Larry Seilhamer considera que el actual presidente del PNP es la única garantía que tiene el partido de ganar los comicios electorales. (horizontal-x3)
Larry Seilhamer considera que el PNP no saldrá dividido de una posible primaria. (Luis Alcalá del Olmo)

 Larry Seilhamer, como en sus tiempos de jugador de baloncesto, se mantiene en la posición de “shooting guard”, pero esta vez del equipo azul. Desde la banca senatorial está pendiente de los movimientos del balón, las jugadas y las estrategias del equipo, igual que el jugador que está a la espera de que el reloj indique que el tiempo se acaba para ir hacia el canasto y tratar de encestar.

Al igual que en la cancha, Seilhamer quiere ser el segundo hombre del equipo, esta vez con la aspiración a la comisaría residente en Washington, la silla que deja el presidente del Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Pierluisi, quien  buscaría la gobernación.

El legislador, nacido en Nueva York,  es ingeniero civil y lleva siete años en el Senado. Se crió en Ponce. Coqueteó con ser alcalde de la Perla del Sur, pero al conocer que ése era el objetivo de la presidenta de la colectividad en Ponce en ese momento prefirió dejarle la cancha libre.

Entonces, el que una vez fue estudiante de premédica, movió el balón e identificó que podía encestar en una candidatura a un escaño en el Senado. Ahí está desde enero de 2009. Siempre ha sido portavoz del partido azul, antes en mayoría y ahora en minoría.

¿En qué se parece la política y el deporte?   

El deporte tiene unas virtudes que me parece son fundamentales y esenciales en la política y que no las veo. En primer lugar: la disciplina. En segundo lugar: el orgullo por lo que haces. El tercer asunto es poder laborar en equipo, que me parece que está ausente en la política. Hay que prepararse para el evento. El deportista tiene que poder ejecutar bajo presión. La gran diferencia entre la política y el deporte, esto no sé cómo lo tomen, es que en el deporte yo sabía quién era mi adversario: siempre tenía una camisa de otro color. En la política no, en la política, quizás el peor adversario lleva la camisa de tu equipo.  Es algo que lamento decir, pero lo vivo. En el deporte uno siempre busca pasar el balón al que esté en mejor posición de tiro, y eso es un desprendimiento. En la política está el protagonismo acentuado, manifestado.

¿Se arrepiente de haber entrado a la política? 

No, para nada. No me arrepiento. Es algo transitorio en mi vida, es algo que llega tarde, que me parece que requiere de mucha madurez y mucha experiencia. El que pretenda dirigir el destino de Puerto Rico tiene que tener madurez, tiene que tener experiencia.

¿Se ha planteado hasta cuándo va a estar en la policía activa? 

Yo tengo unas metas a corto plazo. Creo que todavía hay espacio para aportar a lo que yo creo es lo mejor para Puerto Rico. Creo que puedo aportar, al menos, ocho años más.

¿Cuáles han sido los logros de la minoría en los cuerpos legislativos? 

Si puedo señalar alguna frustración es ésa, y puedo adjudicarla en ambos bandos. Los proyectos de la minoría no se examinan, no se toman en serio, no se le dan paso.

¿Qué tan confiado está de un posible triunfo del PNP?

Tenemos todo el escenario para poder lograr el triunfo, pero no nos podemos confiar. Vamos a aterrizar, pero previo a ese aterrizaje, que será sano y victorioso, vamos a tener bastante turbulencia.

Tal parece que en el PNP habrá primaria por la gobernación. ¿Podrá evitar el PNP salir dividido de una primaria?

Entiendo que sí. El único que ha sido claro, que ha sido valiente en asumir primero la presidencia del partido y decir clara y abiertamente que aspira a la gobernación del PNP se llama Pedro Pierluisi; (con)  los otros dos posibles candidatos es lo que uno presume y la percepción que hay de que pudieran estar interesados. En el caso de Ricky (Rosselló) lo veo más palpable porque un ciudadano común no levanta un millón de dólares porque está preocupado por Puerto Rico. Sí creo que va haber primaria y creo que el PNP va a estar preparado. No es la primera vez.

¿Sería una primaria entre dos o entre tres? 

Creo que será entre dos. Creo que Tommy (Thomas Rivera Schatz) al final del día no va a aspirar. Ni él me lo ha dicho ni tengo data que pueda sustentar lo que es mi opinión. Me parece que es una estrategia el mantenerse como posible candidato ante la eventualidad de que uno de los dos desista. Tommy no tiene ninguna urgencia ni necesidad de anunciar que va a correr para el Senado ni la presidencia de ese cuerpo porque él tiene esa fuerza política. Cualquier combinación que coloque a Pedro Pierluisi en una candidatura que no sea la gobernación, desde mi perspectiva, está descartada.

Si las elecciones fueran hoy ¿Pierluisi es un candidato viable, sí o no? ¿Por qué? 

No tan solo viable, es la única garantía que tiene el PNP de ganar las elecciones. No estoy descartando que los otros dos tengan posibilidades. La próxima administración va a tener una tarea inmensa de levantar a Puerto Rico y el candidato del PNP tiene que tener cuatro virtudes: experiencia profesional, gubernamental, política, pero sobre todo, experiencia de vida, que haya vivido crisis, que haya tenido que trabajar en condiciones adversas. Si el candidato cumple con esos criterios, le va a garantizar el triunfo al PNP. El pueblo puertorriqueño tiene que ser sabio y distinguir entre la emoción y la razón.

¿Larry Seilhamer será candidato a comisionado residente? 

Estoy considerando seriamente aspirar a comisionado residente. Me parece que tengo las características idóneas para poder aspirar a Washington. Está dentro del radar. Lo estoy considerando. Tomaré una decisión en septiembre, no más tardar de octubre. Categóricamente está en el radar y lo estoy considerando seriamente.

¿Por qué prefiere ir tras esa silla?

Hay dos vertientes, una ideológica y otra son las funciones que yo puedo hacer como comisionado para Puerto Rico. Me parece que el primer proyecto que se presente tiene que ser uno de admisión (a Estados Unidos), que es el único paso que nos falta. Un proyecto independiente de si el Congreso lo avala o no. Un proyecto con una pregunta simple y clara: ¿quiere convertirse en estado de  Estados Unidos?

¿Por qué el PNP rehusó participar en la Plan de Ajuste Fiscal y aportar ideas que puedan contribuir a mejorar la situación?

Nosotros nunca estábamos en el radar para ser parte de ese comité. Cuando el presidente del PNP acude a la reunión en Fortaleza con el gobernador, ya los trabajos estaban bien adelantados. Ya ellos tenían diseñado ampliar la base contributiva sobre el consumo, revisar lo que son los asuntos y relaciones laborales, tenían en el radar el incumplimiento del pago de la deuda. Todas ellas eran políticas públicas contrarias a nuestra posición y posturas. La realidad es que a mí me invitaron a un juego de baloncesto, en el último “quarter”, perdiendo por 20 puntos y me dijeron: “Y te quedas en el banco”.

¿Cuál debe ser la propuesta del PNP para atender la situación?

El PNP tiene que ser responsable en el gasto público. Hay que reestructurar todas las agencias y corporaciones públicas. Hay que promover, fomentar, auspiciar, incentivar y apoyar el sector privado y no podemos crearle mayores obstáculos para que inviertan en Puerto Rico. Necesitamos implementar la reforma contributiva, donde el puertorriqueño tenga más dinero en el bolsillo.

¿Con qué moral el PNP critica un problema al que su partido contribuyó bajo los gobernantes Pedro Roselló y Luis Fortuño?

En la administración de Pedro Rosselló hubo una inversión en infraestructura enorme. Parecería yo justificar la pasada Administración (Fortuño), pero los estados financieros auditados, cuando asumimos el Gobierno (en enero de 2009) reflejan un déficit de $3,300 millones. Habían casi $2,000 millones en cuentas por pagar sin fondos, cheques listos para pagar que no tenían fondos.

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