Por: Enrique ‘Kike’ Cruz

Ya finalizado el 2015 y con el segundo impago de frente, todos nos preguntamos, ¿que nos espera en el 2016?. El congreso y la administración de Obama siguen jugando “al pase mi sin”, o a “la papa caliente” con Puerto Rico. Y aquellos que crean que esto se resuelve no pagando o con una quiebra, la respuesta es No.

Desde el 2000 para acá llevamos desechando gobernadores como si fueran “pampers”. Algunos literalmente, otros no. Esto nos lleva al 2016 y la lista de candidatos que quieren gobernar a Puerto Rico. La primera pregunta que nos debemos de hacer es ¿quién es lo suficiente loco para querer ser gobernador en el próximo cuatrienio? La segunda pregunta debe ser ¿por qué? ¿ Que le atrae ser gobernador de un pueblo que no trabaja, que lo exige todo y que quiere que le paguen más, ah… con bonos y todo. Uff, se me olvidaron los días por enfermedad y el “coffee break”.

Honestamente, ¿por qué alguien quiere gobernar a Puerto Rico ahora?

Algunos creen que tienen la formula, el plan y los conocimientos, la capacidad, la inteligencia para resolver esto. Otros entienden que la “unidad” es lo que nos va a ayudar a salir de esto. Y también hay otros que piensan en todas las anteriores más el famoso “Chapter 9”.

Alejandro entendía y entiende que la solución “mágica” era el IVA y quitarles los contratos a los amigos de Fortuño. A tal grado que todavía se lo reprocha a los suyos. Otros dentro de su partido entienden que la solución es la soberanía y otros piensan que dándole más poderes al ELA, resuelve todo.

Hemos perdido 15 años, si 15 años en la búsqueda de soluciones. Hemos tenido 4 gobernadores y ninguno ha podido resolver esto y mucho menos unirnos. Durante esos 4 gobiernos hemos tenido de todo y todavía al día de hoy, estamos peor que ayer. La pregunta es ¿por qué?

Primero no hemos escuchado, ni analizado, a los candidatos. No nos hemos puesto a evaluar, leer y buscar su pasado, su trayectoria y mucho menos sus ejecutorias. En todo momento hemos pensado y nos hemos llenado la mente de pajaritos preñaos con que el electo es el que es. Que mal estamos.

La realidad es que quien gane las próximas elecciones, puede, puede ser un FRAUDE como lo ha sido Alejandro García Padilla. Alejandro no es mala persona, al contrario es un buen “muchacho”, pero nunca tuvo la capacidad para gobernar a Puerto Rico y nunca tuvo la trayectoria ni los conocimientos para manejar los complejos problemas de nuestra Isla.

En ese momento histórico el pueblo de Puerto Rico escogió a quien le satisfacía más con promesas que con destrezas.

Lo peor de todo es que vamos encaminados a lo mismo.

Esto no se trata de experiencia solamente, aquí hay que ver una trayectoria, hay que ver quiénes lo rodean, cuáles son sus intereses, propósitos, motivaciones, en fin, ¿por qué Tú quieres ser gobernador? Y, qué te capacita a ti para serlo. Por ahí es que debemos de empezar.

Por eso este nuevo 2016 debe ser el año de la oreja. En el 2016 las orejas deben ser una de nuestras herramientas más importantes. Debemos dedicarnos a escuchar todo lo que esos candidatos nos digan, para luego ver si es viable o no, o si es otra promesa más.

Pero, que quede claro: !la experiencia y la trayectoria no garantizan tener un buen gobernante! Si, son parte fundamental, esencial, pero no lo es todo. Por eso mencioné también quienes lo rodean, que intereses tienen y cuál es la verdadera motivación de meterse en este desmadre.

Hay que recordar que somos jóvenes en eso de gobernarnos, que la experiencia como pueblo es poca y por ende las épocas de crisis que hemos vivido son pocas y lamentablemente al ser colonia no hemos aprendido, pues siempre hemos pedido que nos tiren la toalla. Siempre buscamos al gringo para que nos saque del embrollo.

Lo interesante de esto es que en el 2012 Puerto Rico votó abrumadoramente y dijo que no estaba de acuerdo con el ELA. Hoy tanto el gobernador como sus compañeros de partido van hasta el INFIERNO para defender no sólo lo indefendible, pero algo que nunca ha existido.

Ahora en el PPD nadie sabe quién preñó al ELA.

Así que pegue bien esa oreja a la tierra y no se deje engañar. No hay promesa que valga para salir de este atolladero. Disfrútense lo que queda de esta Navidad, que lo que está por venir no pinta bien. ¡Felicidades!!

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.