Quien no ha podido gobernar su propia campaña y su propio partido, es incapaz de gobernar a Puerto Rico. Sería una locura colocar a Puerto Rico en las manos de David Bernier. Si algo ha quedado claro es que Bernier no tiene la capacidad ni el liderazgo necesario para controlar a sus legisladores, alcaldes y jefes de agencias populares que conformaron, en este cuatrienio, el peor gobierno de la historia. Bernier estuvo al mando en este gobierno
popular y ningún gobierno malo es bueno por segunda vez.

El principal problema con la candidatura de Bernier no es a quién permite o excluye de la papeleta alegando los valores y la integridad a su conveniencia. El problema de Bernier tampoco es el lodazal de corrupción rampante en la cúpula del liderato popular que hasta salpicó a su propio comité de campaña. El principal problema de Bernier, es Bernier. Su irrelevante e improductivo desempeño en distintas posiciones de gobierno durante 12 años. Su complicidad con los desatinos, las mentiras y los abusos del actual gobierno. Su discurso gris. Su falta de sinceridad al extremo de titubear y mentir cuando se le preguntó cómo votó en el plebiscito de 2012. Su pusilánime inclinación al soberanismo separatista. Basta con mirar quiénes son los principales asesores de Bernier en esta campaña; soberanistas y separatistas que han infiltrado al PPD y se quedaron con el PPD. Todos esos, son los verdaderos problemas de Bernier.

Luego de haber ocupado posiciones de jefatura en agencias de los gobiernos nefastos de Sila Calderón y Acevedo Vilá: ¿Alguien puede mencionar alguna aportación, idea o proyecto de la autoría de David Bernier que haya mejorado de manera significativa la calidad de vida en Puerto Rico? Ninguna. Como jefe de varias agencias, Bernier siempre se ha limitado a lo común, “a pasar con fichas”, a la cosa simple.

Estuvo al mando en el presente gobierno: ¿Alguien puede mencionar alguna solución o remedio de la autoría de David Bernier que haya evitado alguno de los desastres que hoy sufre Puerto Rico en medio de esta crisis? Ninguna. Indudablemente, y aunque niegue que este ha sido su gobierno, Bernier ya gobernó y fracasó. Esa, es la verdad.

Al inicio de este cuatrienio, el gobernador García Padilla firmó Órdenes Ejecutivas creando comités para el fomento del desarrollo económico y para la reestructuración de los servicios del gobierno con el alegado objetivo de hacerlos más “accesibles” para los ciudadanos y menos costosos. García Padilla designó a David Bernier, en ambos comités. Bernier hizo muchas conferencias de prensa anunciando todo lo que haría para el desarrollo económico y la reestructuración de los servicios. Habló hasta por los codos. Como suele ocurrir con todo lo que dice o hace Bernier, mucho ruido y pocas nueces. Se acaba el cuatrienio y hoy la crisis económica es peor, los servicios públicos también. ¿Es a eso a lo que Bernier llama experiencia? Hablando de experiencia, la pregunta es: ¿Dónde estaban la experiencia y las soluciones del señor Bernier en este cuatrienio? Hoy, Bernier promete lo que no hizo cuando estuvo en el poder.

El Partido Popular, cometió el error de creer que, como candidato a la gobernación, Bernier seguiría pasando con fichas, como lo hizo durante 12 años en posiciones públicas. Después de todo, a Bernier le regalaron una candidatura a la gobernación, no por sus logros ni por su experiencia, sino porque más nadie apareció. Por el contrario, sin tener puestos públicos ni políticos, el doctor Ricardo Rosselló luchó su candidatura; enfrentó grandes retos; estableció una organización; diseñó un Plan de Gobierno para la reconstrucción de Puerto Rico y logró el apoyo del pueblo progresista. Rosselló tiene un partido unido; inspira y motiva; tiene rutas definidas; un equipo de trabajo comprometido con el cambio para hacer verdadera patria.

Bernier solo puede ofrecer más de lo mismo. La trágica experiencia de este cuatrienio. Nosotros le ofrecemos a Puerto Rico la capacidad y la voluntad para cambiar lo que no sirve; para hacer esos cambios con rapidez; ejercer liderato para poner orden donde hay desorden; y la visión con ideas específicas y viables. Le ofrecemos a Puerto Rico honestidad. Ofrecemos sinceridad y sensatez. Basta ya del desorden, la mentira y la incompetencia gubernamental. Sobre todo, ofrecemos compromiso para darnos a respetar en el Congreso y la Casa Blanca como ciudadanos americanos. Basta ya de la humillación y la desigualdad de la colonia. Llegó el momento de la nueva vida. Vamos a levantar a Puerto Rico en verdadera e igual unión permanente con la nación de la que somos ciudadanos.