Popular y estadista – Por Mario Ramos Méndez

OPINIÓN

Popular y estadista

• Mario Ramos Méndez, Historiador 14/06/2022 Comments

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La ciudadanía de los Estados Unidos debe verse como fuente de derechos para que el puertorriqueño se afirme como individuo, y afirme su puertorriqueñidad.—Rafael Hernández Colón

En un encuentro fortuito con José Luis Dalmau, le pregunté cuántos estadistas podía haber dentro del Partido Popular: “Un 30 %, más o menos”, me dijo. Luego, sin que yo le preguntara, soltó una granada de guerra que en los sueños más descabellados nadie se lo hubiera imaginado: “Si nosotros nos lo proponemos, traemos la estadidad antes que el PNP.”

Desde hace un tiempo hay un resurgir silvestre dentro del Partido Popular que parece una actualización del pensamiento de Luis Muñoz Marín, que estableció como valores fundamentales del pueblo la ciudadanía americana y la unión permanente de Puerto Rico con los Estados Unidos. Esto, a su vez, incluye la búsqueda de paridad en programas federales de justicia social, como lo es el PAN, las becas Pell, WIC y los fondos para vivienda y salud.

La misma Constitución del Estado Libre Asociado, de hechura iniciada por el liderato del Partido Popular de la época y que los estadistas miembros de la Convención Constituyente votaron a favor, reza en su Preámbulo, “Que consideramos factores determinantes en nuestra vida la ciudadanía de los Estados Unidos de América”. Es a esa misma ciudadanía americana que, el de 25 julio de 1956, Luis Muñoz Marín le dedicó su discurso en el cuarto aniversario de la adopción de nuestra carta magna.

Valores políticos para el pueblo como el Tribunal Federal en Puerto Rico -garante de derechos para los puertorriqueños ciudadanos americanos, donde a mediados de los ochenta se reconoció la no culpabilidad de Filiberto Ojeda Ríos-, las agencias de ley y orden del gobierno de los Estados Unidos, la contribución a la defensa de la nación y la participación en las primarias presidenciales son elementos históricamente defendidos por el Partido Popular.

Líderes como Eduardo Bhatia, Roberto Prats, Ángel Matos, Tatito Hernández, José Luis Dalmau y José Cruz, de Gurabo, a mi juicio, se encuentran ideológicamente en un punto intermedio entre el Estado Libre Asociado y la estadidad. De igual manera, el alcalde de Juncos, Papo Alejandro, que respalda el voto presidencial, y cuando le dijeron que eso era imposible se reafirmó en seguir luchando hasta que se logre.

A esto hay que sumarles un grupo de analistas políticos serios afiliados al Partido Popular como Armando Valdés, Ángel Rosa, Rony Jarabo, Jorge Colberg y Ferdinand Mercado, que tienen un razonamiento discursivo en nada oponible ni incompatible con la estadidad. Todos ellos profesan el Estado Libre Asociado como primera opción, pero no como la única. La entrelínea de su discurso puede interpretarse que la estadidad siempre será una alternativa a mediano plazo, y la única en un referéndum con la independencia.

Esto comienza desde que a principios de cuatrienio José Luis Dalmau exclamó a los cuatro vientos, “¡Qué bueno es el Estado Libre Asociado!” Frase que se convirtió en un grito de guerra y de inmediato comenzaron a salir creyentes en esta alternativa que por años estuvieron intimidados porque el pequeño sector de la Libre Asociación, que con su ruido logró imponer su discurso ideológico dentro del Partido Popular, dominó la agenda.

Sin embargo, el remezón telúrico se dio cuando Tatito Hernández tildó al Partido Independentista Puertorriqueño y al Movimiento Victoria Ciudadana de “junte demoniaco.” Una frase llamativa que será repetida y podría crearles problemas a los independentistas de cara a las próximas elecciones, y que al tener eco dentro del Partido Popular nos revela la fuerte corriente histórica anti-independencia que yace en ese partido desde que en la década del cuarenta Luis Muñoz Marín manifestó que era incompatible ser independentista y popular.

El discurso ideológico del actual liderato del Partido Popular, cuyos orígenes se remontan a la filosofía de Luis Muñoz Marín, está elaborado con palabras cuidadosamente escogidas. No es el típico discurso anti-estadista de la década de los noventa que se mantuvo por espacio de veinte años, pues saben que, a pesar del PNP, miles de populares votaron por la estadidad en el pasado referéndum.

El discurso arcaico de la década del noventa de atacar únicamente la estadidad podría ser cosa del pasado. El Partido Popular busca remozar la imagen del Estado Libre Asociado enfatizando los beneficios que tienen los puertorriqueños. Quieren presentar propuestas y superar la era de los conceptos. Esto les podría beneficiar por estar dirigido a la persona, y quien sabe si obligaría a sus adversarios a rearticular sus discursos y ser menos ideológicos, menos conceptuales, pero más pragmáticos.