Aún con el despunte de la economía y que se vislumbre ya un ambiente que permite hacer proyecciones de que la situación actual va a mejorar considerablemente y hasta estabilizarse en los mercados financieros antes del 2021, tenemos que demostrar nuestra disponibilidad para trabajar en equipo y “remar” en la misma dirección. Esto así, aún cuando paradójicamente parezcamos navegar en contra de la corriente con el viento a nuestro favor. Manteniendo como prioridades la salud, la educación y la protección a los sectores más vulnerables, las propuestas del gobernador Rosselló Nevares van dirigidas a una recuperación fiscal cuyo principal factor no será una variable. El compromiso con una política pública adecuada, integrada y consistente con los más altos estándares de administración gubernamental serán la constante que devolverá a todos y todas la confianza que una vez se tuvo en lo que se conoce como “el gobierno de Puerto Rico”.

La implantación de cambios y estrategias para que cada departamento, agencia y corporación pública se modernice y sea más eficiente, vendrá acompañada de reformas trascendentales para el desarrollo socioeconómico de la Isla. Seremos facilitadores en el proceso de obtención de permisos, de manera que se promueva la actividad económica de manera ágil y unificada, sin afectar negativamente nuestro entorno ni riquezas naturales. La protección a nuestra fuerza laboral vendrá acompañada de nuevas oportunidades para que policías y maestros puedan determinar si desean cotizar para el Seguro Social. La reducción en las tasas contributivas, el aumento en el salario mínimo y el reenfoque de nuestro sistema educativo, bridarán mayores oportunidades a nuestra gente, de cara a un futuro en el que Puerto Rico alcanzará las metas que nos hemos establecido para volver a brillar, en igualdad de condiciones, frente a otras jurisdicciones de los Estados Unidos y del mundo. Este es nuestro momento y hacia eso nos dirigimos.