La irresponsabilidad fiscal de pasados gobiernos y la ineptitud del actual nos han llevado a la presente situación en la que tenemos una deuda de más de $73,000 millones y sin crédito ni credibilidad para tan siquiera poder negociar una reestructuración de esa deuda. Esta situación se agrava por el hecho de que padecemos de un estatus colonial eunuco que colapsó y no tiene los poderes ni mecanismos para salir del hoyo negro en que nos han metido los irresponsables y corruptos políticos que por décadas han gastado a manos sueltas en contratos onerosos e innecesarios, en nepotismo, en barriles de tocino, en sostener e incrementar un gigantesco gobierno ineficiente y en cosas que en nada adelantan nuestro bienestar colectivo sino sus intereses electoreros y personales.

La única verdad de AGP/PPD es que Puerto Rico está nen la quiebra, y el Plan Plan Plan RR es un Comité Igual a los de AGaPito que no han funcionado por dos años.

Vergonzoso como es para Puerto Rico, tenemos que admitir que en estos momentos necesitamos urgentemente la asistencia del gobierno federal para implantar disciplina fiscal, aumentar la eficiencia, la transparencia gubernamental, facilitar un mecanismo que permita reestructurar la deuda para restablecer la credibilidad perdida ante los mercados financieros y lograr acceso a estos bajo términos razonables. Para esto se requiere que se establezca la Junta de Control o Supervisión Fiscal Federal propuesta en el proyecto del Congreso HR 5278, Puerto Rico Oversight , Management and Economic Stability Act, PROMESA.

Al que conocen y respetan en Washington, Casa Blanca, Congreso, Gobierno Federal, republicanos y demócratas es a Pedro Pierluisi.

Luego de innumerables vistas y reuniones, el pasado miércoles en votación bipartita de 29 a 10 el Comité de Recursos Naturales del Congreso aprobó -con algunas enmiendas- el HR 5278. Con este primer paso el proyecto se pone en ruta hacia su aprobación y a convertirse en ley. Con esta acción el Congreso deja claro que ellos son los que mandan aquí y que seguimos siendo una colonia bajo sus poderes plenarios.

Ante esta realidad, no se hizo esperar la oposición del liderato del PPD, quienes con sus discursos patrioteros de pacotilla, señalan la humillación e indignación que ante la aprobación del proyecto en el Comité dicen sentir. Pero lo que verdaderamente les perturba es que con la aprobación del proyecto- además de acabarse la jauja y el derroche de los fondos públicos- queda también destrozado el mito del supuesto gobierno propio que nos vendieron con el ELA en 1952 y la realidad de que el Congreso es quien manda.

Desde la radicación del HR 5278 el PPD ha estado recibiendo duros golpes principalmente de parte de su propio liderato. El Presidente del Senado Eduardo Bhatia en una reciente entrevista declaró que: “El ELA no tiene futuro en los Estados Unidos. El peor problema que tiene el ELA es que no tiene a nadie en Estados Unidos que crea en él. No quieren la relación actual…y gente como los líderes máximos de Estados Unidos te dicen en privado que es hora de que se pongan los pantalones largos y dejen de ser esto (ELA). Si quieren seguir siendo parte de Estados Unidos tienen que ser estado”.

El pasado viernes el Secretario de Justicia Cesar Miranda en otra entrevista, sentenció que ante la muerte del ELA o las pocas posibilidades de este sobrevivir, las únicas dos consecuencias son la soberanía plena o la unión con Estados Unidos por vía de la estadidad.

El mismo día por la tarde, ante estos señalamientos Bernier manifestó que estaba de acuerdo con las expresiones de Miranda y afirmó que el ELA que se conoció, que se creó en el 1952, no es una alternativa de futuro y que a su juicio, el PPD debe reenfocarse y buscar nuevas alternativas.

Los que alegan que el proyecto no provee para desarrollo económico no lo han leído bien puesto que entre las enmiendas aprobadas, el Comité amplió la encomienda a un grupo de trabajo bipartita y bicameral para estudiar alternativas de desarrollo económico para la Isla. Les encomendó, además, examinar la inequidad en el acceso a los programas federales de salud y tener listas sus recomendaciones para mediados de septiembre. Todo lo cual tiene el propósito de poner a Puerto Rico en ruta para lograr un desarrollo económico sostenible que nos ponga en condición favorable para optar por la estadidad -si así el pueblo lo manifiesta- como alternativa al admitido colapso del ELA.

Los que conocemos algo de cómo funciona el Congreso y como los proyectos se convierten en ley, sabemos que no existen proyectos perfectos e ideales. El proyecto ideal -utópico- existe solo en la mente de algunos. Este es un buen proyecto que merece ser convertido en ley y que debe ayudar a Puerto Rico a salir de la actual crisis. Lo peor que nos puede pasar es que no se apruebe nada.