Movimiento Revolución Estadista – El ChinaVirus

Movimiento Revolución Estadista

Por Rodolfo Gautier Portuondo

China mintió y gente murió: Este es el virus chino y el régimen chino es el responsable:

A medida que la pandemia del coronavirus COVID-19 continúa en paso mortal por todo el mundo, los medios de comunicación y las organizaciones internacionales que desean preservar su relación con China están dejando de lado algunos hechos cruciales. Como resultado, la narrativa de este desastre global ha cambiado dramáticamente bajo la dirección del régimen comunista chino del presidente Xi Jinping. Por lo tanto, volvamos a centrarnos en algunos hechos clave que muestran que no es para nada racista llamarlo como lo que es: el virus chino.

La pandemia comenzó en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei, en China. Además, el virus no se originó del mercado de animales salvajes de Wuhan. Más bien, yo preferiría llamarlo el “virus del Partido Comunista China” ya que probablemente el virus provino del único y exclusivo Laboratorio Nacional de Bioseguridad de China, la única instalación de Nivel 4 en China que maneja los coronavirus. ¿Y dónde está ubicado ese laboratorio? Sí, en la ciudad de Wuhan.

¿Cómo sabemos que el brote vino de ese laboratorio? El presidente de China Xi Jinping lo dijo él mismo.

En una reunión en Beijing en febrero, habló sobre la necesidad de establecer un sistema nacional para contener el coronavirus con el fin de prevenir futuras epidemias y limitar los riesgos de bioseguridad, “para proteger la salud de las personas”, palabras del propio Xi Jinping.

Si el brote provenía del mercado de animales salvajes, ¿por qué Xi Jinping mencionaría la seguridad del laboratorio? La única razón podría ser que el laboratorio de Wuhan fuera la fuente del brote. Además, la general Chen Wei, principal experta en bioguerra de China en el Ejército Popular de Liberación, fue enviada a Wuhan en enero. El trabajo de la general Chen era contener el brote y como el mundo ahora sabe, ella falló.

Además, los brotes de coronavirus no son nada nuevo en China. Se tiene conocimiento de al menos dos filtraciones de coronavirus desde el año 2002. ¿Acaso ya se les olvidó el brote del coronavirus del SARS que empezó en la ciudad china de Foshan y que también se propagó por el mundo? Sin embargo, sabemos que el patógeno contagioso de China es una nueva forma de coronavirus, por lo que algunos se refirieron a él utilizando la etiqueta de “novel coronavirus” en las primeras semanas del brote. Pero otros, incluidos casi todos los principales medios de comunicación americanos, se refirieron al virus como el “virus de Wuhan” porque provenía de la ciudad de Wuhan.

Ahora hablemos de la culpabilidad del Partido Comunista de China. El partido controla las fuerzas militares de China, también autoriza el estudio y la producción de todas las armas biológicas. Por lo tanto, el partido tiene toda la responsabilidad del nuevo coronavirus que de alguna manera escapó de los protocolos de laboratorio a los que el propio presidente Xi Jinping se refirió anteriormente. El partido también dirigió la respuesta del país, o su no respuesta, al brote. Las mentiras, el engaño, las negaciones, la decisión de permitir que las personas infectadas viajaran, son responsabilidad del partido. El gobierno chino tenía conocimiento de la existencia del COVID-19 desde octubre o noviembre pasado y no fue hasta finales de diciembre que lo informaron al mundo cuando ya se había desatado el brote en Wuhan.

El politburo del partido controla todas las instituciones del gobierno chino y el presidente vitalicio Xi Jinping controla el politburo. De hecho, Xi Jinping toma las decisiones finales sobre casi todo. El partido es directamente responsable de esta pandemia global. Nadie más. Dependiendo de la fuente de información, los primeros casos fueron en octubre, noviembre o diciembre de 2019. La fuente del South China Morning Post es un informe del gobierno chino que presenta el primer caso el 17 de noviembre de 2019.

Para el 15 de diciembre, había 27 casos. Para el 20 de diciembre, había 60 casos. El 27 de diciembre, los médicos informaron a las autoridades sanitarias de Wuhan sobre la propagación rápida de un nuevo virus. Con una ciudad de 11 millones de personas para infectar, la enfermedad se propagó rápidamente. Para el 1 de enero de 2020, había 381 casos confirmados. Pero el régimen chino y las autoridades locales en Wuhan todavía insistieron en que no había transmisión humana de la enfermedad, a pesar de que el número de casos se había duplicado en 2 días. El 25 de enero, las autoridades de China permitieron que millones de personas salieran de Wuhan para la celebración del Año Nuevo Lunar de 40 días, el mayor movimiento de personas en el planeta. Cientos de millones más viajarían por todo el país y algunos al resto del mundo, llevando un virus mortal con ellos, infectando a personas, ciudades y naciones donde quiera que fueran. El régimen chino lo sabía de antemano y no hizo nada para detenerlo y no advirtieron a nadie.

A lo largo de enero y febrero, las autoridades cubrieron más casos y más muertes. Cuando los médicos y el personal de salud intentaron advertir de que los pacientes estaban enfermos y muriendo por un nuevo tipo de coronavirus, fueron arrestados y luego obligados a firmar confesiones de que estaban mintiendo. Finalmente, el mundo se enteró. Durante más de un mes, Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrecieron enviar expertos que estarían allí dentro de las 24 horas. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos esperaba ir, pero China se negó y todo el mundo se pregunta el por qué de esa negación.

China se negó por una sola razón: los expertos del CDC americano reconocen a un agente de guerra biológica cuando lo ven. En cambio, China solo invitó a la OMS, la cual está fuertemente politizada. Su principal contribución fue elogiar el liderazgo de China y cambiar el nombre de la enfermedad del virus de Wuhan a COVID-19 como una forma de encubrir a los líderes del Partido Comunista de China de la culpa. Fue una mentira de omisión y complicidad en ese entonces y lo sigue siendo ahora.

Si Donald Trump es racista por insistir en culpar a China de la pandemia y, más específicamente a los líderes del Partido Comunista de China, entonces también lo son millones de chinos que también culpan al partido. Eso incluiría a los editores de The Epoch Times, que, hasta donde yo sé, todavía siguen siendo chinos. Como señala un informe reciente, si China hubiera actuado solo 3 semanas antes, el 95% de la propagación de la enfermedad podría haberse contenido. Pero eso no sucedió. El mundo está peor hoy y seguirá siéndolo debido al Partido Comunista de China. En efecto, el partido firmó las sentencias de muerte para miles y miles de personas pero ya ellos tienen experiencia asesinando personas, si no me creen solo lean un poco de historia que no les vendría mal.

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