RAZONES POR LAS QUE OLLANTA HUMALA PODRIA VENCER EN PERÚ

Alrededor de 11 años atrás comenzó a recorrer en Latinoamérica una propuesta política que paso a paso se ha asentado en centros de poder a través del Continente. Esta propuesta bajo el rimbombante nombre de Socialismo del Siglo XXI le ha servido al presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, de fortalecer una alianza política panamericana que tiene como cabecera de playa a Cuba, pasa por Nicaragua y Guatemala; sigue por Ecuador, salta a Bolivia, brinca a Uruguay y repercute en la Argentina, países todos beneficiados por grandes cantidades de dólares provenientes de la factura petrolera que maneja Venezuela.

Perú

Pues ahora está a punto de caer en las redes del chavismo otra nación latinoamericana: Perú, el cual durante los últimos 6 años ha sido ejemplo de progreso económico en la región con crecimientos del Producto Interno Bruto de un 7% y alabada por las principales casas crediticias del mundo.

A pesar de todos estos índices positivos, el nacionalista/socialista, ex militar con dos intentos de golpe sobre sus espaldas y anti “establishment”, el comandante Ollanta Humala se perfila como el próximo presidente de este país.

¿Qué nos motiva a hacer un pronóstico tan severo cuando Ollanta Humala produce temor y escalofríos en varios centros de pensamiento democrático a lo largo y ancho de América Latina por su estrecha relación con el presidente venezolano, a pesar de negar su vínculo con él?

Pero si Humala genera miedo entre electores y observadores dentro y fuera de Perú, muchos otros acudirán de nuevo a las urnas el próximo 5 de junio siguiendo un sentimiento aún más poderoso que el propio miedo: la rabia.

Rabia por sentirse marginados en un sociedad donde aún existen castas de razas; rabia por sentirse defraudados por promesas vanas por décadas de políticos neoliberales que instituyeron la corrupción; rabia porque en las cifras macroeconómicas no se refleja el verdadero rostro del 34,8% de los peruano que viven bajo el nivel de pobreza.

Pero al momento de definiciones políticas ese 34,8% de pobres se traducen en votos seducidos por las promesas de Humala, no solo de proveer bienestar económico sino también de tomar venganza de una clase que ha oprimido por muchos años a una gran parte de los peruanos. No es casualidad que precisamente ese fue el mismo porcentaje que obtuvo Humala en la primera vuelta de las votaciones.

Está por verse cómo piensa el otro 22% de votantes indecisos que según las encuestas no se sienten muy cómodos en otorgarle el voto a Keiko Fujimori ya que la asocian con los crímenes cometidos contra muchos ciudadanos peruanos durante la presidencia de su padre, el hoy preso Alberto Fujimori. Temen que al llegar ella al palacio presidencial en Lima firme un indulto beneficiando a su progenitor.

Los resultados de las elecciones revelan el profundo malestar de la sociedad peruana. En particular, la insatisfacción de los desamparados con un modelo económico que se muestra generoso con los que tienen más y avaro con los humildes.

Pero la historia expansiva del Socialismo del Siglo XXI no acaba en Perú; se proyecta hacia el Norte a uno de los países más vitales de la política exterior de Washington, en su principal socio comercial en el continente, México.

En julio del próximo año se realizarán elecciones presidenciales en la nación azteca, donde una gran parte de la población declara su insatisfacción ante el manejo neoliberal del actual mandatario Felipe Calderón, pero principalmente por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (NAFTA por sus siglas en inglés).

Desde que se firmó el NAFTA, se han perdido 1.3 millones de empleos agrícolas en México. Mientras, EE.UU sigue enriqueciéndose mediante la exportación de productos baratos subvencionados como el maíz.

Por lo cual la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, con posibilidades de repetir la candidatura a la presidencia del Partido Revolucionario Democrático, se muestra muy apetecible entre millones de votantes mexicano. (Informes no corroborados oficialmente dicen que Chávez financió su campaña del 2006) Hay que recordar que Calderón ganó la presidencia por un muy estrecho de margen de votos sobre los de López Obrador.

Luego de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos debido a su trauma quedó obsesionado con el Medio Oriente, pero su desatención de su “patio trasero” ha permitido el avance en la región de fórmulas políticas adversas a Washington. De ganar Ollanta Humala en Perú y posteriormente López Obrador en las elecciones del 2012 se consolidaría el sueño seudo bolivariano de Chávez, tocar las propias puertas del imperio y si se toma en consideración los 40 millones de hispanos que viven al norte del Río Grande se puede hablar de una Quinta Columna.

Hector Hereter