Pasamos por un centro comercial del país y es inevitable cuestionarse dónde está la crisis. Sin embargo, expertos consultados por Metro aclaran que este estribillo tan común entre los puertorriqueños ayuda a evidenciar dos cosas: que la llamada crisis económica que atraviesa el país afecta con más ahínco a ciertos sectores y que muchos no están claros de cómo verdaderamente les impacta esta situación.

“La crisis no es visible todavía en lugares donde hay altas concentraciones de población, como la zona metropolitana, y tampoco se ve en los negocios y establecimientos donde acuden personas con ingresos por encima del promedio”, apuntó el economista Alfredo González, quien explicó que, a pesar de las percepciones, la realidad es que el consumo en el país ha disminuido.

De hecho, según el “Informe económico al gobernador 2014”, entre los años 2013 y 2014, el gasto de consumo personal en el país vio un descenso anual de más de $260 millones.

“En muchos renglones de consumo hay señas de que ha bajado sustancialmente. Si miras los estacionamientos [de los centros comerciales], aproximadamente hay un 40 % de espacios vacíos. Las filas en los supermercados reducen la cantidad de cajas abiertas”, dijo el experto.

Aun así, aceptó que todavía se pueden encontrar sitios en los que se identifican una cantidad grande de compradores. “Plaza Las Américas, por ejemplo, porque es un centro bien visible y tiene una parte de su consumo de índole insular de todo el país y fuera del país”, destacó.

En ese caso, aclaró González, se trata de lugares en los que van a comprar típicamente personas de niveles de ingresos más altos y a los que “el impacto de la crisis no es tan grande como para que se reduzca una parte de su consumo sustancial”. “Sí sufren los efectos, por ejemplo, de las pérdidas de los valores de bonos de Puerto Rico o de acciones que tuvieran, pero que, en términos serios, para su consumo todavía no le llegan a afectar”, mencionó.

Para la también economista  Martha Quiñones, el dato apuntado por González da a entender que la gente no se da cuenta de que la crisis afecta a todos y no solo al Gobierno.

“En Puerto Rico la gente piensa que el problema es del Gobierno, pero es de todos nosotros.  Cuando la gente empiece a darse cuenta del problema, van a dejar de ir a los centros comerciales. Mientras no se enteren de que ellos también son parte de este revolú, que se pueden quedar sin empleos y se pueden quedar sin nada, vamos a seguir viendo ese desbarajuste”, sentenció Quiñones.

Ambos economistas coincidieron en que el hecho de que se vean centros comerciales llenos o que se sigan anunciando la apertura de nuevas tiendas, como ha ocurrido en Mall of San Juan, no son indicios de que el consumo vaya viento en popa.

En efecto, según el “Informe económico al gobernador 2014”, los gastos incurridos por los consumidores locales en ropa y accesorios vieron una baja de $227.2 millones en 2014 versus el 2013.

“Los bienes no duraderos, como neveras, autos y enseres del hogar, ha bajado más que los de alimentos, porque este renglón es financiado en un porción altísima por el Programa de Asistencia Nutricional (PAN), más la lógica de que la gente economiza más en estos momentos de crisis”, aclaró González.