Faena ideológica contra LUMA. Por Dr. José M. Saldaña

10 de octubre 2022

Faena ideológica contra LUMA.

La empresa LUMA Energy, encargada solamente del sistema de distribución de energía eléctrica de Puerto Rico, aseguró en horas de la noche del jueves, 6 de octubre, que luego de que el huracán Fiona azotara a Puerto Rico -el 19 de septiembre- el 97 % de los abonados ya tenían servicio eléctrico. La empresa indicó que ya había energizado a sobre 1.41M de clientes.

Según datos ofrecidos por la empresa, las regiones de San Juan y Bayamón ya cuentan con el 100 % de los abonados energizados. Mientras que en Caguas un 99% y en Arecibo un 98 %.

Las regiones de Ponce y Mayagüez continúan siendo las menos energizadas, con un 94% y un 85%, respectivamente.

Pero a pesar de esos comunicados y resultados positivos, los mismos grupos de siempre socialistas, comunistas antiamericanos a tres semanas del paso del huracán Fiona reclaman la cancelación del contrato de LUMA protestando frente al edificio de LUMA Energy en la avenida Ponce de León en Santurce.

No hay dudas de que LUMA no es perfecta y que ha cometido errores, más bien de comunicación, pero hay que tener en cuenta que hace escasamente 15 meses tomó por contrato parte -el área de transmisión- de un sistema de energía eléctrica arcaico, parcialmente destruido e inservible por falta de seis décadas de mantenimiento por parte de la AEE y luego de haber sido destrozado por el Huracán María fue restaurado de manera provisional -pegado con saliva- para funcionar provisionalmente.

Desde hace tiempo vengo señalando que existe una campaña en contra de LUMA que tiene un origen y fin ideológico. Toda esta faena en contra de LUMA -para terminar el contrato con esta y que se vaya-es parte importante de una bien pensada y ejecutada estrategia de los grupos socialistas y comunistas que mediante la filosofía de Antonio Gramsci van tomando control de las organizaciones sociales y culturales para implantar poco a poco el comunismo. En este caso los grupos socialistas, comunistas que han tomado control del liderato de la UTIER y  se oponen a la privatización del sistema eléctrico recurren al sabotaje y a desacreditar a LUMA con la ayuda de sectores separatistas antiamericanos y socialistas de la prensa para que esta renuncie al actual contrato y se vaya. El objetivo es tomar la UTIER nuevamente el control de la AEE y volver a las viejas prácticas que por seis décadas han causado que el sistema de energía eléctrica se encuentre en el actual estado de deterioro en que lo ha heredado LUMA. Eso no lo podemos tolerar.

La representante comunista, antiamericana Mariana Nogales Mollineli asistió a la protesta de Santurce y mencionó que no confía en los datos que ofrece LUMA, “que esos datos son falsos y que han estado jugando con los números”.

“Han dicho que tienen 670 brigadas, de dos mil a tres mil empleados, pero todo eso es falso. No nos han dado los listados ni la información a la legislatura, así que esas son especulaciones. Están tratando de calmar a la gente dando números falsos”, indicó la legisladora.

En un arrebato de odio por la privatización la Nogales añadió que en un momento dado el contrato se va a cancelar y “esa gente se va a ir del país”.

A pesar de que estos grupetes protesten, sigue en marcha- como tiene que ser- el proceso para privatizar el sector de generación de electricidad actualmente en manos de la AEE.

Aunque no ofreció mayores detalles, el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica, Josué Colón, indicó que el proceso para establecer una alianza público privada para la generación de energía en Puerto Rico continúa su curso.

La Autoridad para las Alianzas Público Privadas realizará los anuncios correspondientes”, sostuvo el ingeniero quien destacó la confidencialidad de los trámites.

Sobre su rol en una AEE privatizada, Colón dijo que eso dependerá de la confianza que hacia su persona deposite el gobernador y la junta de gobierno de la corporación pública.

Si algo no puede hacer el actual gobierno es ceder ante esta estrategia Gramsciana comunista y rescindir el contrato a LUMA. De hacerlo pone en juego los $9,500 millones que el Congreso ha asignado para la reconstrucción por empresas privadas del sistema eléctrico, pero además les entrega a esos grupos la prerrogativa de gobernar y decidir lo que se hace en Puerto Rico.

LUMA tiene que mejorar, pero ese no es el objetivo de la estrategia de esos grupetes.