Puerto Rico se encuentra en el peor momento de su historia moderna. Las piedras que nos hunden hacia el abismo socioeconómico son el estatus colonial y la falta de desarrollo económico. Nadie puede negar que la Isla se encuentra en recesión desde finales de 2005. Casi doce años de una dramática contracción que alcanza el 14 por ciento del Producto Nacional Bruto (PNB).

Puerto Rico experimentó breves momentos de mejoría durante los años 2011 y 2012. Datos de la Junta de Planificación para esos años demuestran una dramática reducción en la recesión y apuntaban a un ligero aumento en el PNB para finales de 2014. Todo cambió en enero 2013 cuando entró a la administración pública un gobierno más preocupado por mantenerse en el poder que atender, de manera responsable, las situaciones de nuestra economía.

Cuatro años de una política pública de mayor carga contributiva, centrada en la total diversificación de los escasos recursos del estado, nos han dejado en un limbo sin precedentes. El mercado laboral, zapata de cualquier economía y más aún una economía de consumo como la nuestra, se desinfló. Como dice el refrán coloquial, ‘los números no mienten’. En los pasados cuatro años hemos perdido 30 mil empleos, la fuerza laboral se ha reducido en casi 70 mil y las personas trabajando apenas llegan a 986,000. De los 47 meses que comprendieron la pasada administración, 30 de ellos tuvieron un registro de menos de un millón de puertorriqueños trabajando. Eso no había sucedido desde mediados de la década de los años sesenta.

Otro factor que heredamos y nos afecta grandemente es la histórica migración forzada por la falta de trabajo en Puerto Rico. Familias enteras se están rompiendo debido a este problema. Ante la mirada impávida de la administración pasada, unos 71,297 puertorriqueños dijeron adiós a su terruño en los primeros seis meses de 2016 solamente, según lo reflejan datos del Negociado de Estadísticas de Transporte de los Estados Unidos. El Censo de Estados Unidos publicó sus estimados anuales más recientes sobre el tamaño y composición de la población de Puerto Rico, y sus datos señalan que debido a la dramática e histórica migración, la Isla perdió a 65,000 habitantes desde el 1 de julio de 2014 al 1 de julio de 2015. La crisis es peor en nuestros jóvenes que no consiguen trabajo.

La falta de perspectivas profesionales es una de las causas de que cada día, y durante los últimos cuatro años, alrededor de 47 jóvenes puertorriqueños emigren fuera de su hogar, de su Puerto Rico, cada día, lo que se calcula que cuesta unos 3,000 millones de dólares anuales a la economía local. El talento se nos está yendo por falta de empleo. Este es el gobierno que nos dejaron, una Isla sin desarrollo económico, sin empleo y vaciándose.

El pasado mes de noviembre, nuestro pueblo decidió apretar el provincial ‘reset switch’, cambiando de rumbo.