La Universidad de Puerto Rico (UPR) está pasando por una seria crisis fiscal y económica producto de la dependencia exagerada que tiene de fondos públicos. En diciembre pasado el Presidente Uroyoán Walker centralizó en la Presidencia el presupuesto de todas las unidades de la institución pues el Departamento de Hacienda (DH) no le había hecho llegar la remesa de los ingresos del fondo general- al presente suman alrededor de $100 millones- destinados a la Universidad. Ante esa situación solamente había recursos para pagar la nómina.
Ante la presente debacle fiscal, todos en Puerto Rico hemos empobrecidos, pero al matrimonio Walker y sus amigos le fluye el dinero. Entre ambos cónyuges ahora tienen ingresos de más de $250,000 anuales. Nada menos que el Secretario de Hacienda nombró a la esposa de Walker a un puesto de confianza en el DH como ayudante especial del Secretario con un salario y compensación que suman $139 mil anuales. Para los amigos del alma sí hay posiciones y dinero. Hay que preguntarse… ¿Qué pasará si el DH no le envía las remesas prometidas a la Universidad? ¿Exigirá y demandará Walker al DH, en el que su esposa es una de las más altas ejecutivas y ayudante de confianza del Secretario? Aquí hay un serio conflicto de intereses de Walker.
$7.2 Millones con la Tarjeta de Crédito de la UPR
Pero lo que más ha indignado a la comunidad universitaria ha sido la escandalosa corruptela de otorgación de tres becas presidenciales sin pasar por los procesos reglamentarios. Dos a notorios personeros: Carlos Pagán, el ex síndico, ayudante y amigo íntimo de quien manda en la Universidad y se cree dueño de ella, Antonio (Tony) García Padilla, y al líder huelguista Arturo Ríos Escribano a quien como premio por liderar la pasada huelga se le hizo un nombramiento de asesor legal en la Fortaleza hasta que tuvo que renunciar por líos personales. Y finalmente a una sobrina del Presidente de la Junta de Gobierno (JG), Dr. Jorge Sánchez. A los primeros dos se le asegura una plaza docente en la Facultad de Derecho. Esta situación provocó que en la reunión ordinaria de dicha Facultad el pasado 10 de febrero se optara mayoritariamente por solicitarle a Walker que “informe a esta Facultad y a toda la comunidad universitaria el procedimiento que se llevó a cabo por su Oficina para conceder las Becas Presidenciales durante los años académicos 2014 al 2016, incluyendo todos los procesos de convocatoria.”
La otorgación de estas becas pica y se extiende, pues la esposa de Walker, la licenciada Camayd, fue beneficiada por Tony con una Beca Presidencial en el 2008. Ahora Walker le paga a Tony otorgándole becas y nombramientos a sus dos amigos, protegidos, íntimos colaboradores, líderes huelguistas y de ñapa a la sobrina del Presidente de la JG, como quien dice… para que no nos cree problemas con la JG. Esto huele a pay for play.
AGP con su inglés de tercer grado colgao es un bochorno para Puerto Rico.
Walker dijo conocer y tener amistad con dos de los beneficiados de la beca, pero desconocía que ambos eran parte de los solicitantes al momento de adjudicar las becas. Walker mintió pues lo sabía desde mayo y junio de 2015 ya que el Rector y Decano se lo habían comunicado por escrito con su endoso.
El presidente del Consejo General de Estudiantes de la UPR, recinto de Río Piedras, Guillermo Guasp Pérez, solicitó a Walker divulgar la lista de candidatos(as) y recipientes de la Beca Presidencial desde el año 2000 hasta el 2016 y el Informe del Comité de Beca Presidencial pues “la comunidad universitaria tiene derecho a conocer los méritos y la cantidad de dinero que se le otorgó por asignación a cada becario(a)”. Igualmente exigió a la JG la destitución del Presidente por carecer de credibilidad y de confianza de la comunidad universitaria.
La JG se reunió y convenientemente determinó suspender prospectivamente la otorgación de las Becas Presidenciales y ordenó que se lleve a cabo una investigación externa sobre los procesos de otorgación. No se consideró la destitución de Walker. No debemos poner muchas esperanzas en esa investigación.
Ante la actual situación, la UPR tiene ante sí decisiones muy difíciles y antipáticas que la presente administración no quiere tomar en estos momentos. Quiere que estas sean implantadas en el 2017, de manera que otra administración tenga que lidiar con las consecuencias. La estrategia urdida por la Fortaleza es para burda y vigorosamente utilizar ideológicamente a la UPR, constituyéndola en punta de lanza para detener el avance de la estadidad. Para esto es fundamental atrincherar a todos los revoltosos en posiciones claves en la institución. Estemos consientes de esto para con valentía y determinación rechazar ese futuro para la UPR.
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