Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés
Twitter: @SecAsuntosPR

Por muchos años he escuchado que hay estudios que reflejan que no somos competitivos por: restricciones laborales, burocracia y lentitud para otorgar permisos, el complejo y oneroso sistema contributivo, y el alto costo energético. Para esto, existen estudios del World Economic Forum, World Bank, Informe Krueger y hasta los reportes de la Junta de Supervisión Fiscal federal. El tiempo de mirar estudios sin hacer nada S-E A-CA-BÓ; llegó el momento de reconstruir a Puerto Rico.

En menos de 40 días, el Gobernador Ricardo Rosselló aprobó la reforma laboral y ha presentado ante la Legislatura la reforma de permisos. De hecho, se encuentra trabajando las otras dos reformas necesarias junto a una quinta, la reforma para la trasparencia gubernamental, que nos dará credibilidad y certeza sobre las acciones del gobierno. Da grima ver cómo personas que solo piensan desde el crisol político-partidista critican que se está trabajando rápido cuando tenemos un paciente en sala de intensivo. Parecería que prefieren que dejemos morir la maltrecha economía y que se nos vacíe más la Isla.

El sistema de permisos actual desalienta la inversión con procesos complicados con demasiada e inconexa regulación. La propuesta Rosselló establece un Sistema Unificado de Información para integrar y agilizar todos los procesos de hacer negocios en Puerto Rico en un solo portal digital que se conocerá como el “One-Stop-Doing Business”. Le daremos transparencia al sistema al tener todas las solicitudes en el mismo portal ya sean municipales o estatales.

Se establece un reglamento conjunto que utilizarán todos los municipios para reducir la burocracia y complejidades. Con esta reforma, el deseo de invertir y construir no será paralizado por la eterna e irrazonable burocracia. Estableceremos los permisos automáticos para cuando no se cambia los parámetros del distrito de calificación. Por ejemplo, ya no habrá que parar un negocio de supermercado por un mero cambio de dueño.

Iván, le digo a los que critican hoy, pero en los pasados 4 años no hicieron nada: “el tiempo de la inacción terminó”. Hay que reconstruir a Puerto Rico para que nuestras familias dejen de dividirse por mudanzas a otras jurisdicciones de los Estados Unidos.

Lcdo. Iván Rivera
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Estimado Ramón, no te acostumbres, pero hoy tengo que coincidir en algo contigo. Me refiero a la imperiosa necesidad para propender al desarrollo económico futuro del País, incluyendo una reforma sustancial en la forma de solicitud y otorgación de permisos. Uno de los grandes obstáculos que enfrentan los emprendedores puertorriqueños lo es el vía crucis que representa la obtención de permisos para operar buenas ideas de negocios. En ocasiones, los costos de tramitación y espera por dichos permisos superan por bastante la inversión inicial de arranque de pequeños negocios.

Estoy convencido que la reforma de permisos propuesta, a diferencia de la llamada reforma laboral, efectivamente va a aportar al desarrollo económico futuro. No obstante, me preocupa la lentitud con la que la mayoría legislativa de tu partido está tratando tan importante y necesaria propuesta en comparación con la que han atendido otras legislaciones en estos primeros días de administración. A lo que me refiero es que existen muchos intereses e interesados en evitar que se lleven a cabo los cambios propuestos. Ello, toda vez que son muchos los que de manera legal o ilícita engordan sus bolsillos con la ambigüedad y complejidad del sistema actual. Así que, OJO, tenemos que estar pendientes a las voces que se opongan a la propuesta y cuáles serán sus verdaderas intenciones.

Recuerdo en el proceso eleccionario fueron muchos los que aplaudieron y vieron con buenos ojos la propuesta del candidato independiente Manuel Cidre respecto a los permisos “instantáneos” que podría encontrar paralelo en la del “distrito calificación ministerial” de la reforma propuesta. La aplaudieron porque es una buena idea. No obstante, ahora la critican. Obviamente, dicha propuesta debe ir acompañada de fuertes sanciones económicas y legales, incluso con condenas de perjurio, contra aquellos que intenten defraudar el sistema mintiendo en el proceso de solicitud de ese tipo de permiso y/o en la utilización del sistema digital propuesto.

Es hora de que los actores políticos del País maduren conforme lo requieren los retos de esta coyuntura histórica. La crítica debe partir del sentido constructivo y en el ánimo de aportar en lugar de obstruir. Estaremos pendientes.