Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés
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En Medio Siglo el PPD No Ha Hecho Obras de Envergadura, han ganado con mentiras, engaños, falsedades y por las divisiones en entre los Pro-USA.

A nivel federal, el Presidente es elegido con el voto indirecto de los participantes mediante un sistema de colegios electorales en el que se vota por electores que escogen al Presidente. Ese sistema data desde el nacimiento de los Estados Unidos y es un punto medio entre los que querían que el Presidente fuera elegido por el Congreso y los que preferían el voto popular.

Desde la primera elección de Washington en el 1789 y hasta el 1804, se podía votar por dos candidatos presidenciales y el segundo lugar en votos era el Vicepresidente. En el 1800, Thomas Jefferson y Aaron Burr quedaron empatados y la Cámara de Representantes le dio la Presidencia a Jefferson con la ayuda de la oposición liderada por Alexander Hamilton. Esto, fue un motivo adicional para el duelo más famoso del mundo entre Hamilton y Burr en el cual Hamilton perdió la vida. Luego de la 12ma Enmienda, los electores votan por un Presidente y un Vicepresidente. En la práctica, el Presidente y el Vicepresidente son escogidos del mismo partido.

En las elecciones hay estados fuertes en cada partido y unos flotantes. Por ejemplo, estados como Alabama, Texas, Alaska, Idaho, Arizona, Kansas, Mississippi, Nebraska, Dakota del Norte y Sur, Oklahoma, Utah, Carolina del Sur y Wyoming han sido republicanos por al menos 7 elecciones (28 años). En el mismo periodo, Hawaii, Massachusetts, New York, Oregon, Rhode Island, Washington, Minnesota, DC y Wisconsin han votado demócrata. Otros estados como Vermont, Iowa, Pennsylvania y California son demócratas.

Las elecciones la deciden los llamados “swing states” que son estados que cambian de partido y le dan la mayoría al ganador. Estos serán estados como Ohio, Iowa, Nevada, Virginia, Connecticut, Indiana, New Jersey y Florida. Me declaro republicano “abochornao” de Donald Trump y creo que una pela ahora nos ayudará a enfocarnos en lo importante para el GOP en el 2020.

Trump nos podría costar estados tradicionalmente republicanos como Texas y Arizona y le dará a los demócratas “swing states” como Florida, Connecticut, Nevada, New Jersey e Illinois. En otras palabras, una pela a Trump.

Lcdo. Iván Rivera
Twitter: @discusionpr

La realidad Ramón es que hasta finales del septiembre del 2016 no podíamos descartar las posibilidades de triunfo de Donald Trump. Aunque mucha gente no lo quiera aceptar, Donald Trump con su retórica nacionalista de vuelta a la grandeza y anti-migratoria representa a un importante sector de la población estadounidense que, ya sea por su visión económica en el caso de algunos o como en el caso de otros por su pobre educación, se fanatiza alrededor de ese discurso de masas.

El efecto Donald Trump es bien parecido al fenómeno ocurrido en la Alemania con Hitler. Trump introdujo desde las primarias un énfasis en la restauración de la grandeza de su país. En ese aspecto, la masa anglosajona que compone la mayoría estadounidense se sentía motivada a votar por él incluso en algunos de los “swing states”. Hasta la última semana de septiembre así lo reflejaban las encuestas incluso ubicándolo muy cerca dentro de los márgenes de error en ese tipo de estados en los que no aparecía como preferido. Los que apostaban en ese momento a la unidad del voto hispano perdían de perspectiva que ese voto apenas representó un 9.5% en el 2012 y que los latinos en EE.UU. no se mueven como una masa homogénea electoralmente hablando.

Sin embargo, a Donald Trump se le olvidó el poder de la tecnología y las posibilidades de que todo lo que uno diga puede estar siendo grabado aunque uno no lo sepa. Desde el momento de la divulgación de la grabación de su conversación con “Billy Bush”, sí un Bush, con expresiones denigrantes a la mujer, la carrera por la elección dio un giro de 180 grados para Trump. No existe manera, cualitativamente hablando, que tras la ola de desencanto público por parte de importantes líderes republicanos utilizando como excusa dicha grabación, Trump pueda ganar las elecciones.

Así que Ramón, con Hillary de Presidenta, nos esperan cuatro años de estancamiento total con el tema del estatus político y colonial de Puerto Rico. Suerte con el Plan Tennessee de “Ricky”.