Por: Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés

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El día de los Santos Inocentes tiene su origen en sucesos históricos de tradición cristiana y se recuerda el 28 de diciembre. Se conmemora la matanza de los niños menores de dos años en Belén bajo la orden de Herodes para asesinar a Jesús. En la actualidad, a esta fecha, muchas personas añaden un festejo que se nutre de hacer bromas a los demás. La idea central es coger de “surumas” a los demás mediante engaños y falsificaciones.

Algunas festividades se celebran en fechas distintas en ciertos lugares. Por ejemplo, el nacimiento de Jesús en Rusia se celebra el 7 de enero y en Puerto Rico el 25 de diciembre. Iván, creo que el PPD cambió la fecha de los Santos Inocentes para el 25 de julio.

El 25 de julio tiene eventos trascendentales como la proclamación de Constantino como emperador romano, la coronación de Felipe II como rey de Portugal, la ocupación de El Cairo por Napoleón, el comienzo de la primera Guerra Chino-Japonesa, la rotura de relaciones del imperio austrohúngaro con el Reino de Serbia como antesala a la Primera Guerra Mundial, la ocupación de Damasco por Francia, el acuerdo de no agresión entre la Unión Soviética y Japón, el derrocamiento del gobierno de Mussollini, la oficialización del golpe de estado en Ecuador, el rechazo en Túnez de su monarquía, el asesinato vil de dos jóvenes en el Cerro Maravilla, la llegada de la primera mujer al espacio y hasta la filtración histórica de documentos sobre la guerra en Afganistán por WikiLeaks.

También, en esta fecha, Wyoming se convierte en territorio de los Estados Unidos (1868). Para el 1890, Wyoming había solicitado y conseguido la estadidad. Puerto Rico, el 25 de julio de 1898, pasó también a ser territorio colonial de E.U. cuando el militar Nelson Miles le arrebató la Isla a los españoles. Distinto a Wyoming, en otro 25 de julio (1952), establecimos una constitución para ocultar nuestra relación colonial.

Iván, ese 25 de julio de 1952, no es otra cosa que una cruel broma propia del día de los Inocentes y una soberana cogida de “suruma” al Pueblo.

Por: Lcdo. Iván Rivera

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Ramón, creo que en Puerto Rico la fecha del 25 de julio en lugar de ser una de festividad de algún tipo, debe ser ocasión de obligada reflexión y profundo análisis. La misma fue fríamente escogida para la instauración de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, de manera tal, que ese evento nublara en la memoria colectiva el hecho de que en esa misma fecha fue la invasión militar de Estado Unidos de América sobre este territorio que entonces contaba con más de un millón de seres humanos que lo habitaban.

Esa reflexión y análisis que te menciono nos obliga a preguntarnos, entre otras interrogantes, las siguientes cosas: la autoridad y/o “soberanía” que se le abroga el Congreso de EE.UU. sobre el territorio puertorriqueño como producto del Tratado de París del 10 de diciembre del 1898, a la luz de la evolución del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, ¿puede mantenerse vigente?; teniendo en cuenta que ya la Corte Suprema de EE.UU. ha determinado que lo ocurrido en el proceso del 1950-52 fue una gracia congresional, por lo que no puede entenderse como uno de autodeterminación, ¿cuál debe ser el próximo paso procesal para que sea ejercido dicho derecho inalienable de nuestro pueblo?; ¿cómo puede ser reivindicada la idea de asociación subyacente en el aval de nuestra Constitución en el 1952?; en el PPD, ¿cuáles son parámetros teóricos y jurídicos de la nueva relación de asociación con EE.UU. o ELA mejorado; ante la declarada carencia de soberanía según los entes federales, ¿Podría nuestro Pueblo legítimamente integrarse a la federación estadounidense desde su condición actual?

Lo más importante Ramón es que no podemos llegar a otro 25 de julio sin tener claramente definida la ruta a seguir en cuanto al futuro de la relación entre el pueblo de Puerto Rico y la federación de EE.UU. En ese aspecto, ciertamente, la bola está en la cancha del PPD. Es imposible hablar de desarrollo económico sin hablar del tema del estatus.