Además de las contribuciones sobre ingresos, los puertorriqueños le pagamos al gobierno otros impuestos, arbitrios y contribuciones. Ante esa realidad, nos parece interesante considerar cuál es la carga impositiva total que pesa sobre los puertorriqueños, luego de agregar todos los pagos que le hacemos al fisco.
Algunas de las cargas impositivas que pagamos los puertorriqueños sirven para nutrir el Fondo General y, de esa forma, contribuyen a financiar las operaciones regulares del gobierno estatal. Esos impuestos incluyen, aparte de las contribuciones sobre ingresos, las contribuciones sobre la propiedad, las contribuciones sobre herencias y donativos, el impuesto sobre ventas y usos (IVU), los arbitrios (bebidas alcohólicas, productos de tabaco, petróleo, vehículos de motor, carreras de caballos, primas de seguros, cemento, tragamonedas y otros), las licencias (vehículos de motor, máquinas de entretenimiento, bebidas alcohólicas y otras) y las rentas misceláneas (multas, penalidades, derechos, certificaciones y otras).
Además de esos impuestos, el gobierno recauda arbitrios sobre el petróleo y la gasolina que, en lugar de entrar al Fondo General, forman parte de los ingresos que recibe la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) y arbitrios sobre el diesel que se dividen a partes iguales entre la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y la ACT. La ACT también recibe parte de los recaudos de las licencias de vehículos de motor y la totalidad de los peajes de las autopistas.
Cuando agregamos todas esas cargas impositivas, y sumamos el total de recaudos que de ellas se derivan, durante los últimos cinco años fiscales (2007 al 2011), la carga impositiva total que le hemos pagado los puertorriqueños al gobierno estatal ha fluctuado entre $6,746 a $7,902 millones anualmente. Si a eso le sumamos los impuestos que los puertorriqueños le pagamos al gobierno federal, esa carga impositiva ha oscilado entre $10,113 a $11,450 millones anualmente.
Desde luego, el gobierno de Puerto Rico recibe otros ingresos que no provienen de fuentes locales o de impuestos. Esas fuentes incluyen, entre otras, las contribuciones retenidas a los no residentes y la Lotería. Debido a que esos ingresos no constituyen impuestos que pagamos los puertorriqueños, los mismos no fueron incluidos en los cómputos presentados anteriormente.
Las cargas impositivas antes descritas no incluyen tampoco los pagos a agencias tales como la Autoridad de Energía Eléctrica, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y el Fondo del Seguro del Estado, por considerarse que los mismos representan servicios que habría que pagar aun si fueran ofrecidos por empresas privadas.
Por otro lado, y aunque sí constituyen cargas impositivas que pagamos los puertorriqueños, tampoco se incluyeron las contribuciones sobre la propiedad, las patentes municipales y el IVU que los puertorriqueños les pagamos a los municipios. Esto se debió a que la información no está disponible, pues el Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) y la Oficina del Comisionado de Asuntos Municipales (OCAM) no han evolucionado al mundo moderno de las comunicaciones y no tienen esa información disponible para el público. En ese sentido, deberían emular al Departamento de Hacienda, el cual tiene la información sobre sus recaudos disponible en su página web.
Cuando calculamos la carga impositiva como por ciento del ingreso personal total de Puerto Rico para cada uno de esos años, notamos que a nivel estatal la misma ha fluctuado entre 11.6% y 15.2%. A manera de comparación, de acuerdo a la Tax Foundation, para el año 2009, que es el año más reciente disponible, el promedio comparable para todo Estados Unidos, sin incluir impuestos federales, fue de 9.8% y fluctuó desde un mínimo de 6.3% (Alaska) a un máximo de 12.2% (Nueva Jersey). Esto sugiere que, a nivel local, la carga impositiva de los puertorriqueños es más alta que en los estados. Si se hubiesen podido incluir los impuestos municipales, esa carga impositiva hubiera sido aún más alta.
Cuando añadimos los impuestos pagados al gobierno federal, durante los últimos cuatro años, la carga impositiva total de los puertorriqueños ha oscilado entre 17.4% y 22.0% del ingreso personal. De acuerdo a la Tax Foundation, el promedio comparable para todo Estados Unidos, incluyendo impuestos federales, para el año 2009 fue de 22.0% y fluctuó desde un mínimo de 18.5% (Alaska) a un máximo de 24.4% (Nueva Jersey). Esto significa que, bajo el status actual, la carga impositiva de los puertorriqueños, incluyendo impuestos federales, ya es comparable a la de los estados.
Finalmente, los datos presentados anteriormente también sirven para ponderar posibles cambios en la forma en que el gobierno recauda sus ingresos.
Por ejemplo, en el año 2011, el gobierno estatal recaudó alrededor de $1,100 millones a través del IVU. Se ha indicado, sin embargo, que ese número refleja una evasión de alrededor de 50%. Si esa evasión se hubiese reducido a la mitad, o sea, al 25%, los recaudos por concepto del IVU hubiesen sido del orden de $1,650 millones. Ese ingreso adicional que se pudiera generar mediante reducir la evasión sería mayor que los recaudos que recibe el Fondo General por todos los demás arbitrios y licencias. Eso significa que, si se redujera la evasión, podrían eliminarse muchas otras cargas contributivas y aun así, aumentar las recaudaciones.
Por otro lado, si se redujera la evasión en el IVU, y este se triplicara, los recaudos por ese concepto podrían ascender a alrededor de $4,950 millones. Eso es más de lo que se recauda por medio de la contribución sobre ingresos. ¿Valdría la pena eliminar la contribución sobre ingresos en su totalidad y reemplazarla por un IVU triplicado?
Nota del autor: La idea para recopilar los datos que sirvieron de base para este escrito fue sugerida por Jay Fonseca. Aunque no estaban disponibles todos los datos que son necesarios para llevar a cabo el análisis que a él le hubiera gustado que realizáramos, le doy las gracias por su sugerencia y por compartir sus ideas conmigo.
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