En esta época de Navidad es difícil sentarse aquí a escribir de todo lo que nos viene encima. Son unos días de cargar baterías, compartir con la familia y amistades, pero también son unos días de reflexión.

Buscando temas para esta columna de ‘pre Navidad’, lo primero que se me vino a la mente, son los arrestos que están por venir en la segunda temporada de Anaudi. Como también los allanamientos del municipio de Toa Baja, el departamento de Recreación y Deportes. Y los otros allanamientos que de seguro vienen, como el de Fortaleza, por el programa de Verano Saludable, o un posible escenario de allanamiento, en el PPD.

Pero, honestamente, todo eso según mis fuentes ya está encaminado, así que por qué adelantarnos al negro y oscuro destino que nos depara el futuro.

No importa cuántos allanamientos, arrestos o acusaciones, nuestros retos son enormes y nada de eso va a cambiar nuestro panorama, nuestra situación actual.

Lo que sí es un hecho, tal y como lo he dicho en esta columna, es que esta administración del Partido Popular Democrático ha sido la más corrupta en la historia de Puerto Rico, no porque lo diga y analice yo, pero porque así es.

Todo eso nos va a crear más manchas en nuestra reputación y más descontento en Washington, D.C.

Por ende, la administración entrante del Partido Nuevo Progresista tendrá un reto aún mayor en lo que tiene que ver con la credibilidad del gobierno.

Va a tener que entrar con la misma disciplina que traen los tres Coroneles que están en el gabinete y demostrar que hay una nueva manera de hacer gobierno; sin robar, sin el amiguismo, sin los contratos de cientos de miles de dólares a los que apoyaron el triunfo. Total, todos y cada uno de ellos y ellas lo han hecho porque creen en la Estadidad y en el Dr. Ricardo Rosselló. Jamás se me podría ocurrir que fue por otra cosa.

Por eso cuando el gobernador electo Dr. Ricardo Rosselló diga NO SE PUEDE, pues se espera un OK del que no pudo, acompañado de una sonrisa, mucha gratitud y entendimiento.

Eso incluye a los alcaldes y exalcaldes que también lo ayudaron. Al igual que todos los senadores y representantes que han estado con él desde el principio.

Pues simple y sencillamente es tiempo de aunar esfuerzos para que Puerto Rico salga de toda esta corrupción, de todo este partidismo y podamos a la vez concentrarnos en pedir la Estadidad con el voto.

Atrás hay que dejar a todos aquellos que son estadistas de “contrato” y a todos que han vivido del ideal sin dar un tajo.

De frente hay que poner a Puerto Rico primero y salir de este atolladero que nos llevó a la quiebra.

El Partido Popular Democrático debe también unirse en el enderezamiento de Puerto Rico. Deben entender y aceptar que el ELA no existe, que esa fórmula ellos mismos la destruyeron al pedir el intervencionismo de la Junta de Supervisión Fiscal. Que es necesario que participen y se logren acuerdos en salud, educación y recuperación económica.

Eso es necesario porque no podemos seguir con el cambia cambia cada 4 años de política pública en salud, educación y economía.

Todos aquellos populares que creen en la ciudadanía americana, en el seguro social y las demás ayudas y beneficios federales deben entender que el jueguito del engaño se acabó. Pero sobre todo que vamos encaminados después de este desastre a decidir si queremos la independencia o la estadidad.

No hay de otra.

El primer gran golpe lo comenzaremos a sentir después de las navidades; a la misma vez los municipios comenzarán a dejar de cumplir aún más con sus obligaciones a tal punto que tendrán que, o botar gente, o reducir la jornada.

No hay de otra.

Todos esto irá conjugado de arrestos, allanamientos y más escándalos. Al igual que la gran mayoría de los arrestados estarán cooperando para reducir sus “penas”.

De momento nos vamos a dar cuenta de que todo lo malo no había sucedido, al contrario, lo malo comienza después de las octavitas. En todos los aspectos.

Sin embargo, todo ese ruido no puede desenfocarnos, pues es parte de la limpieza que hay que hacer para poder volver a ganar confianza en el congreso y en los mercados financieros.

No hay de otra, la limpieza política, económica, financiera y moral no hay quien nos la despinte. El resistirnos sería mortal.

Después de todo ese proceso no tengo la menor duda que mañana va a ser mejor que hoy.

¡Feliz Navidad!