Plumitas Liberales

Plumitas Liberales

Por:  Arturo J. Guzmán, Analista

Para los que no lo recuerdan, Rafael Hernández Colón acuñó el término “plumitas liberales” tratando de restarle seriedad al ala ultra-liberal del PPD. Contradictoriamente después de haber sido el responsable de propulsar la libre asociación, RHC tuvo que recular y negar a los que respaldaban su misma ideología debido al daño político-electoral que había sufrido su colectividad por revelar que querían culminar el status de la isla como una “república asociada”.

Ese grupo ultra-liberal que siempre ha militado en el PPD ha existido bajo diversas denominaciones y desde hace unos años se hacen llamar “soberanistas” pero no permitan que les engañen con semántica confusa pues la soberanía no es más que un requisito de la independencia.

En términos sencillos, la soberanía para un ente geopolítico es equivalente a alcanzar la mayoría de edad para un individuo. Desde la conquista, la soberanía de Puerto Rico ha residido en los poderes metropolitanos, primero España y posteriormente los Estados Unidos que designó al congreso para ejercerla como resultado de la anexión del territorio a la nación en 1898.

La soberanía es una condición inherente a la independencia. No se puede ser una nación independiente sin ser soberana o viceversa y, como la mayoría de edad, es irreversible. Una nación no puede subordinar su soberanía a otra nación soberana a menos de que se integre como parte de ella, y es por eso que los llamados pactos de libre asociación no pueden ser ni permanentes ni inalterables sin el consentimiento mutuo ya que esas estipulaciones subordinarían la soberanía de una nación a la de la otra.

Desde que los Estados Unidos por su interés nacional fomentó la percepción falsa de que Puerto Rico había trascendido su condición colonial con la creación de “Muñoz en el país de las maravillas” (también conocido como Estado Libre Asociado), el PPD explotando la ignorancia, el fanatismo ciego y la mentira ha insistido en el absurdo e inconstitucional concepto de la “soberanía compartida”.

La soberanía se define como “el derecho del estado para ejercer libremente sus poderes” lo cual evidencia el disparate de que pueda ser condicionada o compartida.

Sin embargo ante la comprobada imposibilidad de desarrollar jurídica o políticamente la relación colonial actual, y el reconocimiento secreto pero pragmático por parte del liderato del PPD aceptando implícitamente que no existen otras opciones de status para Puerto Rico que la independencia (con o sin libre asociación) o la estadidad, la vertiente soberanista-independentista popular se ha ido fortaleciendo hasta el punto de prevalecer con sus candidatos en las primarias del pasado domingo.

El problema tradicional del PPD ha sido que “del dicho al hecho va un gran trecho” y aunque cacarean incesantemente su ideología “soberanista”, publican tratados, plataformas y tesis, nunca han tenido la honestidad ni la valentía para respaldar abiertamente su idiosincrasia. Cuando llega la hora de la verdad,  el olor a freno quemado permea hasta el extremo de permitirle al pueblo discernir la retórica de la realidad.

Este próximo noviembre “las plumitas liberales” tendrán su mejor oportunidad de demostrarnos sus convicciones apoyando y votando por el “Estado Libre Asociado Soberano” cuya definición la redactaron ellos mismos como la plataforma ideológica de su partido. Si no se atreven nos probarán, como sus antecesores, que son “buche y pluma na más”.