Por: Thomas Rivera Schatz /Expresidente del Senado
El avance del apoyo a la estadidad en la conciencia de este pueblo es evidente, incuestionable. Se siente en la calle. Todas las encuestas serias también lo confirman. Durante mis visitas casa a casa, cada vez son más los populares que me dicen que la estadidad es la única alternativa real para Puerto Rico. Los mitos que sostenían a la colonia estadolibrista se han derrumbado. El pueblo está claro.
Con el ELA, no hay pacto alguno de soberanía, ni autonomía. El ELA se ha convertido en una yola a la deriva. Estamos sujetos a los poderes unilaterales de un Congreso donde no tenemos voto ni representación igual a los estados. La colonial Cláusula Territorial de la Constitución federal que sirve de matriz al ELA, incluso, legaliza que los ciudadanos americanos de Puerto Rico sean discriminados a la hora de otorgar o quitar fondos federales y derechos. La unión permanente pende de un hilo desgastado. Con el ELA, tenemos el costo de vida, los impuestos, el “sales tax” y las tarifas de servicios esenciales más altos de los Estados Unidos, pero también los salarios más bajos y el peor índice de actividad económica. La economía artificial y maromera de la colonia llegó al callejón sin salida de la chatarra. El tiempo y los hechos son los mejores aliados de la verdad.
Desesperados por el avance de la estadidad, el desplome del ELA y el purgante colonial de la Junta Federal de Control Fiscal, los “coordinadores” de opinión pública de la maltrecha Pava parecen haber dado instrucciones a sus “opinadores profesionales” en los medios de prensa para que machaquen dos preguntas: 1) ¿Qué tiene Puerto Rico que ofrecerle a los Estados Unidos como estado y en medio de esta crisis colonial?; y 2) ¿Qué ocurriría en el sector estadista si luego de un voto por la admisión como estado el Congreso dijera que no o ignorara ese reclamo?
La primera pregunta implica el menosprecio de esos antiestadistas hacia las capacidades de superación de los puertorriqueños y las puertorriqueñas. Es la más mezquina expresión del complejo de inferioridad colonial. La estadidad ha funcionado durante más de 200 años en los trece estados originales y en los 37 antiguos territorios coloniales que lograron la estadidad, pero en Puerto Rico sería distinto; no funcionaría; nos haría más pobres y con peor calidad de vida que la que sufrimos en el ELA. Hasta a eso llegan los colonialistas a ultranza.
Puerto Rico tiene mucho que ofrecer como estado de la Unión. Es uno de los principales mercados internos de los Estados Unidos. Cientos de empresas y miles de empleos en los estados dependen de nuestro mercado. Mientras más estable sea nuestra economía con la estadidad, mayor estabilidad tendrían esas empresas y empleos en otros estados; y más empleos se crearían en la Isla. Puerto Rico es, además, una de las pocas economías bilingües dentro de una nación cuyo patio geográfico está repleto de países hispanoparlantes con los que sostiene tratados de libre comercio. Tenemos una ubicación geográfica privilegiada en el centro de las Américas que facilita el intercambio comercial, tecnológico, académico; un clima estable que propende a la producción industrial y agrícola estables durante todo el año; incluyendo posibilidades enormes de crecimiento en la industria del turismo. Muy pocos estados de la Unión poseen esas características. Tenemos una fuerza laboral diestra, productiva. Tenemos una industria tecnológica y de servicios desarrollada, superior a la de muchos países y estados de la Unión. Tenemos una infraestructura física, tecnológica, financiera, comercial, gubernamental y académica muy superior a la que tenían proporcionalmente, en tiempo y espacio, todos los 37 antiguos territorios de los Estados Unidos cuando ingresaron como estados de la Unión. Tenemos mucho más que ofrecer. Indudablemente, si Puerto Rico tuviera las mismas condiciones de igualdad de fondos federales, derechos y obligaciones que tienen los estados, nadie tenga dudas de que seríamos uno de los estados más productivos en toda la nación.
En cuanto a la segunda pregunta, la contestación también es clara y sencilla. La estadidad requiere lucha, consistencia y resistencia. Así fue para todos los 37 antiguos territorios coloniales que hoy son estados. El 100% de esos lograron la igualdad con la estadidad porque no se dejaron acomplejar por la indiferencia o el rechazo del Congreso. Los ciudadanos americanos de Puerto Rico también lo lograremos.
Pingback: Mi compromiso con los puertorriqueños – TRIBUNA INVITADA por Hillary Clinton | Estado51PRUSA.com — PR sin USA, No es PR; USA sin PR, No es USA.
Pingback: Editorial ENDI: A cerrar filas con el bienestar de Puerto Rico – Creo en USA … Y Tú? | Estado51PRUSA.com — PR sin USA, No es PR; USA sin PR, No es USA.