Recuerdo que para el año 2006 tuve la oportunidad de leer el libro “Hablando en Plata.” Su autor, Jorge Aponte, expresaba entonces que existía un reclamo para “mejorar la situación fiscal del gobierno y la administración pública en general”. Diez años más tarde, tal vez por otras administraciones haber colocado a Puerto Rico en la situación fiscal más difícil de nuestra historia moderna, nuestra gente decidió tomar acción y eligió al equipo de trabajo con un Plan para atender la situación de la Isla promoviendo una transformación seria y real en la estructura y cultura organizacional del gobierno. Lo anterior, sin caer en el “gran abismo entre lo programado y lo realizado” del que nos habla Aponte en su publicación.

En ese mismo espíritu, recientemente se formalizó un importante acuerdo colaborativo entre La Fortaleza y la Oficina de la Contralora de Puerto Rico que permite a la Oficina del Gobernador tener acceso al “Data Warehouse” que contiene los registros de contratos, puestos, nóminas y pérdidas de la Oficina del Contralor. Por primera vez en nuestra historia, la entidad encargada de diseñar, implantar y promover el cumplimiento con la política pública del Gobierno de Puerto Rico cuenta con tan esencial herramienta que facilita tanto la transparencia como la agilidad y eficiencia gubernamental en lo que respecta al control de gastos y el adecuado y oportuno manejo de la contratación de servicios en la Rama Ejecutiva.

Mediante este acuerdo, que se mantendrá vigente hasta el 30 de junio de 2020, seguimos dando pasos en la dirección correcta para continuar cumpliendo a cabalidad con la implementación de las medidas establecidas en la Ley Núm. 3-2017, conocida como la “Ley para Atender la Crisis Económica, Fiscal y Presupuestaria para Garantizar el Funcionamiento del Gobierno de Puerto Rico”. Y, como bien señalara la contralora de Puerto Rico, Yesmín Valdivieso, la información que maneja su oficina es esencial para cumplir con la misma. El análisis de los datos a los que se tendrá acceso no solamente nos permitirá monitorear la sana administración de los fondos públicos, si no que también servirá como eje del control en el uso de los mismos en el proceso de toma decisiones presupuestarias y otras consideraciones. Esto, como lo puede ser el evitar la duplicidad de esfuerzos al momento de brindar aquellos servicios que pueden ser considerados esenciales en más de una agencia o dependencia gubernamental.