Un grupo de catedráticos y exfuncionarios de la Universidad de Puerto Rico (UPR) le salió al paso ayer a un colectivo de unos 70 egresados del primer centro docente del País que residen en Estados Unidos, quienes exigen al próximo gobierno que formalice su compromiso con la autonomía de la universidad y su exclusión de “vaivenes” electorales.

Entre los docentes y exlíderes que reaccionaron al documento redactado por la exrectora de la UPR en Cayey, Margarita Benítez, se encontraban Ygrí Rivera de Martínez, expresidenta de la Junta de Síndicos de la institución universitaria; los catedráticos Jaime Benson, Héctor Ríos Maury y José Garriga Picó; el doctor José Manuel Saldaña y el doctor Norman Maldonado, ambos expresidentes del centro docente.

Estos ahora son Jefes en el Gobierno de AGP/PPD

Saldaña dijo que en la carta firmada por un grupo de egresados de la UPR, titulada “La diáspora de la Universidad”, estos emplazan a los seis candidatos a la gobernación a comprometerse públicamente a “respetar la autonomía universitaria y salvaguardar la institución de la intromisión de la política partidista”.

El expresidente de la UPR ripostó en primera instancia que concuerdan en que el centro docente no debe regirse por “interferencias” políticas, pero, en cambio, aseguró que los autores de la misiva desconocen sobre la realidad política que ha trastocado el sistema universitario público.

“Aunque formalmente se dirigen a todos los candidatos (a la gobernación), el objetivo obvio de la misiva es el Dr. Ricardo Rosselló, el que ellos intuyen será el ganador (…). Por eso preguntamos, ¿por qué no hicieron esta petición durante la violenta huelga universitaria del 2010?”, dijo. Saldaña agregó que la carta estuvo apoyada por figuras políticas del Partido Popular Democrático, como la actual alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.

Los docentes y exfuncionarios también cuestionaron que el mismo grupo no haya hecho algún “pronunciamiento” ante el escándalo de las becas presidenciales que le costó el puesto al entonces presidente de la UPR, Uroyoán Walker Ramos, y a otros funcionarios universitarios.

“Este ha sido el escándalo más grande en la historia de la UPR”, reiteró Saldaña.

“Tenemos que coger este manifiesto como algo relacionado a política. Tendrá que haber cambios en la UPR, gane quien gane”, declaró firmemente, al tiempo que aseguró que el candidato por el

Mal usó $7.2 Millones con la Tarjeta de Crédito de la UPR – Incluso en botellas de vino de $1,000.00 con fondos públicos.

Partido Nuevo Progresista, Ricardo Rosselló, está comprometido con la autonomía de la UPR.

A preguntas de EL VOCERO sobre los fundamentos de la plataforma penepé, que garantiza la despolitización y la autonomía de la UPR frente a un nuevo gobierno, el profesor Garriga Picó sostuvo que “se podría aumentar el capital que brinda el gobierno a la universidad de hasta $400 millones a través de alianzas con las cooperativas y esa es la seguridad que tenemos”.

Mientras, el doctor Rafael Rodríguez, neurocirujano del Centro Médico y quien fungió como rector del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) en el 2012, aclaró cómo ocurrió el nombramiento de Rosselló como catedrático auxiliar del RCM a petición de Saldaña, para negar la supuesta ilegalidad del mismo, como se ha ventilado públicamente.

“El Dr. Rosselló pasó por todos los comités tanto de facultad como personal, con todas las ideologías políticas, para ser admitido en la UPR, por reunir todas las cualificaciones. En un principio quiso un nombramiento como profesor visitante, sin paga, pero vimos que con sus cualificaciones, darle la plaza en la cátedra por $38 mil anuales, es más costo efectivo que traer un recurso de los Estados Unidos que costaría entre $400 mil a $500 mil por trabajar como investigador en células madre, investigación en la que se ha destacado el Dr. Rosselló”, abundó.

“El doctor Ricardo Rosselló tiene una de las preparaciones académicas más extraordinarias que individuo alguno haya tenido que fuera candidato a alguna posición en el Recinto de Ciencias Médicas”, esbozó, por su parte, Saldaña.