David Bernier se dedica en cada oportunidad que tiene al autobombo con su supuesta experiencia en los asuntos de gobierno, pero en un tema tan importante como la deuda pública se tambalea en disparates y contradicciones. Dice que hay que reestructurar la deuda como si ello implicara no pagarla. Bernier, no sabe y no entiende, que reestructurar la deuda pública significa negociar para pagarla… de una manera u otra, pero hay que pagarla.

Lo cierto es que las estructuras financieras en los gobiernos son muy similares a las de los hogares. Si usted no paga su hipoteca, el banco le ejecuta la vivienda. Si no paga el automóvil, se lo llevan con una grúa. Si es comerciante y no paga el IVU, Hacienda le embarga el negocio. Y si usted plantea unilateralmente, sin acuerdo aceptable para los acreedores, que pagará solamente lo que desea pagar, es igual a que si pagara nada. Lo pierde todo, le bloquean su crédito y sus posibilidades de evolucionar. Aún si se acoge a la Ley de Quiebras, tiene que pagar hasta el último centavo que posea bajo la supervisión de un síndico del tribunal y expuesto a perjurio si mintiera en la cantidad de sus recursos. Pues sepa que la situación de todos los gobiernos es la misma si no pagan, o si dejan de pagar porque simplemente alegan que no pueden pagar. Incluso usted, si alguien le debe dinero y no le paga, entonces lo demanda y hasta exige el embargo de sus bienes. Por supuesto, además, usted no volverá a prestarle al “mala paga”, aunque algo le haya pagado. Esas, han sido y serán las reglas universales de las obligaciones financieras que algunos mercaderes de la desinformación y la ignorancia, como David Bernier, evaden a la conveniencia de sus discursos políticos para las gradas.

No se trata de si queremos o podemos pagar la deuda pública, ni cuánto queremos o decimos que podríamos pagar. Con o sin Junta Federal de Control Fiscal, hay que pagarla. Podrán surgir arreglos y negociaciones que reestructuren su pago en tiempo y espacio, pero créame, habrá que pagarla. Claro está, cada grupo de acreedores y bonistas tendrá sus propias

El PPD cuando gobierna usa estrategias y métodos izquierdosos, +Taxes, -Servicios, Quiebran la Isla, con el 100% para los Anaudices y No Hacen Obras de Envergadura

circunstancias y condiciones, según la diversidad de sus características. Por ejemplo, los grandes fondos billonarios que se dedican a la especulación en los mercados financieros, posiblemente acepten que les paguen sustancialmente menos del valor de sus bonos, pero cobrando sus intereses. Esos, pueden darse ese lujo. Aprovecharon la crisis, la necesidad de bonistas más pequeños e individuales y les compraron sus bonos con descuentos de hasta el 65% de su valor original. Esos fondos billonarios, podrían transar por una cantidad menor, si los bonos les costaron 35 o 40% de su precio original. Les sería un buen negocio, pues nada perderían; al contrario, siempre ganarían algo. Pero las cooperativas, los bancos locales, los fondos de retiro y los bonistas pequeños e individuales que han logrado retener los bonos por los que pagaron el 100% de su valor original, no podrían aceptar ese tipo de negociaciones. Perderían demasiado; casi todo. Entre esos, hay decenas de miles de familias puertorriqueñas que hay que proteger.

Si el resultado de la reestructuración de la deuda fuese un premio gordo de la Loto para el gobierno del ELA y una gran pérdida para los bonistas, como se le ha tratado de hacer creer a este pueblo, los resultados serían el bloqueo indefinido de Puerto Rico a las fuentes de financiamiento y la quiebra a perpetuidad. Si Puerto Rico no cumple sus obligaciones de manera justa y razonable para aquellos que le prestaron, nadie le prestará a Puerto Rico. Ningún gobierno del mundo, ni siquiera las potencias, sobreviven sin financiamiento.

Desde el principio del cuatrienio, García Padilla y Bernier debieron ser prudentes en el gasto público; no inflar los estimados de ingresos en los presupuestos; evitar los déficits; mantener la disciplina presupuestaria y, sobre todo, la credibilidad en los mercados que le prestaban a Puerto Rico. Hicieron todo lo contrario. Hoy, García Padilla no puede ir a la reelección. Bernier, se tapa diciendo, descaradamente, que este no es su gobierno a pesar de que todo Puerto Rico sabe que también estuvo al mando.

Está demostrado que hoy, Hacienda tiene más ingresos que antes, pero este desgobierno también gasta más de lo que ingresa. La crisis está en que, precisamente, García Padilla y Bernier cerraron el acceso a financiamiento. Por lo tanto, Hacienda incumple con los pagos de intereses mensuales a los bonistas; se queda indefinidamente con los reintegros contributivos del ciudadano; recorta o elimina servicios y tampoco paga las facturas de los suplidores del gobierno.

David Bernier, ya estuvo al mando en el peor gobierno de la historia. Nunca aportó una sola idea que evitara este desastre o evitara un aumento de impuestos o en las facturas de agua y electricidad. Bernier ya gobernó junto a García Padilla y juntos fracasaron.