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La Policía Municipal de Barranquitas cuenta con 16 policías. (GFR Media)

Barranquitas ha sido escenario en los primeros días del 2016 del hurto de $236,400 en medio de un robo a la Cooperativa Credicentro Coop el pasado 12 de enero y de un robo domiciliario perpetrado el miércoles en la madrugada contra un matrimonio de edad avanzada en el barrio Palo Hincado, de donde se llevaron $50,000.

Estos casos tienen en alerta al alcalde de Barranquitas, Francisco López, quien ha visto como su pueblo ha sido azotado por los ladrones y asesinos en los pasados meses.

Según dijo el funcionario con 20 años al frente del gobierno municipal, los 10,000 a 12,000 visitantes que recibe el pueblo entre jueves y domingo por los pasados meses, mayormente motivados por su amplia oferta gastronómica, han generado una prolífica actividad económica. Pero, como una moneda, es un punto que tiene su cara, pero también su cruz.

«Eso trae mayor delincuencia y nos preocupa», afirmó López en entrevista telefónica. «Me han cogido a Barranquitas de punto».

En la actualidad, el cuartel de Barranquitas cuenta con 23 policías para atender una población de 30,322, según la actualización de  2014 del Censo poblacional. López indicó que previo a 1997, había 43 oficiales destacados allí y la población era de 24,000.

Barranquitas ocupa la segunda posición entre todos los municipios del área policiaca de Aibonito en términos de población. Completan el área Comerío, Coamo y Orocovis.

«Son 23 policías, pero súmale los días de enfermedad, las vacaciones. Cuando vienes a ver, tienes una patrulla con dos policías durante el día y la noche. Humanamente no puedes atender 30,000 personas más la población flotante», dijo.

La Policía Municipal de Barranquitas cuenta con 16 policías. Tres de estos, son sargentos.

Como resultado de la reciente ola de crímenes que incluye el asesinato el mismo día del atraco a la cooperativa de Welson Y. Rolón Rivera en el barrio Helechal, López le solicitó con carácter de urgencia una reunión al coronel Miguel Colón March para atender el asunto. Esa reunión está pautada para el lunes.

De hecho, personal del Cuerpo de Investigación Criminal de Aibonito vincula el asesinato de Rolón Rivera, supo este medio a través de una fuente de la Policía, con la muerte el 17 de enero de Luis Alberto Colón Vázquez, un joven de 21 años encontrado asesinado en la carretera PR-14, jurisdicción del barrio La Plata, en Aibonito.

Supuestamente ambos jóvenes participaron del robo a la cooperativa y formaban parte de la misma pandilla que cometió el robo domiciliario de ayer en Barranquitas.

«Esos robos están relacionados y son unas ganguitas que ya han sido identificadas, pero hay que tener la prueba», dijo el alcalde. «Tengo que atajar esto de una vez. El superintendente es de Corozal (otro pueblo de la montaña) y necesito su compromiso. Que nos asigne más policías y más vigilancia».

El primer ejecutivo municipal exhortó al jefe de la Policía, José Caldero, a que ponga a patrullar a más agentes actualmente asignados a tareas administrativas. Incluso, dijo que le prestaría patrullas de la Policía Municipal al personal del cuartel estatal.

Una revisión de informes de la Policía sobre la actividad criminal en Barranquitas refleja una gran cantidad de agresiones, escalamientos y robos en el barrio Quebradillas. El alcalde dijo que ese barrio es el «corredor comercial» del pueblo, pues cuenta con múltiples negocios, incluyendo siete concesionarios de autos a lo largo de la carretera PR-152.

Este medio reseñó otra racha de delitos en Barranquitas que se produjo entre el 1 y el 7 de diciembre pasado y que incluyó una agresión en un Burger King, un asalto a punta de pistola en el casco urbano, un robo domiciliario en la urbanización Bosque Cristal (barrio Quebradillas), un robo en la compañía Barranquitas Gas (barrio Helechal), el robo de dos vehículos en el barrio Helechal, un escalamiento en una residencia del barrio Quebradillas y el robo de frutos en una finca del barrio Barrancas.

El año pasado se reportaron cuatro asesinatos en Barranquitas, incluyendo la ejecución de los hermanos Edgardo y Jailene Rivera Ortiz en el barrio Quebradillas. No se han radicado cargos criminales por este doble crimen en el que una acompañante en la guagua en que viajaban las víctimas sobrevivió el ataque.