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Pierluisi indicó que la medida «ayudará a proteger a las comunidades en todo Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico». (GFR Media)

WASHINGTON – La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hoy a viva voz el proyecto 3380 del republicano Tom Marino y el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, que persigue facilitar el procesamiento criminal de narcotraficantes radicados en el extranjero.

La legislación «provee a los fiscales federales las herramientas que necesitan para asegurar que los líderes de las organizaciones internacionales de tráfico de drogas no puedan utilizar tecnicismos legales para escapar el procesamiento y castigo», indicó Pierluisi.

«Para facilitar el enjuiciamiento en Estados Unidos de los líderes de los carteles, el proyecto aprobado enmienda la Ley federal para imponer penas por el tráfico de drogas extraterritorial si la fiscalía puede demostrar, a través de prueba circunstancial, de que el acusado tenía ‘razón para creer’ que las drogas ilegales serían introducidas en Estados Unidos», indicó el comisionado Pierluisi.

Como ejemplo, mencionó que «si la transacción de drogas se financió con dólares o la marca en el empaque sugiere un destino en Estados Unidos o la ruta de la droga sugiere que el destino final es Estados Unidos, entonces los fiscales federales pueden presentar esa prueba para demostrarle a un juez o a un jurado de que los traficantes violaron la ley federal».

La medida, señaló el comisionado residente en Washington, «va dirigida a las personas en los niveles más altos de las organizaciones de tráfico de drogas» y  «ayudará a proteger a las comunidades en todo Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico».

Una medida similar ya fue aprobada en el Senado, por lo que el proyecto pasa ahora a la firma del presidente Barack Obama.

El proyecto 3380 había sido ratificado en abril, por unanimidad en el Comité de lo Jurídico de la Cámara baja federal.

Bajo la ley federal vigente, según Pierluisi, se ha hecho mucho más complicado probar líderes de grupos narcotraficantes de América del Sur conocían el destino final al que enviaron la droga que llega a sus clientes en México y el Caribe.

La legislación impone además sanciones contra los que producen químicos que se utilizan para drogas ilegales con la intención o conocimiento de que las mismas se introducirán en Estados Unidos.