La maleza crece sin freno. Las enredaderas, como parásitos, se agarran de lo que sea para insuflarse de la vida ajena. Cada vez se torna más espesa la selva salvaje tupida que toma vida propia, sin permitir que el rayo de sol penetre entre sus rendijas. Solo un ejército de almas nobles dispuestos(as) a exponerse al contraataque del enemigo en su salvajismo crudo, podrán caminar por encima de trampas escondidas, para arrancar de raíz la maldad.
La pleitesía y la obediencia jerárquica cuaja la maldad de quienes promueven sus intereses mezquinos por debajo del radar. A cambio de migajas se compra el silencio de sus potenciales verdugos. El azote lo recibimos quienes fuimos excluidos de los cónclaves secretos mafiosos en que se sembró la semilla de la maldad, disfrazada de bondad. Todavía el Pueblo aparenta conformarse ante cada azote que recibe, sin atreverse a reclamar con una voz alta y sonante su dignidad. ¿Y se preguntan por qué el Imperio al Norte ejerce el poder que tiene sobre su territorio-colonial para poner al gobierno en cintura con una posible junta de control fiscal? Veamos algunos atisbos.
Por años las facturas de energía eléctrica nos extirpan de nuestra tranquilidad hogareña, tratando de economizar para cortar gastos. Arrinconados ante la debacle creada por almas desdeñosas en la AEE, se le pasaba al abonado los gastos exorbitantes de un combustible de dudosa calidad que se ha evidenciado se vendió por encima de precio. En vistas públicas celebradas recientemente en el Senado de PR, salió a relucir que el alegado sobreprecio nos costó a los abonados cerca de $500 millones (Rivera, M., El Vocero, 12 febrero 2016). ¿Las autoridades de ley y orden radicarán las correspondientes acusaciones criminales contra los dioses intocables del oro negro? ¿Se requerirá la devolución de la totalidad del dinero que supuestamente se nos robó, so pena que nos cortaban la electricidad en nuestros hogares? ¿Embargarán las cuentas de bancos y propiedades de quienes supuestamente nos robaron? ¿Se nos devolverá el botín mediante un jugoso cheque o se acreditará en la factura de electricidad? Por otra parte, se alega que la corporación mejicana, Aerostar, contratada para “salvar” al aeropuerto internacional, tiene una deuda de cerca de $25 millones con la AEE. ¿Qué se espera para embargar las cuentas de bancos y propiedades para recobrar la deuda?
Sin intento alguno en el panorama inmediato de recobrar los fondos aparentemente apropiados ilegalmente, Lisa Donahue, Alix Partners, a un costo aproximado de $30 millones propuso la solución a la falta de liquidez de la AEE mediante la aprobación de la ley para la “revitalización de la Autoridad de Energía Eléctrica”. En esencia, al Pueblo se nos responsabiliza por el pago de una deuda emitida que la AEE arrastra de cerca de $9,000 millones; mientras pretenden hacer una nueva emisión de bonos para una infraestructura empecinados en el uso de combustible fósil. Todavía no se prioriza en el uso de energía renovable que tenemos como recurso natural en Puerto Rico. ¿Qué participación se nos dio al Pueblo para que nos sigan hundiendo en deuda nueva, si no tenemos con qué pagar la vieja?
La rama legislativa en Puerto Rico, lejos de velar por los intereses de sus constituyentes, nos hacen trizas. Aprueban medidas impositivas pasándole al Pueblo las deudas contraídas por parte de quienes despilfarraron; robándonos exponencialmente dicho caudal. Legisladores(as) dan sus espaldas a sus constituyentes, sin hacerle tan siquiera cosquillas, la debacle fiscal en las finanzas personales de sus electores. Puede que uno, que otro, político sea procesado, cumpliendo sentencias irrisorias, sin devolver el dinero que se apropiaron ilegalmente. No aparenta hacer mella las cifras de ejecuciones de propiedades, y las cerca de 26,985 familias que se han quedado sin techo propio en los pasados cinco años; ni hablar de la tasa de desempleo, y las filas en los aeropuertos de quienes intentan rehacer sus vidas fuera de PR. Mientras menos bolsillos hay para vaciar, más se le pretende sacar al que queda; razón suficiente para que aumentan las filas hacia el exilio.
El reloj corre sin responsabilizar con su caudal privado a todo(a) político(a) electo que por años aprobaron presupuestos que dependía de deuda emitida, sin fuentes de repago que no fuese el futuro bolsillo del electorado empujado por el risco del exilio. Solo la voluntad férrea de un Pueblo unido frenará a quienes abusan de nuestra confianza. Levantemos una voz unida, contra quienes nos dan la espalda. ¡Hay que arrancar la maleza, para que la luz del sol vuelva a brillar!
One Response to Selva Boricua – Por Katherine Angueira Navarro
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