Atrás quedó la imagen de aquel aspirante a la gobernación que colocó a la fuerza la bandera estadounidense en el vestíbulo de la Procuraduría de la Mujer en el Viejo San Juan.
El ingeniero Carlos Pesquera, aspira ahora llegar a la silla de comisionado residente en Washington D.C. esta vez para plantar la bandera de Puerto Rico en el Congreso de Estados Unidos, que tanto desinterés ha demostrado en solventar la crisis fiscal por la que atraviesa la Isla.
Quince años después de ese suceso que agitó el debate político de Puerto Rico, Pesquera conversó con EL VOCERO sobre su retorno a la política y sobre la estadidad como herramienta para mejorar la actual insostenibilidad financiera de la Isla.
Sentado en un restaurante en Santurce, donde le conocen como ‘Pesqui’, resaltó su trayectoria como secretario de Transportación y Obras Públicas allá para la década de los 90, cuando atrajo $100 millones de fondos para construir el Tren Urbano.
Además, calificó el problema de inacción congresional como uno sobre falta de credibilidad que tiene el Gobierno de Puerto Rico.
“Hay que ir de frente… A mí me dijeron que no había forma de conseguir $100 millones discrecionales para el Tren Urbano, pero yo fui paso a paso y fui tenaz. Estoy convencido que eso es lo que tenemos que demostrar y hacer”, expresó al criticar la falta de ejecución de la actual administración, a la cual juzgó como incapaz de recortar gastos.
“¿Cómo es posible que todavía hoy (hay) un PRFAA haciendo gastos como si fuéramos el Puerto Rico de hace 10 o 15 años? ¿Cómo es posible que no hayamos hecho un esfuerzo por eliminar duplicidad en las agencias de gobierno?”, cuestionó. “No hay forma de ir ante el Congreso o los bonistas si no has hecho los ajustes en tus gastos”, insistió.
Resaltó la necesidad de revisar la capacidad de ejecución de las agencias y un monitoreo de fondos federales para usarlos mejor. “Estoy convencido que se pudo haber resuelto el problema del Caño Martín Peña hace años”, aseguró quien lo incluyó en su plataforma de gobierno en 2000.
Al resaltar sus fortalezas frente a su contrincante, la representante Jenniffer González, incluyó su trayectoria y persistencia.
“Soy persistente. Voy a insistir e insistir hasta lograr lo que nos corresponde, y voy con la fortaleza de que no estoy pidiendo… Voy con la fortaleza de que voy a estar exigiendo lo que verdaderamente nos corresponde”, resaltó.
EL VOCERO: ¿No va a mendigar por fondos?
CARLOS PESQUERA: “No, nunca lo he hecho. Eso debilita cualquier postura. En los últimos dos años de (Luis) Fortuño y primeros dos años de esta administración, como profesional, logré que se reconocieran $30 millones de inversión que había hecho Puerto Rico que el Cuerpo de Ingenieros (de Estados Unidos) no quería reconocer”.
EV: Pero, ¿acaso la condición colonial, que reafirma el Departamento de Justicia federal en su alegato ante el Tribunal Supremo, no les da el poder de retener fondos precisamente porque no somos vistos como un estado federado, ni como un país soberano?
CP: “Claro, pero serían irresponsables e insensibles a la realidad de los ciudadanos americanos que estamos aquí”.
El aspirante a la comisaría residente confió en el poder que estriba del voto hispano, así como en la capacidad de formar alianzas con suramericanos y centroamericanos a favor de Puerto Rico. Esas gestiones de cabildeo deben coordinarse con la oficina del comisionado residente, dijo, en lugar de con esfuerzos dispersos como ha ocurrido recientemente en el Congreso de Estados Unidos, mientras se está en búsqueda de una herramienta fiscal que otorgue alivio financiero a la Isla.
Aunque su compañero de papeleta, Pedro Pierluisi, no ha descartado el llamado ‘Plan Tennessee’, Pesquera descartó que este mecanismo- que siete estados han utilizado para ser incorporados en la Unión- funcione para Puerto Rico.
“La situación colonial de Puerto Rico es única”, estableció en referencia a los 3.4 millones de hispanohablantes que otorgarían a la Isla una representación más poderosa que al menos otros 22 estados. “Eso hace nuestra entrada a la Unión con dificultades mayores porque tenemos otros estados que no le conviene que entremos porque van a perder poder político”, comentó.
“La propuesta de Pierluisi de llevar un plebiscito en abril de 2017 de ‘Admisión (de Puerto Rico como un estado de la República Federada) sí o no’, tiene sus contextos en el mecanismo de ejercer presión, pero reconoce una nueva realidad”, justificó Pesquera al destacar que Puerto Rico sería un estado con mayor densidad poblacional que los admitidos a la Unión previamente.
El ‘Plan Tenessee’ fue adoptado por siete estados, el más reciente siendo Alaska que celebró una convención constitucional y eligió dos senadores y un representante para servir en el Congreso de Estados Unidos tan pronto fuera incorporado como un estado de la Unión. A juicio de Pesquera, el mecanismo de presión más eficaz son los propios latinos que ya tienen derecho al voto por ser residentes de la nación estadounidense.
EV: Hay quien argumenta que hablar de estadidad es un falacia porque el propio Congreso de Estados Unidos ha denotado su desinterés en Puerto Rico.
CP: “Yo creo todo lo contrario. Lo que sí fracasó es el Estado Libre Asociado. Esta crisis fiscal nos estimula a buscar soluciones a problemas que han sido centenarios. Es una entrada (a la Unión) difícil, pero no imposible”.
Sobre su pasado administrativo, justificó la construcción del Tren Urbano, al decir que no era opción un tren liviano debido a la congestión vehicular en la capital. “Estuve en el Tren Urbano hasta 1999. Se inauguró seis años después de mi incumbencia. Definitivamente, hay costos que se incurrieron que son parte de mis decisiones, por ejemplo, hacer una estación en el Universidad de Puerto Rico, hacerlo subtérraneo en Río Piedras, que iba a hacer un desastre en la Avenida Muñoz Rivera afectando el casco urbano, e incluir la estación en Domenech. Eso aumentaba el alcance”, opinó. “Aquellos que troncharon el tren fue la administración de Sila Calderón”, respondió. Justificó el incurrir en deuda para hacer obra, ya que el problema “no es emitir deuda, sino no tener ingresos para pagarlo”.
EV: Usted formó parte de una administración con múltiples acusaciones por corrupción a miembros del Gabinete. ¿Qué tiene que decir sobre eso, en momentos en que hemos visto repetida la historia con acusaciones federales?
CP: “Soy incorruptible. Fui candidato (a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista) porque era la persona que tenía más hoja de haber y ningún señalamiento de corrupción. Sufrí en carne propia el efecto devastador de que un partido político tenga ese tipo de experiencia”.
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