Por: Iris Edén Santiago, Periodista y Relacionista Pública
Madre de Renata. Amante de la música de Facundo Cabral, Gloria Gaynor y Juan Gabriel. Sobreviviente de cáncer. Obsesionada con las alcapurrias y con las delicias culinarias de González Seafood en Joyuda. Estadista y 100% puertorriqueña. Así que…
La estructura ideológica del PNP establecida por LAF es Siempre ayudar a Puerto Rico USA – «Los Humildes primero»
¿Quién y en qué momento le dio la llave de la mancha de plátano a algunos pocos? ¿Quién y en qué momento decidió que los únicos puertorriqueños dignos son los que levantan una sola bandera y gritan Patria?
¿Quién nos quitó el derecho a los que queremos la seguridad y la unión permanente con los Estados Unidos de América a querer la bandera con la misma intensidad? ¿A disfrutar la música patria de Lucecita Benítez? ¿A celebrar el triunfo de Mónica con la misma fuerza que celebramos el de Gigi? ¿A emocionarnos hasta las lágrimas cuando Luis Rafael Sánchez le exigió a los Reyes de España que incluyeran la palabra puertorriqueñidad en el Diccionario de la Real Academia Española?
¿A cuenta de qué?
La estructura filosófica administrativa del PNP es Americana, por eso el PNP Ha Realizado Todas las Obras Importantes en Medio Siglo – Somos 100% Puertorriqueños y 100% Americanos
No entiendo por qué algunos estadistas les cedemos el espacio con tanta elegancia y “por evitar revolcar el avispero” a unos pocos de la minoría. Al quedarnos callados dejamos ese micrófono abierto, que estratégicamente posicionados, la oposición sabe utilizar muy bien. Por décadas ha sido así, “porque les ganamos en las urnas.”
¿Pero por qué nos dejamos insultar o arrinconar? ¿Por qué permitimos que por años etiquetaran el ideal de la estadidad con la corrupción? Como a cualquiera, me revuelca el estómago la corrupción. Pero como todo el país ha visto en los pasados meses, la corrupción NO tiene nombre ni apellido. Es un mal mundial y multicolor.
Estamos viviendo tiempos difíciles. Estamos respirando por primera vez una crisis económica y social devastadora. Si bien es cierto que buscando calidad de vida, cientos de puertorriqueños emigran diariamente a los Estados Unidos mayormente, no es menos cierto que muchos más nos quedamos aquí a luchar por nuestros derechos. En nuestra Isla. Sin puños y sin violencia.
Porque amamos esta tierra como el más elocuente separatista. Porque creemos en la democracia, con todos sus defectos.
Y con todas sus garantías, garantías que trágicamente le permiten a Donald Trump ser candidato a presidente, y garantías que además le permiten a cualquiera presentar en conferencia de prensa el fotomontaje de un candidato de otro partido político vestido de recluso. Aquí en esta tierra democrática no sólo pueden inventar cualquier falsedad sin ser torturados, sino que los protegemos. Así de hermosa es esta democracia.
Y así la quiero defender en las urnas. Porque quiero que permanezca el respeto y que todos podamos opinar, hablar, criticar y comentar sin miedo. Y sin sentirnos menos que nadie. En igualdad de condiciones. Porque quiero que nos sintamos puertorriqueños en el mismo porcentaje. Y viviendo aquí.
Porque claro, de lejos es un mamey. Es curiosa la confianza
que sienten
66% de los Puertorriqueños residen en Estados con una Economía 10-20 veces mayor, mayores salarios, mejores servicios, con mayor seguridad y mejor calidad de vida
algunos, que viviendo los beneficios de
la estadidad se sienten con el derecho de exigir la independencia para Puerto Rico. Desde cualquier tarima, la artística, la política o la de la llamada sociedad civil. Y más curioso aún es la extraña solidaridad y algarabía que generan acá abajo, entre la minoría que controla algunos medios. ¿Y los estadistas? Tragando gordo. ¿A cuenta de qué?
El 1 de enero de 1959 Fidel Castro hizo su entrada triunfal en La Habana. Cuba jamás volvió a ser lo que era. La historia la sabemos todos. Pero no está demás recordar que esas revoluciones y guerrillas se cocinaron dentro de un escenario muy parecido al que tenemos hoy en Puerto Rico.
Aunque Cuba era ya una República, la ayuda
De seis cinco son Separatistas o mantienen la puerta abierta a la Separación, sólo uno asegura Tú Ciudadanía y Forma de Vida USA
económica y las relaciones con EE.UU. mantenían a flote la economía cubana. Las inversiones de compañías norteamericanas eran importantes allá en ese entonces, igual que lo son aquí, ahora.
Puerto Rico estaba aún en pañales y ya Cuba era la envidia de otros países latinoamericanos. Exhibía un progreso y una estabilidad que fue incluso glamurosa. Hasta que duró. Cuando el desempleo y la pobreza tocaron a la puerta y la riqueza extrema de unos pocos resultó ofensiva a los que luchaban por el día a día, la tensión social se apoderó de la isla. El resentimiento contra el
Sto. Domingo solicitó la Estadidad en el 1867 y perdió por Un Voto en el Senado USA – Nunca más Ha Podido Solicitarla – El 8 es Quizás sea la última vez que Puerto Rico podrá Solicitarla
gobierno y contra Estados Unidos era tan brutal que el verbo floreado de un apuesto y joven comandante de dos caras resultó esperanzador. Cuentan que al principio no era así. Pero cuando abrieron los ojos, ya era tarde.
No quiero que a Puerto Rico se le haga tarde. No quisiera seguir viendo en televisión cómo Venezuela se derrumba pero sí ansío ver el renacer de Cuba con la ayuda de Estados Unidos. No quiero nieve en Puerto Rico pero sí mi ciudadanía americana con todos sus derechos y responsabilidades. Yo quiero escuchar mi música aquí, tratar mi cáncer aquí, comer rico aquí y también, morir aquí. Con la tranquilidad que brinda el ideal que no se evapora, la estadidad que sólo puede traer el Partido Nuevo Progresista.
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