Por:  Luis G. Fortuño

La vice presidenta de nuestro Partido Nuevo Progresista, Jenniffer González, anunció hace unas semanas su intención de dejar a un lado una aspiración segura de retomar la presidencia de la Cámara de Representantes cuando la superminoría estadista actual de 23 escaños en ese cuerpo se torne en una mayoría de más de 26 escaños en catorce meses. En cambio, anunció que aspirará a competir para convertirse en la primera Comisionada Residente en nuestra historia.

Esos dos anuncios, uno tan transcendental como el otro, producto de su evaluación personal en torno a dónde podía seguir sirviéndole mejor a su pueblo, han revolucionado la política puertorriqueña. Primero, varios correligionarios que habían anunciado o contemplaban anunciar su aspiración a la Comisaría, reenfocaron su deseo de servir hacia otras posiciones electivas. Segundo, en apenas dos semanas, el nuevo comité de campaña de Jenniffer logró recaudar más que los comités de campaña de los demás candidatos a Comisionado Residente habían recaudado en más de un año. Tercero, y más importante aun, líderes PPD que contemplaban aspirar a Washington ahora reenfocan sus candidaturas a otro capitolio en Puerta de Tierra.

¿Por qué el anuncio de Jenniffer ha tenido ese efecto? Muy simple. Ella se ha ganado el cariño y el apoyo de una gran cantidad de puertorriqueños que reconocen su efectiva fiscalización en este cuatrienio, al igual que su historial como una mujer joven, con un estilo firme pero respetuoso, que ha sabido adelantar sus causas sin herir al prójimo.

Efectiva comunicadora en la política de Puerto Rico. He presenciado como ha sido igualmente efectiva comunicando las aspiraciones y necesidades de Puerto Rico en los círculos de liderato del Partido Republicano Nacional en su rol de vicepresidenta, y ahora presidenta, del Partido Republicano durante los pasados años.

Es que Marcos Rodríguez Ema siendo el pricipal directos de la campaña de RR fue el Anti-PNP cuando Luis Fortuño es el que realmente manda???

Su preparación académica con un bachillerato, un Juris Doctor y una maestría en derecho, unido al gran caudal de conocimientos adquiridos durante más de una década como legisladora, incluyendo un cuatrienio como una efectivísima presidenta de la Cámara de Representantes, le han permitido entender y manejar con gran profundidad los complejos temas fiscales y económicos. Estos temas que enfrentó durante el pasado cuatrienio y en estos cuatro años son los que tendrá que lidiar la persona que ocupe la Comisaría Residente a partir del próximo cuatrienio.

Una republicana con una filosofía clara, Jenniffer enfrenta esos temas económicos y fiscales complejos desde la perspectiva de una mujer que se crió rodeada de los consejos familiares de no gastar más de lo que se tiene, de pagar lo que se debe y de valorizar la salud y la educación por encima de bienes materiales. Quienes la conocemos de cerca hemos visto como ella se guía por esos principios conservadores que caracterizan la crianza que en todo buen hogar se imparte a los hijos e hijas de Puerto Rico. Jenniffer es orgulloso producto de la escuela pública y de nuestra universidad del estado. Sus estudios postgraduados, en una universidad privada, los realizó sacrificadamente, a fuerza de préstamos, como lo han hecho otros 300 mil profesionales puertorriqueños.

Vivimos un momento en que se critica tanto los estilos corrosivos de la política. Jenniffer deja a un lado una aspiración segura para, con otra aspiración, unir a la mayoría de sus correligionarios por encima de las preferencias de candidaturas a la gobernación que dominan el ambiente partidista hasta el próximo 5 de junio, pero que deben quedar a un lado luego de la primaria. Su disposición a servirnos en Washington le ofrecerá a Puerto Rico una candidata novoprogresista a la Comisaría Residente que pueda ganarse el apoyo por encima de líneas partidistas de puertorriqueñas y puertorriqueños que buscan una Comisionada con efectividad probada en la política nacional, con el trasfondo adquirido durante una carrera educativa sacrificada, con un estilo probado de impulsar ideas mediante el convencimiento de altura y no