De entrada les digo que tuve la oportunidad de vivir en México, de hacer una gran cantidad de amistades en dicho país que inclusive han trascendido aquí.

También les digo que no existe forma aún inventada que Puerto Rico eche hacia delante sin inversión extranjera.

En Puerto Rico se han radicado por décadas miles de mejicanos, buscando oportunidades de empleo, mejor calidad de vida, inversión, en fin, un lugar dónde establecerse. Todos también en el proceso, y según permite la ley, buscan la ciudadanía americana. Al igual que los colombianos, chinos y otros extranjeros.

La proliferación de restaurantes de comida china en la Isla no fue porque había un excedente de cocineros chinos u orientales en sus respectivos países. Muchos de esos dueños de restaurantes de comida china han cerrado y hoy forman parte de las cifras de emigración hacia el continente norteamericano por la criminalidad y baja calidad de vida.

Pero volviendo a los mejicanos, en Puerto Rico existen muchísimas empresas mejicanas, pero en especifico hay tres que han hecho inversiones BILLONARIAS en nuestra Isla. Sí, Billonarias con B de Bruto, Burro y mal administrador.

Las tres han sido recibidas con los brazos abiertos y mucho apoyo de “boca” de los políticos en el poder, para luego cuando hay un cambio de administración caerle a patadas y cambiarle las reglas del juego.

Los intereses políticos, los cabilderos, o podríamos decir asesores de políticos, inversionistas y legisladores con sus intereses a corto plazo, siempre buscan crear la crisis para que los contraten.

Es impresionante cómo personas al día de hoy pueden ser asesores de funcionarios electos y a la misma vez cabildear por proyectos que solo el interés económico es su motivación. Son como unos “diablitos” haciendo maldades dentro del infierno sin el mismo diablo saberlo.

Una de estas empresas luego de hacer una inversión billonaria en Puerto Rico, la pasada administración enmendó una ley para que unos “amigos de” pudieran llevar un pleito de clase que destruiría miles de empleos y pondría en riesgo un sistema de retiro que hoy está muy saludable.

Otra de ellas ante la crisis quiere seguir produciendo materia prima para exportar. Lo interesante es que el costo de la luz no le permite en este momento competir a nivel mundial con sus exportaciones. Mientras, la AEE se mira la cara de lado a lado y los empleos se siguen perdiendo a diestra y siniestra.

La tercera también con inversión Billonaria es despreciada en años no electorales tanto por PNPs como por PPDs. Al igual que las dos anteriores, entró a crear empleos, mejorar servicios y a hacerse parte de nuestra Isla.

Todas emplean a miles y miles de puertorriqueños, todas tienen plan de pensiones, todas pagan salarios mejores que los del gobierno y todas invierten cientos de millones de dólares en nuestra economía anualmente.

La pregunta es… ¿por qué los políticos se la pasan atentando contra el empleador de miles de puertorriqueños? ¿Por qué se lo permitimos?

La política y los politiqueros nos han llevado a la quiebra, al desastre, a la Junta de Supervisión Fiscal. ¿Por qué tenemos que seguir permitiendo estas conductas tanto de PNPs como de PPDs?

Para que Puerto Rico se levante va a necesitar de mucho dinero, mucho capital, mucha inversión. Esa inversión principalmente va a venir del extranjero, ya sea los Estados Unidos u otros países que verán a Puerto Rico como un lugar donde establecerse y ganar dinero.

Esa inversión, ese capital, se supone que genere empleos, y ese junte se supone que genere actividad económica que al final redundará en mayores recaudos para el gobierno.
La pregunta es… ¿y por qué el gobierno por un lado les abre los brazos y por otro las destruye? ¿Por qué permite que los “diablos de asesores esos” se propaguen de administración en administración? O… ¿por qué el gobierno en ocasiones insiste en competir con ellos?

Ante la quiebra, los ajustes, los recortes, la emigración que estamos viviendo en Puerto Rico, lo único que nos queda es proteger la empresa privada. Tanto la nativa como la extranjera. Porque ambas se nutren de trabajadores puertorriqueños que representan a cientos de miles de familias en nuestra Isla.

Esta administración se apresta a otorgar cientos de millones de dólares en Alianzas Participativas Público Privadas que a la vez proveerán fondos al sistema de pensiones.

Háganlo con transparencia, háganlo como en Colombia, donde todo estaba en el Internet. Pero háganlo bien, a largo plazo, sin “diablitos por el medio”.