Por Franklin D. López

Periodista, Escritor, Empresario y Preso Político

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“La más admirable de las virtudes del ser humano es el valor. El que tiene valor actua con seguridad, sin miedos y paz al enfrentar adversidades. Con valor se conquista todos los temores y retos. El valor nos da la fuerza para pensar diferente y abrir nuevos caminos con visión de futuro.”

En su libro “Profiles in Courage” título de mi comentario de hoy, John F. Kennedy narró las experiencias de ocho senadores que enfrentaron momentos definitorios de sus character al tomar decisiones que ponian en peligro sus propias aspiraciones y sus vidas políticas. El valor en los 8 casos narrados por Kennedy se define como “tomar decisiones basadas en principios sabiendo que puede costarle la reelección. Los 8 senadores objeto de este libro de historia son John Quincy Adams; Daniel Webster, Thomas Benton, Sam Houston, Edmund G. Ross, Lucius Lamar, George Norrisy Robert A. Taft.

En Puerto Rico pude conocer hombres y mujeres con el character y sobre todo el valor y desprendimiento que tomaron decisiones para cambiar el estado de cosas. Para no pasar por la vida sin siquiera hacer una huella. Abrieron caminos para que otros pudieran abrise nuevos horizontes y un mejor futuro. Sé que hay muchos en Puerto Rico que tienen la virtud del valor. Desde niños, mujeres, hombres, estudiantes, maestros, médicos, policías, empresarios y líderes cívicos que todos los dias muestran su valor ante los retos que enfrentan. Aquí van algunos de muchos que he conocido.

En mis años de periodista cubriendo La Fortaleza para Prensa Asociada conocí al Gobernador Roberto Sánchez Vilella. El hombre más leal que tuvo Luis Muñoz Marín cuando implantaba “Operación Manos a la Obra.” Sánchez Vilella tuvo el valor de enfrentarse al “gigante” de Muñoz Marín y a todo el Partido Popular cuando decidió aspirar de nuevo para un segundo término. Sabía que sus posibilidades de triunfar eran casi cero. Se enfrentaba a una maquinaría férrea del Senador Luis Negrón López. En mis entrevistas y conversaciones con el me expresó, “esto lo hago por algo muchos más grande que mi aspiración, la democracia en Puerto Rico y dentro del Partido Popular.” Perdió pero su acto de valor permitió la derrota del control absoluto que el Partido Popular tenía sobre el gobierno y la política pública en Puerto Rico. Estableció un sistema de dos partidos principales y aseguró procesos democráticos críticos.

El caso de Don Luis A. Ferré, un hombre renacentista, es uno elocuente y lleno de valor genuino por mejorar la democracia y sobre todo la calidad de vida de los menos afortunados. Se enfrentó con determinación y sin temores al control absolute del Senador Miguel Angel García Méndez y el Partido Republicano. Ferré sabía que Puerto Rico estaba maduro para nuevas corrientes de ideas y visiones. Sabía también que iba a ser apabulado por la maquinaria de García Méndez. Perdió una batalla pero ganó la guerra cuando decidió agarrar la bandera de la estadidad y defenderla frenta a los colonialistas, con recursos extraordinarios y la maquinaria gubernamental. Perdió su segunda batalla en el plebiscito del 1967. No se dió por vencido y fundó al Partido Nuevo Progresista que derrotó al PPD en las elecciones de 1968. Su labor en ayudar “a los más humildes primero” quedó plasmada con medidas que otorgaron el bono de Navidad a los trabajadoresl título de propiedad a los parceleros y el voto a jóvenes de 18 años. Al perder tuvo la generosidad de pasar la antorcha a una nueva generación de líderes.

Conocí a Sila Nazario en sus años de Senadora por el distrito de San Juan cuando fungia como Secretario de Prensa del Alcalde de San Juan, Carlos Romero Barceló. Era una mujer, sencilla, humilde, noble y sensible. Legisló la creación del Centro de Bellas Artes. En el 1976 se enfrentó al Dr. Hernán Padilla, apoyado por Romero Barceló y toda la maquinaria del PNP en San Juan al retirarse Baltasar Corrada para aspirar a Comisionado Residente. Frente a la presión de que Sila Nazario se retirara para evitar unas primarias perseveró. Sabia que perdería. Pero decidió seguir en sus aspiraciones para garantizar el proceso democrático de primarias dentro del PNP. Mostró de esta forma y manera su valor, principios y carácter.

En el 1967 Juan Manuel García Passalacqua fue forzado a renunciar a su cargo de ayudante principal de Sánchez Vilella como consecuencia de las luchas de poder dentro del PPD camino a las elecciones de 1968. Le invite para que participara en uno de los seminaries de liderato estudiantil que promoviamos en el Recinto de Rio Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Hicimos una amistad inmediata. Un sábado se apareció en mi oficina, cuando intentaba levantar un negocio de publicidad, y me trajo el Reglamento del Partido Demócrata de Estados Unidos que se lo habia enviado por correo el Alcalde de Miami, Maurice Ferré. Me convenció de que organizaramos un movimiento demócrata en Puerto Rico para retar al Gobernador Rafael Hernández Colón, quien controlaba su filial en la Isla. Estuvo conmigo en todos los frentes de multiples batallas sabiendo que nos enfrentabamos a un enemigo formidable. Derrotamos a Hernández Colón y a su partido; redactamos la ley de Primarias Presidenciales, garántizándole el derecho a los ciudadanos del territorio de votar por los aspirantes a la nominación presidencial de los dos partidos Nacionales y cambiamos la historia.

Las fuerzas más conservadoras dentro del PNP intentaban descarrilar mis esfuerzos de celebrar primarias presidenciales de los partidos Nacionales en Puerto Rico. Temian a que se fundaran en Puerto Rico y perdieran sus puestos. Fuí a ver a Hernán Padilla a la alcaldía de San Juan y solicitar su apoyo para que el PNP adoptara en su directorio la participación mandatoria en las primarias presidenciales.Ya Don Luis A. Ferré se habia comprometido conmigo en esto en un almuerzo que tuvimos. Hernán no titubeo. Junto a Ferré se enfrentó a los que se oponian en el directorio a la participación en las primarias presidenciales, eventos que nos acercaba más a los Estados Unidos y prevalecieron. Echo a un lado el miedo para defender los ideales de la causa de la Igualdad.

La primera vez que hablé con Pedro J. Rosselló fue en una llamada telefónica que me hizo en 1989 cuando operaba el Canal 24, el Canal de Noticias. Me preguntó cuál era mi opinion de sus aspiraciones para la gobernación. Le dije que el PNP necesitaba una cara nueva, que echara el resto y que contara con mi ayuda. Lo ayudé en las estrategias de las campañas de 1991 y 1992. Pedro tenía una vision verdaderamente progresista de buscar el bien común de los puertorriqueños. Quería re-inventar al gobierno y su función social y económica. Promovió la tarjeta de acceso a la salud de la población más necesitada; aprobó la ley para encarcelar a los narcotraficantes presos de por vida sin libertad bajo palabra. Fue traicionado por funcionarios públicos que abrazaron el camino de la corrupción. Por eso promovió y aprobó la ley para que los delitos de corrupción gubernamental no prescribieran. Se enfrentó al emporio Ferré-Rangel y a su periódico El Nuevo Dia, desenmascarando su conducta de utilizar el periódico para su agenda expansiva comercial. Se retira para hacer cumplir su compromiso de aspirar sólo a dos términos, dando ejemplo de democracia y renovación.

Finalmente, Ricardo Rosselló Nevares. Se enfrentó a la maquinaria de su partido y a sus principales líderes que estaban más interesados en la administración del territorio y sus beneficios que a la consecución de la igualdad. Perseveró. Triunfó. Y se enfrentó no sólo a las fuerzas del colonialismo y sus acólitos en la prensa y en los sectores bancarios y empresariales. Los derrotó a todos. Ahora se enfrenta a monumentales y formidables retos y en un nuevo, complicado y volátil escenario político en Puerto Rico y en Washington. El joven Rosselló pudo muy bien haberse quedado como professor en una universidad importante en Estados Unidos y vivir una vida tranquila y holgada. Optó por defender a todo un pueblo y luchar de frente ante las adversidades que le esperan en el 2017. Hay que tener… carácter para echar sus intereses personales y profesionales para tomar las riendas del barco del ‘estado libre asociado’ que se hunde en la corrupción, el malgasto, la ausencia de visión de futuro y la deuda pública.

Sé que Rossello celebrará un plebiscito de estatus cónsono con el camino trazado por el Congreso y la Casa Blanca. El mismo incluirá el Plan Tenesí que se implantará al ganar la estadidad.

Todos estos casos son ejemplos de que no podemos perder la fé en nosotros mismos. Son ejemplos de hombres y mujeres que ante ponens us intereses personales para defender el bien común. La más admirable de las virtudes del ser humano es el valor. El que tiene valor actua con seguridad y paz al enfrentar adversidades. Con valor se conquista todos los temores y retos. El valor nos da la fuerza para pensar diferente y abrir nuevos caminos con visión de futuro. Continuemos UNIDOS hacia la Igualdad!