De entrada les digo que la columna no es solo de Venezuela, pero también de las similitudes que existen tanto en Venezuela como en San Juan, Puerto Rico. El pasado domingo el pueblo venezolano habló y se dejó sentir. Sobre 7.2 millones de venezolanos alrededor del mundo salieron a votar bajo las condiciones más insólitas que se puedan crear.

El número de centros de votación fue altamente reducido para crear largas filas e incomodidad. Las amenazas de los “colectivos chavistas” se hicieron realidad al terminar una mujer muerta y varios heridos, en fin, el gobierno de Nicolás Maduro hizo todo lo posible por evitar que fueran a votar.

Al igual que cuando nosotros votamos el 11 de junio, el voto de los venezolanos es “no vinculante”; al igual que el 11 de junio, Nicolás Maduro y los “chavistas” decidieron “boicotear” la consulta.

Tanto Hugo Chávez como Nicolás Maduro llegaron al poder haciendo alianzas, ante un pueblo que estaba cansado de la politiquería y de que los políticos ganaran elecciones para hacerse ricos, hacerse multimillonarios.

Venezuela al igual que Puerto Rico en su momento ha sido ejemplo de desarrollo económico y de crecimiento de oportunidades para sus respectivos pueblos. Venezuela, al igual que Puerto Rico, ha sido mal administrado.

Ustedes pensarán que es irracional la comparación, pues en Venezuela hay mucho petróleo y en Puerto Rico no. Sin embargo, en Puerto Rico sí hay un petróleo llamado “fondos federales” que en Venezuela no hay.

Ese abuso, despilfarro y enriquecimiento político fue el que creó grandes disparidades en la población, que conocemos como pobreza.

Esas disparidades fueron las que llevaron a Hugo Chávez y al chavismo al poder. Ese rayo de esperanza que le prometió a su población: salud, gasolina barata, medicinas, en fin, más oportunidades para el progreso.

Los venezolanos en su mayoría lo eligieron presidente y de ahí en adelante todo cambió. Vinieron las enmiendas a la constitución y el afianzarse al poder por más años de los que le tocaban.

En el camino, para asegurar su poder, estableció varios anillos de seguridad, como los que Pablo Escobar tenía a su alrededor. Así dió comienzo a los “colectivos”. Los “colectivos” son grupos de personas en barrios o vecindarios leales al chavismo, que están formados para proteger al régimen. Estos grupos existían en Haití bajo las dictaduras de los Duvalier, en Corea del Norte, en Cuba, en fin, en dondequiera que hay regímenes opresivos.

Los que no están en apoyo al régimen se corren el riesgo de ser exterminados o encarcelados. Sus familiares también pagan por la deslealtad.

Recientemente estuve hablando con personas que transitaban por la Torre Municipal del municipio de San Juan y dentro de las conversaciones que tuve quedé en “shock”, estupefacto, con la similitud de los regímenes de terror.

Cosas como: “en los ascensores no se puede hablar porque nos están escuchando”, “nos han advertido que nos están monitoreando en las redes sociales”, “nos han ofrecido medicinas y gasolina más baratas”, “se pasan en las reuniones recordándonos que tenemos trabajo y lo que hacen por nosotros”, “que al que cojan en actos de corrupción le van a cortar la cabeza, sea quien sea”. Pero siguen allí…

Me dicen que la tensión es grande, que el temor también es grande. En específico con TEMOR de perder el empleo.

Los regímenes del terror o del miedo se nutren de eso mismo y bajo las condiciones económicas que estamos viviendo hoy en día pues, simple y sencillamente hay mucho terreno fértil para sembrar temor y terror.

Al igual que en Venezuela al principio, nadie habla de nada y la prensa por desconfianza, temor o patriotismo, a veces se hace de la vista larga…yo por mi parte sigo en SHOCK con los relatos de mis fuentes.

Regresando a Venezuela, el pueblo se desbordó el domingo en repudio a un régimen que los ha llevado mas allá de la bancarrota.Sobre 7.2 millones de venezolanos votaron y dudo que todos sean de clase media o alta. Había de todo. El pueblo simple y sencillamente no aguanta más.El régimen de las alianzas, de la lucha de los pobres, del repartimiento de las riquezas simple y sencillamente fracasó.

Los militares también han fracasado, muchos de ellos (no todos) se entregaron al narcotráfico y la corrupción. Muchos de ellos también tienen miedo. El recomponer a Venezuela va a ser bien, pero que bien difícil, principalmente por los “colectivos”.

Volver a reconstruir a Puerto Rico va a ser bien, pero que bien difícil, por los políticos y sus intereses personales, no por lo ideológico que mencionó Héctor Ferrer ayer.