La democracia nacional y Puerto Rico en peligro

José Manuel Saldaña

PUERTO RICO STATEHOOD PROJECT NOV 8

SAVE

Los resultados de algunos sondeos locales -obviamente no científicos- que escuchamos por la radio y en la prensa escrita me llevan a concluir que la mayoría de nuestros conciudadanos no saben aspectos fundamentales sobre el Puerto Rico en que nos ha tocado vivir y lo que es peor no les preocupa nada excepto en lo que respecta a sus necesidades inmediatas. Desconocen que somos un territorio no incorporado bajo los poderes plenarios del Congreso de los EE. UU. (que el congreso puede hacer lo que quiera con el territorio) y que vivimos en un sistema de democracia liberal. A estos efectos se hace necesario mediante todos los medios a nuestro alcance dejarles saber a estos conciudadanos lo que desconocen.

La democracia liberal es una forma de gobierno representativo de un Estado reglamentado por una constitución que protege los derechos fundamentales, las libertades individuales y colectivas estableciendo  restricciones tanto a los dirigentes electos como a la ejecución de las voluntades de una determinada mayoría social. Los derechos fundamentales y las libertades garantizados por dicha constitución incluyen los siguientes:  derecho  a la intimidad, derecho a la propiedad privada, a la igualdad ante la ley, a un debido proceso legal, a  la libertad de expresión, asociación y culto. Las democracias liberales se suelen caracterizar por la tolerancia y el pluralismo político.

Frente a este sistema en nuestro mundo occidental está la opción del comunismo socialista con la intención utópica de distribuir la riqueza en forma igualitaria entre la población. Para esto ese sistema requiere la pérdida de las libertades y la imposición de una dictadura con todos los horrores que esta ha conllevado a lo largo de la historia. Lo que realmente ha resultado en todos los casos en que se ha implantado el comunismo /socialismo en nuestro entorno es la distribución de la pobreza. Ahí están los ejemplos de Venezuela, Cuba, Nicaragua etcétera donde impera el hambre y la emigración.

Se alega que el sistema de Democracia liberal no es perfecto, en un mensaje en la Cámara de los Comunes en 1947 Winston Churchill señaló: “Muchas formas de gobierno han sido probadas en este mundo de pecados y vicisitudes. Nadie pretende que la democracia es perfecta y totalmente sabia. Verdaderamente se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno excepto por todas las demás formas tratadas y existentes “

La democracia tiene sus defectos algunos de los cuales los hemos vivido. La elección de políticos populistas irresponsables y corruptos que ofrecen en sus campañas electorales soluciones utópicas costosas e irrealizables a expensas de endeudar al pueblo hasta llevarlo a la quiebra. Hemos visto como también se ha utilizado el sistema democrático para elegir gobiernos que luego se tornan en dictaduras para implantar regímenes socialistas comunistas.

Tenemos que recordar que el estatus de gobierno democrático ha sido un experimento instituido hace más de 200 años pero que funcionalmente, realmente ha operado desde la década de los años 60 en que se le concedió el derecho al voto a las minorías negras.

Una encuesta AP-NORC  a 1,121 adultos realizada del 6 al 10 de octubre con una muestra  representativa de la población estadounidense con un margen de error de más o menos 3.8 % que fuera difundida hace dos semanas revela el pesimismo que sienten muchos estadounidenses sobre el estado de la democracia y cómo se eligen sus representantes, casi dos años después de una elección presidencial que dio lugar a denuncias falsas de fraude generalizado y a un violento asalto al Capitolio, la cede del Congreso.

Los resultados de la encuesta revelaron que:

Apenas el 9% piensa que la democracia está funcionando “extremadamente bien” o “muy bien”, mientras que el 52% dice que no está funcionando bien.

El 68% de los republicanos dicen que no está funcionando bien, comparado con el 32% hace dos años. Por el contrario, la proporción de demócratas que ven mal el estado de la democracia cayó de 63% hace dos años a 40% en la actualidad.

Después de cada elección presidencial, los miembros del partido perdedor suelen caer en la desilusión. El efecto de 2020 ha sido más profundo, alimentado por las mentiras del entonces presidente Donald Trump y sus aliados de que los demócratas se robaron la elección.

No hay pruebas de fraude generalizado ni de manipulación de las máquinas de votación. Todas las investigaciones exhaustivas llevadas a cabo en estados cruciales ratificaron el triunfo del demócrata Joe Biden y todos los jueces – incluso los designados por Trump- desestimaron las numerosas demandas contra los resultados. El propio secretario de Justicia de Trump, William Barr, declaró que las denuncias eran falsas. Aún asi la encuesta reveló que el 58 % de los republicanos creen que la elección de Biden no fue legítima. En julio de 2021 era de 66%.

Apenas 25% de los adultos estadounidenses – republicanos y demócratas- expresan optimismo acerca de la manera de elegir a los gobernantes, mientras que 43% expresan pesimismo. El 31% no expresa estado de ánimo.

El 47% de los encuestados dicen tener “gran” o “bastante” confianza en que habrá un recuento preciso de los votos en las elecciones de mitad de mandato presidencial que acaban de transcurrir. Los más confiados son los demócratas, el 74% de los cuales expresa alta confianza. Del lado republicano los resultados son mixtos: 25% expresa alta confianza, 30% confianza moderada y 45% poca o nula confianza.

Según la encuesta “la erosión de la confianza sigue a dos años de mentiras de Trump y sus aliados acerca de la elección presidencial de 2020 y la difusión de teorías conspirativas sobre las máquinas de votación.

Las historias de boletas enviadas por correo que alteran misteriosamente los totales han sido una fuente persistente de desinformación. Los resultados anunciados al finalizar la jornada electoral son extraoficiales y frecuentemente incompletos. Es normal que el recuento continúe durante días, a medida que se cuentan los sufragios que llegan por correo y se suman al total.

En 2020, la pandemia de COVID-19 provocó un gran aumento de la votación por correo, ya que los votantes optaban por evitar los sitios con gente. Una gran cantidad de esas boletas demoraron los resultados, a medida que las oficinas electorales seguían los pasos para verificarlas y garantizar que el total coincidiera con el de votantes registrados.”

A mi juicio la población de los Estados Unidos se encuentra peligrosa y hostilmente dividida sobre prácticamente todos los asuntos fundamentales. Tan es asi que el pasado 6 de enero estuvo muy cerca de desatarse un golpe de Estado y una guerra civil.

Hoy martes hay elecciones de medio término en los Estados Unidos – de las cuales nosotros no participamos por ser un territorio no incorporado- para elegir algunos legisladores y gobernadores.

Si el Trumpismo, se impusiera en las elecciones en Cámara y Senado -fíjense bien que no digo el Partido Republicano Nacional pues ese no es hoy el ilustre partido de Lincoln, de Dwight Eisenhower, de Ronald Reagan y George  Bush (favorecedor de la estadidad para Puerto Rico) y Bush hijo ya que la gran mayoría de sus líderes están bajo la influencia, órdenes, deseos y caprichos de este personaje repulsivo, sociópata , embustero patológico Donald Trump-  pues bien, si a fin de cuentas el Trumpismo resultara ganador en las elecciones de hoy  martes se habrían puesto en peligro para los demócratas y Joe Biden, las elecciones de noviembre del 2024, Trump sería el candidato republicano a la presidencia y se habría puesto en gran riesgo y peligro el sistema de la democracia liberal de la nación.

De todo esto ocurrir, Puerto Rico puede olvidarse de la estadidad por buen tiempo. Trump no permitiría una consideración de esa posibilidad aún ganando la estadidad contundentemente en un plebiscito. Se arriesgaría también que las ayudas que están en proceso para la isla puedan ser reducidas o retrasadas.

Veremos…