Hablemos de corrupción y los federales

Hablemos de corrupción y los federales

• Lcdo. Iván Rivera>Facebook/com/DiscusionPuertoRico | Lcdo. Ramón Rosario Cortés>@RosarioCortes51
• 01/07/2019
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Lcdo. Iván Rivera

Ramón, uno de los retos mayores que desde el saque enfrentaba el gobernador Rosselló lo era el tema de la corrupción. Desde los primeros debates, ese era el cuestionamiento constante. La ola de arrestos en la época de su señor padre hacía obligatorio el tema en cualquier estrategia de campaña. Las noticias de la semana pasada le incrementan la carga. Ya no le bastará con decir “que no se tolera la corrupción” y es necesario que tome acciones afirmativas para combatir y reducir los elementos en la que se fundamenta dicho mal.

En el fin de semana leía una expresión en la que se mostraba sorpresa porque la gente en este país se escandaliza con las llamadas “malas palabras”, pero no con la corrupción. Un par de columnas atrás te indicaba que “cuando la verdad es ofensiva solemos ocultarla con la mentira”. Aquí va la verdad. No se muestra tanta indignación contra la corrupción porque la mayoría, en cierto o menor grado, es corrupta.

La mentira, “que los buenos somos más”. Es corrupto el funcionario público que malversa, soborna o acepta sobornos. Es corrupto también el que está parado al lado del ponchador quince minutos antes de la hora de su salida. También el que se esconde de su supervisor para que no le pongan tareas. De igual manera, el que miente para obtener un “voucher” de Sección 8, el comerciante que cobra el IVU sin remitirlo al Estado y hasta el que se cuela en la fila.

En ese aspecto, es fácil para “los federales” y para cualquiera manifestar que hay corrupción y que vendrán arrestos. Eso es tan así como que el sol saldrá mañana por la mañana. El problema con esa expresión es cuando viene cargada de esa arrogancia que de ordinario refleja el que se siente superior. Algo así como “ustedes las tribus colonizadas serían salvajes sino fuera por nosotros”. Eso explica el activismo de esas entidades federales en los medios de prensa. En otras jurisdicciones, investigan, arrestan y encausan para luego hacer el alarde de fuerza. Aquí avisan las investigaciones. Cosas de la colonia.

Lcdo. Ramón Rosario Cortés

Iván, el tema de la corrupción debe ser la preocupación principal de cualquier dirigente gubernamental que aspira a tener éxito en su gestión. La corrupción ha manchado otras administraciones y es el tema que más molesta al pueblo. No es para menos; se trata del mal manejo del gobierno que creamos en nuestro contrato social y un robo a nuestro bolsillo.

En el sector privado o en el público, en que se manejan fondos, habrá siempre quien intente aprovecharse y cometer un acto de corrupción. La clave está en cómo los manejamos. En la pasada administración, se acusaba a nivel federal y se ventilaban testimonios sobre actos de corrupción de jefes de agencias y legisladores, y nadie aseguraba que estos dejaran el servicio público mientras se ventilaban estos actos repudiables. Recordemos los ejemplos de Perelló, Maritere González, Ramón Orta, Sally López, Luis Castro, entre otros.

Nadie puede decir que Ricardo Rosselló no ha actuado contra la corrupción. Lo ha hecho al punto de recibir renuncias de funcionarios ejemplares como su exsecretario de la Gobernación, William Villafañe, con tal de no permitir la apariencia de conflicto o la falta de transparencia. De igual forma, lo ha sido contra otros funcionarios de su propio partido al ordenar su investigación y procesamiento, como Héctor Oneill, Ramón Luis Rodríguez, Samuel Pagán, Miguel Encarnación, Rafael Ramos, entre otros.

De igual forma, Rosselló implementó un acuerdo con las autoridades federales para casos de corrupción, creó el Código Anti-Corrupción con la obligación de restituir al erario el triple de la cantidad monetaria en un esquema de corrupción gubernamental, prohíbe la probatoria en casos de delitos contra fondos públicos y aumentó a 15 años la pena de apropiación ilegal contra los fondos públicos. Esta última pena había sido reducida a 8 años por la pasada administración.

Iván, al final del día, se trata de contrastes y nadie puede decir que Ricardo Rosselló no ha sido implacable contra la corrupción. Siempre ha puesto la pulcritud del gobierno sobre cualquier derecho individual. El que tenga alguna acusación o denuncia, que vaya a los foros pertinentes. Punto.