Si fuera estadista

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ADVERTENCIA: Esto es una columna de opinión, no un concurso de simpatías. Si usted entiende que no tiene la capacidad para leer con la mente abierta la opinión de otras personas sin ofenderse y entrar en cólera con el que escribe; hágase un favor y no continúe leyendo. Su salud mental es más importante para mí. Si por el contrario cree que puede leer otra opinión sin desencajarse y de manera respetuosa, compartir la opinión o incluso de la misma manera respetuosa diferir (le invito a dejar un comentario), siga leyendo. Me encanta crear reacción de manera respetuosa. De las diferencias se alimenta la democracia y del respeto se alimentan los modales.

12 de diciembre de 2016

Durante las pasadas semanas mucho se volvió a hablar de la petición de excarcelación del terrorista boricua Oscar López Rivera, miembro y cofundador del grupo terrorista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). Oscar López Rivera lleva 35 años encarcelado por cargos de conspiración sediciosa y es según dicen el “preso político” con más tiempo de carcel en los Estados Unidos. Han pasado décadas luego del indulto condicionado que le ofreció Bill Clinton y el cual Oscar no aceptó pues pretendía que el indulto no incluyera arrepentirse públicamente de sus delitos. Varios movimientos independentistas de la sociedad civil, fueron poco a poco pidiendo desde los medios de prensa, la clase artistica, el Colegio de Abogados, los políticos, las iglesias, los gremios y sindicatos, un indulto sin condiciones. Es más, nos han querido vender una cara inexistente de Oscar López, la del viejito solo en una celda, que no puede ver a su nieta. Aún con esta falsa imagen, el indulto no llega. Luego han tratado de compararlo con Nelson Mandela, pero aún así ni el apoyo a su excarcelación ni el indulto llegan. Ahora el argumento es que por misericordia se le debe excarcelar, ya que está muy anciano. En fin que piden su excarcelación, tratando de tapar las razones reales de su encarcelación. Habrá que preguntarse ¿por qué no lo excarcelan?

Ahora bien amigos lectores, imagínense por un momento si Oscar López en vez de independentista fuera estadista; ¿creén ustedes que tanto los que hoy piden misericordia por la excarcelación de este terrorista anciano, lo harían si ese fuese el caso? La respuesta es NO. Una muy buena amiga de las redes, escribió recientemente un tweet que decía: “Si Oscar fuera un estadista, la prensa pediría 100 cadenas perpétuas y la silla eléctrica”. Y aún cuando quisiera decir que esa aseveración no debería ser cierta,;amigo que me lees; sabemos que así sería. Los grupos de prensa, los medios de comunicación, los artistas, los sindicatos, la sociedad civil y la iglesia no apoyarían su excarcelación. Pero no basta con que yo lo diga. Vamos a los hechos para sustentar mis argumentos, por lo que tomaré varios casos de la historia de Puerto Rico para dejarles saber cuan cierto es lo que afírmo.

Uno de estos ejemplos es Tito Kayak. Individuo del que se desconoce su forma de ganarse la vida, pero que está siempre presente cuando entiende que hay que protestar por cualquier cosa (lo que hace con demasiada frecuencia) para subirse a un asta de bandera, a un edificio, o a cualquier lugar, bajar la bandera de Estados Unidos y reemplazarla con la de Puerto Rico con el triángulo azúl turquesa. La prensa, los medios, los artistas, las iglesias lo aclaman como un individuo que merece respeto por su “gesta”. Lo han convertido en una clase de “Héroe Nacional” por el aura que le han inventado en los medios. Aún cuando en meses recientes amenazó de muerte al representante del PPD Ángel Matos, esto no ha cambiádo la percepción de él, e incluso hubo muchos que lo siguieron defendiendo hasta que salió por la puerta ancha del tribunal. Ahora bien, tomemos el ejemplo de Doña Miriam Ramirez de Ferrer. Doctora en Ginecología y Obstetricia, Senadora de Puerto Rico entre los años 2001 al 2004. Fue vicepresidenta del Partido Nuevo Progresista entre los años 2005 al 2008. Una dama que ha llevado una vida púlcra y honrada de servicio a Puerto Rico. Durante años estuvo haciendo manifestaciones de orgullo a la ciudadanía americana de la cual gozamos y realizaba actos en donde se subían banderas de Estados Unidos en múltiples lugares. ¿Y que decía la prensa, el Colegio de Abogados, la clase artistica, las iglesias y los gremios, los mismos que vanaglorian a Tito Kayak? Se burlaban de ella, la menospreciaban, la trataban como si padeciera de sus facultades mentales. ¿Pero por qué? Hacía lo mismo que hace Tito Kayak, solo que en vez de subir la bandera con el triángulo azúl claro, subía la multiestrellada que representa al país del cual somos ciudadanos. ¿Cuál es el pecado? ¿En qué se diferencia Doña Miriam Ramirez de Ferrer de un Tito Kayak? En que Doña Miriam es estadista, y Tito Kayak independentista. Son las mismas gestas, pero diferente el ideal.

Ahora tomemos otros ejemplos. Cuando la hija de Sila María Calderón indicó que deseaba aspirar a un puesto político en la legislatura, los mismos grupos, prensa, iglesia, sindicatos, etc; le fue de agrado su aspiración. No importaba si tenia o no la preparación para ejercer el cargo, era hija de una gobernadora. Era hija de Sila, la que quebró el BGF al descapitalizarlo por $1.5 billones con su “proyecto” de Comunidades Especiales y la que creó el Blue Ribbon Committee para perseguir estadistas. Hija de la «Heroína Nacional» para esos grupos. Ahora bien, cuando Melinda Romero, hija de Don Carlos Romero Barcelo indicó que deseaba ser legisladora, no faltaron detractores. Hubo quienes le pusieron epítetos en forma de como llamaban a su padre, llamandola “La yegüa”. Se burlaron de sus capacidades, aún cuando era una profesional en el campo del periodismo. Demás decir que el periodismo es un campo vedado a individuos de ideología estadista. ¿Qué diferenciaba a estas dos personas? Ambas hijas de gobernadores. Ambas con aspiraciones políticas, pero una popular y otra estadista. Eso solo, pesó para que iglesia, gremios, sindicatos, prensa y sociedad civil, le dieran la espalda a Melinda Romero y que se burlacen de ella.

Ahora bien amigo lector. ¿Qué piensas ahora que hubiese pasado si Oscar López en vez de cometer actos terroristas contra Estados Unidos para lograr la independencia, hubiese sido estadista y los actos hubiesen sido cometidos para tratar de lograr la estadidad? ¿Creés qué un Arzobispo de la Iglesia Católica hubiese intercedido por su excarcelación en el año de la misericordia? ¿Creés qué Rene Pérez y la clase artistica se sacarían selfies con su rostro en sus camisetas e irían al Congreso a pedir su excarcelación? ¿Creés qué los gremios de prensa, diariamente pedirían ese indulto? ¿Creés qué verías a Lenin, a una Yolanda Velez Arcelai, una Daisy Sánchez, Carlos Weber, y otros reporteros solicitando que lo liberaran? ¿Y qué me dices de los sindicatos, los políticos veleta, la sociedad civil? ¿Creés qué lo tratarían de heroe, o por el contrario, los epítetos lloverían sobre él? Yo te puedo garantizar, que aunque Oscar López padeciese de alguna enfermedad terminal, si llega a ser estadista, esos que hoy reclaman su excarcelación, pedirían que muriese en la carcel, preferiblemente en un calabozo, al cual ni la luz entrara. Así es la doble vara de los que tienen el poder de mover la opinión pública. ¿Qué va a hacer el movimiento estadista para cambiar estos comportamientos de estos grupos contra ellos? La bola está en su cancha.

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