Las nuevas mentiras del PPD: 245a

No hay sección 936, 245a ni otro número que se inventen que pueda siquiera igualarse o compararse con los beneficios de la estadidad para el desarrollo socioeconómico de Puerto Rico.29 de septiembre del 2016

Por: Thomas Rivera Schatz, Ex Presidente del Senado

Puerto Rico, como un estado de la Unión, tratado en igualdad de obligaciones y beneficios con los otros 50 estados, recibiría una inyección de sobre $20 mil millones anuales adicionales en su economía al combinar la paridad en fondos federales y la inversión privada que se generaría en nuestro desarrollo económico de manera permanente y segura. Esa, es la verdadera solución para Puerto Rico; la igualdad con la estadidad.

No hay sección 936, 245a ni otro número que se inventen que pueda siquiera igualarse o compararse con los beneficios de la estadidad para el desarrollo
socioeconómico de Puerto Rico. Hay, sin embargo, sectores con poder e influencias que insisten en buscar su propio beneficio económico dentro del sistema colonial que nos arrojó a la quiebra socioeconómica. Siempre vienen con el cuento de que buscan el bienestar de los puertorriqueños. Toman como rehén las necesidades de este pueblo, precisamente provocadas por el colonialismo, para adelantar su voraz apetito por más ganancias exentas de contribuciones estatales y federales. Ah, pero si alguien les canta estas verdades, entonces es enemigo de Puerto Rico, es un fanático y enemigo de la creación de empleos. Así funciona su chantaje.

Ahora, el nuevo cuento es que el Congreso federal apruebe una sección 245a que ofrecería exención contributiva federal al 85% de las ganancias de las empresas multinacionales. Para colmo, ese invento requeriría la lenta y complicada aprobación en un Congreso conservador. Y si se aprobara, entonces habría que esperar años para que las empresas que quieran establecerse aquí tomen sus decisiones, más el tiempo que les tomaría establecer sus operaciones. Los promotores de este invento le dan el matiz de “varita mágica”, como si fuese un remedio a corto plazo. Para crearle falsas expectativas e ilusiones al pueblo a cuatro meses de las elecciones. Nadie se deje engañar.
Aun sus promotores, admiten que este invento sería menos beneficioso para las empresas multinacionales y los bancos que la desaparecida sección 936 que les otorgaba exenciones contributivas federales de 100%. Pues veamos qué fue lo que

Luis A. Ferré Siempre Defendió las 936 o Remedios Similares aunque sean temporeros mientras se resuelve el Status con la única solución viable: La Estadidad

realmente ocurrió con la falsamente glorificada sección 936.

Los pocos momentos de aparente bonanza económica nunca se debieron a la aplicación de la Sección 936 del Código Federal de Rentas Internas, entre 1976 y 1996. Antes, durante y después de la 936, Puerto Rico siempre sufrió estrechez presupuestaria en comparación con sus necesidades; unos niveles de pobreza en su población y de desempleo que triplican las tasas promedio en los estados de la Unión; las contribuciones estatales y el costo de vida más altos, pero con los más bajos salarios a nivel nacional. La Sección 936, nunca eliminó ni redujo esos males socioeconómicos coloniales que nos arrastraron a esta quiebra. Las altas y bajas en la economía colonial durante esos años se debieron a que el ELA todavía tenía acceso al crédito público y a las emisiones de bonos que se le acabaron; y ahora se deben. La 936, sí benefició a los banqueros, inversionistas y, principalmente, a las corporaciones multinacionales que producían o reportaban miles de millones en ganancias a través de Puerto Rico para no pagar impuestos federales al IRS, a cambio de depositar parte de esas ganancias exentas en los bancos locales para ampliar sus carteras de préstamos, inflar artificialmente el valor de las acciones bancarias y a cambio de producir menos de una décima parte de los empleos en nuestra fuerza laboral. En 1996, la Casa Blanca y el Congreso federal la eliminaron, precisamente, por lo que acabo de plantear. Esa 936, era un gran negocio para los mogules de aquí y del continente, pero no representaba una aportación real a la creación de empleos en proporción a sus enormes ganancias y tampoco una ayuda a los problemas socioeconómicos de Puerto Rico. De hecho, durante la vigencia de la Sección 936, se registró el aumento más grande de la
historia en las ayudas federales de bienestar social para Puerto Rico porque los niveles de pobreza masiva continuaron aumentando; el Tesoro federal se quedaba sin recaudar miles de millones anuales en impuestos corporativos debido a esa exención federal y la cantidad de empleos 936 se mantuvo estática durante los 20 años de su vigencia.

¿Y ahora tenemos que creer que una sección 245a, menos beneficiosa para esos mogules coloniales, nos va a sacar de esta crisis? Ni siquiera la sección 936, con sus exenciones totales, logró sacarnos de la crisis.

Quien quiera la sección 245a o algo que se le parezca, tiene que tomar en consideración: 1) que el poder supremo en Puerto Rico es el pueblo, no las empresas multinacionales y tampoco los bancos; 2) que, en 2012, este pueblo votó democráticamente en contra de la continuación de este desastre colonial; 3) que cualquier propuesta económica tiene que estar enmarcada en ese mandato electoral de los ciudadanos americanos de Puerto Rico; y 4) que toda propuesta económica tiene que estar fundamentada en la creación concreta y masiva de buenos empleos, bien pagados, permanentes y en compensar justa y contributivamente al pueblo de Puerto Rico por la utilización empresarial de su

infraestructura y sus recursos. Quien no reconozca que aquí el poder supremo es el pueblo y pretenda ignorar su mandato electoral y sus legítimas aspiraciones, entonces, esos son los verdaderos fanáticos y enemigos de Puerto Rico. Después de todo, nada de lo que he escuchado y leído sobre este tema ni siquiera se acerca a los beneficios de la estadidad para TODOS los puertorriqueños.