Periodista con 24 años de experiencia en la cobertura de temas económicos, política, tribunales y cultura en diferentes periódicos y revistas. Estudió periodismo en la Universidad del Sagrado Corazón e historia y cultura puertorriqueña en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y El Caribe.
SUMINISTRADA
Por Ileanexis Vera Rosado, EL VOCERO – 4-11-16
Ni las líneas de crédito y ni el capital propio están siendo suficientes para que los suplidores que sirven bienes y servicios al gobierno de Puerto Rico puedan darle continuidad a sus operaciones, asegurando que en un término de tiempo muy corto, las quiebras y los cierres de muchas de estas compañías será una realidad concreta.
Acorde con varios suplidores entrevistados por este rotativo, que rehusaron se les identifique por temor a represalias o perjudicar su relación con empleados y otros clientes, dijeron que las líneas de crédito ya las han tenido que llevar al máximo, lo que cierra esa puerta, y se han visto en la obligación de utilizar el caudal privado, el cual igualmente lo han llevado a su final. Esto pone en riesgo no solo sus negocios, sino la estabilidad de sus familias.
Uno de los suplidores aseguró que su empresa contaba con 73 empleados. Al momento, la deuda contra
AGP es la Personificación de las Mentiras, Falsedades y Engaños – David Bernier es su Gemelo – Anular la Constitución del ELA X Ley Ilegal llevaba tiempo
ída con ellos por parte del gobierno asciende a cerca de $1 millón, tras seis meses de no recibir pago alguno. En ese tiempo, hizo uso de su línea de crédito y cuando llegó al límite, empezó a utilizar de sus fondos personales para mantener la operación y el pago a sus empleados. Confesó que esto igualmente se agotó y tuvo que reducir a menos de la mitad el número de empleados y recortar horarios a otros.
El empresario, en tono afectado, señaló que esta estrategia lo ha conducido a no poder ofrecer el servicio de calidad al que tenía acostumbrado a sus otros clientes, por lo que ha perdido otros contratos, ya que el poco personal que retuvo está cargado de tareas. “No puedo pagar y nadie trabaja de gratis. Si ves mi realidad, de manera indirecta el gobierno ha expropiado mi negocio. De no recibir algo de paga en los próximos días, tendré que optar por la quiebra, dejando en la calle el otro grupo de empleados y más aún buscar opciones para seguir adelante para poder cumplir con mis obligaciones personales. Yo tengo casa, familia y deudas personales que tengo que cumplir. Lo que ahora relativamente no tengo es negocio y dinero para satisfacer ni la necesidad del negocio ni la de mi familia”, sentenció.
El suplidor agregó, que en esta jugada no solo se afectó su negocio y sus empleados, sino que decenas de suplidores que le sirven a su negocio también confrontan problemas, porque no les ha podido cumplir cabalmente en sus pagos, lo que extiende su deuda, tanto personal como profesional.
Esta historia no es exclusiva de este comerciante, es el pan nuestro de cada día en muchos negocios del país que veían al Gobierno como su principal puerta de crecimiento. Asimismo, quedó revelado que el rostro del suplidor gubernamental no se limita a grandes o pequeños, sino que es extensivo tanto a empresarios como empresarias, que se las juegan todas por intentar prevalecer en el entorno económico.
Según consta en la revisión del plan fiscal y económico publicado por el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), se detalla que la deuda con suplidores creció de $1,700 millones en junio de 2015 a $1,800 millones en diciembre de ese mismo año.
La Soberanía Separada nos Haría Iguales a Cuba o Venezuela
En los últimos meses, múltiples contratistas han amenazado con paralizar la provisión de alimento a los reos, las terapias a los niños y niñas de educación especial, la gasolina a la flota vehicular del gobierno, así como el mantenimiento a la infraestructura de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), entre otros, debido a deudas millonarias de las distintas dependencias gubernamentales. Sin embargo, los suplidores son muchos más que esos, se trata de los que ofrecen adiestramientos, equipos, materiales, estudios, asesoría, entre otros, donde fungen tanto grandes como pequeños empresarios.
En este particular, Rubén Piñero, presidente del Centro Unido de Detallista (CUD), aceptó que no todo comerciante pequeño y mediano tiene la capacidad para poder aguantar el impago de un año de servicio, el cual ya fue prestado y no existe garantía inmediata de repago. Ante esta realidad, muchos de los miembros de su organización que ofrecen servicios al gobierno, se han visto obligados a reducir personal, reducir horas, acogerse a la protección de la Ley de Quiebras y otros estrictamente han cerrado operaciones. “Esto es bien inquietante por el efecto multiplicador que tiene en toda la economía. Ese empleado cesanteado tiene sus deudas, las cuales entonces no puede cumplir, afectando a un tercero y así sucesivamente. Se trata de un efecto dominó donde una vez cae uno caen todos”.
En opinión de la economista Heidi Calero, las moratorias en el pago a los suplidores generan un desencadenamiento, ya que al no pagarle al suplidor este no puede pagar a sus empleados, quien es una persona que paga hipoteca, auto, hace compras y demás. Al éste no poderlo hacer, se desencadena una serie de eventos que redunda en un estancamiento mayor de la economía.
Ante esta tendencia, Calero no descarta que se seguirá viendo un crecimiento negativo de la economía, reposiciones de casas, moratoria en los financiamientos, menos compras en los comercios y menos adquisiciones de servicios. “Se trata de una reacción en cadena. Todo está entrelazado, nada en la economía está aislado. Hablar de $2,000 millones en una economía de $68,000 millones es muy significativo”.
Para el economista Antonio Rosado, la situación es inconcebible, ya que el gobierno viendo la tendencia alcista en la deuda, no tuvo la capacidad de detener el patrón excesivo de gastos. “El gobierno no ha sabido organizar la casa y con su práctica ha afectado a miles de contratistas y suplidores. Se trata de una irresponsabilidad crasa, que ha repercutido en que muchos de estos empresarios se vean obligados a cambiar sus modelos de negocios para poder continuar, dejando atrás despidos, reducción de jornada, retrasos en el pago a suplidores y líneas de crédito hasta el tope, con total incapacidad de poder tomar prestado”, analizó Rosado.
Graduada de Maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez y egresada de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, con más de 20 años de experiencia como periodista en prensa escrita, radial y televisiva.
You must be logged in to post a comment Login