El Partido Popular no tiene liderato, ni causa, ni mensaje para Puerto Rico. Es un partido en quiebra y que también llevó a Puerto Rico a la quiebra. No hay otra conclusión posible después de escuchar este fin de semana los mensajes de Alejandro García Padilla y David Bernier en sus respectivas despedidas de duelo al ELA.

Según avanza la campaña electoral, se agravan los problemas internos en el PPD. La convocatoria a la reunión del Consejo General del PPD, apenas logró la asistencia de una tercera parte de sus delegados, entre los que figuran alcaldes, legisladores, equipo electoral, organizaciones de mujeres y juventud. Resulta irónico que David Bernier pretenda hablarle al pueblo de unidad de propósitos, cuando ni siquiera puede motivar ni unir a su propio partido a tres meses de las elecciones. Cuando, incluso, la mayoría de los principales líderes y exgobernadores de su partido le votaron en contra a su estrategia engañosa para atender el estatus político durante la reunión de la Junta de Gobierno del PPD el pasado mes.

Las profundas diferencias internas que salieron a relucir en aquella reunión de la Junta PPD, continúan agravándose con las declaraciones públicas de los exgobernadores Rafael Hernández Colón y Aníbal Acevedo Vilá, quienes afirmaron que la Estadidad ganaría sólidamente el referéndum que David Bernier le propuso al Partido Popular; señalando uno de ellos que contrario a los argumentos presentados a lo interno del PPD, la Estadidad sí es posible.

Ante un escenario de divisiones internas en el PPD; y ante el rechazo del pueblo al gobierno de García Padilla, David Bernier pide que les “Volvamos a Creer”. Eso sí constituye un burdo cinismo y un llamado al fanatismo.

¿En qué David Bernier pide que les volvamos a creer? ¿En los 50,000 empleos que prometieron y que no crearon? ¿En la falsa promesa de bajar el IVU que ellos mismos aumentaron? ¿En la incapacidad para administrar el gobierno que ellos mismos llevaron a la quiebra? David Bernier le pide al pueblo que vuelva a creer en el gobierno que ha impuesto la mayor carga contributiva en la historia y se quedó con los reintegros de los contribuyentes; que vuelvan a creer en el gobierno que puso en riesgo las pensiones de los jubilados y cerró cientos de escuelas públicas. “La nueva forma de entender la política” que propone Bernier se basa en el engaño, el oportunismo, plasmar posiciones grises para no hablar claro y pretender que el pueblo reelija el peor gobierno que ha tenido Puerto Rico. Para colmo, ni los propios populares logran entender qué formula de estatus político propone David Bernier para resolver el problema colonial de Puerto Rico.

David Bernier y Alejandro García Padilla le propusieron al pueblo de Puerto Rico continuar en un limbo colonial, que agravaría la crítica situación económica si ellos, y su combo de incompetentes, permanecieran gobernando a partir de enero.

Más allá de unos mensajes cargados de frases huecas y hasta incoherentes, llamando a actuar con el “desprendimiento y generosidad” que ni Bernier ni su jefe demostraron en este cuatrienio: ¿alguien puede precisar qué propone David Bernier para enfrentar la crisis que su propio gobierno ha provocado? La respuesta de Bernier a los graves problemas de Puerto Rico es una mala obra teatral que constituye una falta de respeto a la inteligencia de nuestro pueblo.

¿A cuál desprendimiento y generosidad se refiere David Bernier? ¿Al desprendimiento y la generosidad de los contratos que le dieron en el gobierno popular a Anaudi? ¿A las becas presidenciales en la UPR para sus amigos y allegados? ¿A los más de 300 millones en contratos para consultores financieros que nada lograron para evitar que llevaran el crédito del gobierno al nivel chatarra? Ese es el desprendimiento y la generosidad de las que habla David Bernier en su hueco mensaje de campaña.

Escuchar al candidato del PPD hacer referencia a que los problemas económicos que afectan a Puerto Rico él los resolverá con “desprendimiento y generosidad”, evidencian que un gobierno de David Bernier no solo sería una continuidad del gobierno de García Padilla, sino que sería peor. Puerto Rico no necesita en la gobernación a un cómplice del peor gobierno que ahora invierte todo su tiempo y palabras en aparentar ser un “buena gente”. Con eso mismo engañaron a Puerto Rico en el 2012 y ya vemos los resultados catastróficos. Puerto Rico no volverá a caer.

Puerto Rico necesita un gobernador con capacidad, con planes de acción certeramente trazados, con un equipo de trabajo comprometido. Eso lo ofrece el PNP.

David Bernier no tiene el carácter, la sinceridad, ni la capacidad para gobernar a Puerto Rico. Cuatro años han sido suficientes: García Padilla y Bernier, juntos gobernaron y juntos fracasaron.