conoce – añade el secretario en su carta al senador Hatch-, la situación fiscal de Puerto Rico es urgente y pienso requiere la inmediata atención del Congreso».
La Fortaleza, mientras, dijo que como parte de sus reuniones de hoy en Washington, el gobernador García Padilla estuvo con el secretario del Tesoro.
El secretario de la Gobernación, Víctor Suárez, opinó esta noche en un comunicado de prensa que las declaraciones del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Jacob Lew, validan la iniciativa contemplada por la administración del gobernador.
Suárez se refirió a señalamientos de Lew en carga dirigida al congresista republicano Orrin Hatch en torno a Puerto Rico.
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“Las expresiones del secretario Lew validan que el plan puesto en marcha por esta administración es el correcto, incluyendo la propuesta de establecer un plan de ajuste fiscal y económico a cinco años. Nos sentimos satisfechos de que el secretario reconozca y apoye los esfuerzos del gobernador Alejandro García Padilla en busca de la recuperación económica del país, teniendo presente el bienestar de los puertorriqueños”, declaró Suárez en declaraciones escritas.
“Esto demuestra que las reuniones que hemos sostenido con el Departamento del Tesoro, incluyendo la de hoy (martes) entre el gobernador y Lew, han redundado en apoyo por parte del Ejecutivo federal”, agregó.
Mientras, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, dio la bienvenida a la defensa que hace el secretario Lew de que se le ofrezca a Puerto Rico el mecanismo de la ley de quiebras para reestructurar parte de su deuda pública.
Poderosos sindicatos aumentan la presión al gobierno de Obama sobre Puerto Rico
Los sindicatos SEIU, AFSCME y UAW enviaron una nueva carta al secretario del Tesoro
WASHINGTON – Tres poderosos sindicatos estadounidenses han incrementado su presión al gobierno del presidente Barack Obama, con el cual tienen una relación muy directa, para que se vincule más de cerca con la grave crisis fiscal que amenaza con provocar que Puerto Rico caiga en un impago de su deuda pública.
El Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), la Federación de Empleados de Gobiernos Estatales, Municipales y Locales (AFSCME) y la Unión de Trabajadores de la Industria Automovilística (UAW) le escribieron al secretario del Tesoro, Jacob Lew, para insistirle en que «ya es tiempo» de que intervenga en la crisis y no solo ofrezca asesoría técnica.
«Estamos ansiosos por colaborar con usted y con el gobierno de Puerto Rico en el desarrollo e implementación de un plan viable para hacer frente a las necesidades del pueblo de Puerto Rico», indicaron los presidentes de los tres sindicatos, Mary Kay Henry (SEIU), Lee Saunders (AFCSME) y Dennis Williams (UAW), cuyas organizaciones tienen una importante representación en la Isla.
Entre los tres representan más de 4 millones de trabajadores activos en Estados Unidos y Puerto Rico. Sus organizaciones, además, suelen ser parte fundamental de la maquinaria de movilización electoral demócrata.
En marzo, los tres líderes sindicales estadounidenses le propusieron al secretario Lew la creación de una comisión que incluya a representantes de los gobiernos de Estados Unidos y Puerto Rico, así como representantes de la sociedad civil, como los sindicatos, para darle una mirada abarcadora a toda la situación social, económica y política de Puerto Rico.
Nada ha pasado desde entonces.
Ahora, en momentos en que el gobernador Alejandro García Padilla ha advertido que la deuda de $73,000 millones es impagable, los dirigentes de la SEIU, AFCSME y UAW afirmaron que «herramientas adicionales y más eficaces deben estar disponibles para asegurar el bienestar del pueblo de Puerto Rico».
La carta fue enviada a Lew el pasado 23 de julio y se suma a la presión que ejercen las autoridades boricuas en Washington y San Juan, así como 39 grupos hispanos que forman parte de la Agenda de Liderazgo Hispano (NHLA), que incluye a funcionarios electos, organizaciones de la diáspora boricua e influyentes entidades de otras comunidades étnicas.
Mañana, martes, en una conferencia de prensa, NHLA y sectores boricuas, incluida la congresista Nydia Velázquez, demócrata por Nueva York, tiene previsto insistir en pedirle acción al gobierno del presidente Obama.
Velázquez ha solicitado al presidente Obama que reactive el Grupo de Trabajo para Mercados Financieros, con el fin de que, entre otras cosas, siente a negociar a las autoridades puertorriqueñas y sus acreedores.
«Es probable que la insolvencia y el impago a los acreedores ocurran dentro de los próximos noventa días, ya que Standard & Poors asegura que el Estado Libre Asociado se enfrenta a un «inminente impago». Los informes financieros y actuariales actualizados del sistema de pensiones no están disponibles, pero los informes del Banco Gubernamental de Fomento indican que el fondo de pensiones puede agotar su efectivo en los próximos dos a cinco años. El gobierno (de Puerto Rico) parece haber agotado su capacidad para manejar la crisis en las actuales circunstancias», agregaron los dirigentes de los sindicatos estadounidenses.
En ese sentido, destacaron la importancia de incluir las empresas públicas de Puerto Rico, incluidos sus municipios, en el capítulo 9 de la ley federal de quiebras, para reducir sustancialmente la carga del servicio de la deuda del ELA.
Reclamaron además un plan de recuperación fiscal y un programa de desarrollo económico. «Un plan de recuperación fiscal debe reconocer las profundas reducciones en la compensación y otros sacrificios continuos hechos por los empleados públicos y los jubilados de Puerto Rico», indicaron Henry, Saunders y Williams.
Para los dirigentes sindicales, en busca de resolver la crisis fiscal, «los intereses y el bienestar de los residentes de Puerto Rico deben ser la máxima prioridad».
«Ningún estado – afirmaron los dirigentes sindicales estadounidenses, en su carta al Secretario del Tesoro -, ha sufrido una depresión económica tan prolongada o tan profunda como Puerto Rico. Los niveles de deuda del gobierno de Puerto Rico como un porcentaje del producto estatal bruto y sobre una base per cápita sobrepasan por mucho los niveles de deuda de cualquier estado. Reiteramos el llamado que le hicimos a principios de este año: es hora de que el gobierno federal tome un papel más activo al asistir al pueblo de Puerto Rico».
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