Bandera Estados Unidos

No solo es patria la tierra donde se nace, nuestras libertades y derechos son patria también.

-José Celso Barbosa

Lo que nunca me hubiera imaginado ocurrió. Un amigo que en su juventud fue miembro de un grupo que apoyaba la libre asociación en los noventa y que fue asambleísta municipal por el Partido Popular en su pueblo de Vega Baja, ahora cree en la estadidad. Por razonamientos propios, y no por el rancio discurso del PNP, llegó a esa concusión al ver los vacíos e incertidumbres que tienen l

as alternativas de estatus que quieren dirigir a Puerto Rico hacia la independencia. Aunque, hay que darle crédito a Pedro Pierluisi que tuvo la excelente idea de crear bajo su presidencia la secretaría de asuntos ideológicos, que está al mismo nivel jerárquico que la secretaria general.

Este amigo, de una familia completamente popular

, casado con una mujer de una familia

 también popular, exclama sin ambages su nuevo credo político y que, al igual que su esposa y familiares por afinidad, dice que los puertorriqueños no tenemos otra salida. Los argumentos que de él escuché son interesantes, pues no es la típica elucubración que se escucha de las personas que toda su vida han militado dentro del mismo PNP, que es más lo que repiten por tradición que pensar en lo que realmente significa la igualdad en derechos.

Esto es un fenómeno que se ha venido dando desde hace unos años, donde personas de otros credos políticos han cambiado de tiendas ideológicas para abrazar la igualdad política en toda su dimensión, que incluye el voto presidencial, la representación congresional con voz y voto, la igualdad en fondos federales, la soberanía del estado y la ciudadanía americana en toda su extensión de derechos.

Tanto el discurso de la independencia como el de la libre asociación adolecen de los problemas vitales del puertorriqueño en el siglo veintiuno. Los envejecientes, las madres solteras, la población infantil, los veteranos y los discapacitados no aparecen por ningún lado. Los conceptos ideológicos son los que dominan su razonamiento, por eso no son atractivos para el pueblo que, a través de la actual condición política del Estado Libre Asociado, puede ver los beneficios que obtendrían los puertorriqueños de Puerto Rico convertirse en un estado de la Unión.Mi Patria y Mi Nación

Un caso impresionante de personas en tránsito de la independencia hacia la estadidad son profesores de la Universidad de Puerto Rico que fueron marxistas militantes -uno de ellos trostkista- que desde la izquierda se decantaron por la igualdad política. Vieron en esta alternativa la única posibilidad de que los puertorriqueños tuvieran un estatus digno en todos sus órdenes. Por lo menos sé de seis de ellos, incluyente el adepto a Leon Trostky, que levantaron la bandera de esta ideología.

Ya en la década de los noventa del siglo pasado un grupo de intelectuales, que todos habían sido independentistas, publicaron un manifiesto en

Lo que realmente quieren

 el periódico universitario, Diálogo, donde se manifestaron a favor de la estadidad y cuyo título es sugestivo: La estadidad desde una perspectiva democrática radical. Para ellos este concepto “es un conjunto de derechos humanos de personas y comunidades concretas, antes que a corporaciones, estados o partidos” que, a su vez, rechaza “la asimilación cultural.” (Véase a, Frances Negrón Muntaner, None of the Above: Puerto Ricans in the global era).

Afiliados al Partido Popular, como mi amigo de Vega Baja, y que son líderes y analistas políticos reconocidos votaron íntegro por su partido y por la estadidad en el pasado plebiscito. Se estima que alrededor de treinta mil populares votaron por que los derechos en su plenitud, que la igualdad política le añade a su ciudadanía americana, se hagan extensivos a Puerto Rico mediante la oferta del estado soberano.

Todo esto significa que la estadidad es atractiva y atrayente. Es la igualdad en derechos, pues como dijo Luis Muñoz Marín, el Estado Libre Asociado no le cierra la puerta a convertirnos en estado soberano. De hecho, fue Rafael Hernández Colon quien dijo que la Ley 600 reúne todos los requisitos de un acta habilitadora,

La Bandera de mi Patria y de Mi Nación

 indispensable para ser estado. (Véase a Rafael Hernández Colón, Estado Libre Asociado: naturaleza y desarrollo). La cantidad de estadistas independientes ha aumentado considerablemente. En el pasado plebiscito un cuarto de millón de electores que votaron por la estadidad no lo hicieron por el PNP. Eso es revelador y demuestra que, ideológicamente, los tiempos están cambiando y que independientemente de qué partido gobierne, puede haber una mayoría estadista distinta a la mayoría electoral.