Donald Trump (horizontal-x3)
Trump fue declarado ganador anoche, con relativa facilidad, en los estados de Georgia, Alabama, Massachusetts y Tenesí, y también venció en el crucial estado de Virginia, en Arkansas, e iba al frente en Vermont. (AP / Andrew Harnik)

WASHINGTON.- El sentimiento «antiestablishment» impulsaba a Donald Trump hacia el fortalecimiento de su precandidatura presidencial en la jornada del supermartes de las primarias republicanas.

Trump fue declarado ganador anoche, con relativa facilidad, en los estados de Georgia, Alabama, Massachusetts y Tenesí. También venció en el crucial estado de Virginia, en Arkansas y Vermont.

Ted Cruz, por su parte, se convertía en la principal alternativa a Trump en el Grand Old Party (GOP), con victorias en su estado de Texas y Oklahoma.

Marco Rubio, senador por Florida, se apuntó su primera victoria de las primarias, en los caucuses de Minnesota.

Texas fue el gran botín de la noche republicana, con 155 delegados que se distribuyen proporcionalmente.

Pero, Trump obtenía la mayoría de los cerca de 600  delegados republicanos del súper martes.

Hillary Clinton, por su parte, venció en las contiendas demócratas de los estados de Texas, Virginia, Georgia, Alabama, Arkansas, Tenesí, Massachusetts y Samoa, para obtener la mayoría de los casi 900 delegados en disputa.

Bernie Sanders, sin embargo, superó a Clinton en cuatro estados. Ganó  Vermont-  el estado que representa en el Senado-,  Oklahoma, Minnesota y Colorado.

Trump buscaba consolidarse como el probable candidato presidencial del GOP y miraba hacia las próximas primarias, pues durante el día tuvo un evento en Louisville (Kentucky), donde se vota el sábado, y cerraba la noche en sus cuarteles generales de Palm Beach (Florida), donde las primarias son el 15 de marzo.

«Ha sido una gran noche», afirmó Trump.

Aunque funcionarios electos del GOP siguen temerosos de las consecuencias de que Trump gane la candidatura presidencial, la mayoría de los electores republicanos le volvía a respaldar claramente. Los electores del GOP, según las encuestas, fueron en busca de un candidato desvinculado del «establishment».

«Soy una persona que une. Estoy expandiendo la base del Partido Republicano», sostuvo Trump, en una conferencia de prensa, en la que evitó declararse como el inminente candidato presidencial del GOP.

Trump sostuvo que el «gran perdedor de la noche» en las primarias republicanas fue el senador Marco Rubio (Florida),  con el cual ha tenido fuertes encontronazos desde la semana pasada y quien, dijo, «tuvo hoy una noche muy dura».

El senador Cruz, quien antes había ganado en Iowa, exhortó a los conservadores a unirse detrás de su precandidatura para poder ir frente a frente contra Trump. «Soy el único que puede vencer y vencerá a Donald Trump», indicó el senador Cruz, quien exhortó al empresario estadounidense a permitir que The New York Times haga pública la grabación de una entrevista off the record en la que oponentes de Trump aleganque dijo que sus posiciones públicas sobre inmigración no son reales.

Rubio, quien en los últimos días ha atraído a muchos sectores de la estructura tradicional del GOP, destacó que quedó por solo un 3% detrás de Trump en Virginia y que ganaría muchos delegados. Su teoría es que ahora es que comienza a aglutinarse el sentimiento anti Trump dentro del GOP y que la contienda no está decidida.

La mayoría (54%) de los electores sin educación universitaria prefirió a Trump, según las encuestas hechas a la salida de las urnas por las cadenas de televisión.

«Todo el mundo ha tenido una lectura equivocada del electorado», dijo Sam Clovis, copresidente y asesor de la campaña de Trump, quien considera que  las contiendas de anoche comenzarían a mostrar que «la matemática electoral favorece a Trump».

Las primarias republicanas del supermartes tenían lugar también en Colorado, Wyoming y Alaska. En total, los republicanos distribuían 595 de los 661 delegados de esos estados a la convención presidencial de julio en Cleveland (Ohio).

Pero, sectores del llamado «establishment» republicano temen que su partido haga implosión de cara a la convención presidencial de julio en Cleveland (Ohio), como consecuencia de la precandidatura de Trump, quien alarmó en los últimos días a la maquinaria del GOP por no censurar con fuerza el racismo del ex gran mago del Ku Klux Klan David Duke.

El lunes, el senador republicano Ben Sasse (Nebraska) dijo que si Trump es el candidato del GOP los conservadores deben buscar un tercer candidato.

Ante los titubeos de Trump sobre el Ku Klux Klan, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (Wisconsin), quien estará al frente de la convención presidencial de julio, advirtió que «si una persona quiere ser el candidato del Partido Republicano, no puede haber evasivas ni juegos. Tienen que rechazar cualquier grupo o causa que se basa en el prejuicio».

«Los senadores republicanos condenan a David Duke, el Ku Klux Klan y su racismo», dijo el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell (Kentucky).

Esta noche, Trump reiteró que rechaza el respaldo de grupos supremacistas.

El exsenador Norman Coleman (Minnesota), quien respalda al senador Rubio, prevé, sin embargo, que el GOP tendrá  que reconstruir el partido después de noviembre, si Trump gana la candidatura presidencial.  Coleman sostuvo que las posiciones de Trump en contra de indocumentados mexicanos, la promesa de construcción de una pared en la frontera del sur financiada por México, el interés en negarles la entrada a EE.UU. a personas creyentes en el islam y ahora su falta de firmeza en condenar el racismo, le hacen inelegible.

Los Demócratas

Aunque Sanders podía ganar en cuatro estados, la noche del supermartes favorecía a Clinton, la exsecretaria de Estado que está claramente al frente en la contienda demócrata. Clinton puede ser la primera mujer candidata a la presidencia por uno de los dos principales partidos estadounidenses.

«Qué clase de supermartes», indicó Clinton, desde Miami (Florida).

«Me  llena mucho que donde mejor me conocen hayan votado para enviarme a la Casa Blanca», indicó Sanders sobre su estado de Vermont.