20ma. Parte de “La Nueva Escuelita Estadista”

Aunque la candidatura a la gobernación de Alejandro García Padilla oficializó el control de la ideología Hernández-Colonialista en el PPD para este ciclo electoral, este alegado líder no tiene fuerza política para hacer prevaler su posición. Jamás compara su ascendencia con el electorado popular en cuanto a liderato ideológico, con el que tuvieron Rafael Hernández Colón o Aníbal Acevedo Vilá en esa colectividad. Su liderato ideológico está aun por debajo del que desplegaron Melo Muñoz y Héctor Luis Acevedo en sus fallidas campañas.

Bajo el liderato de AGP, los Hernández-Colonialistas tienen que conformarse con compartir su colectividad con los llamados líderes soberanistas: Charlie Hernández (por quien llamo a esta facción Hernández-Soberanistas), Carmen Yulín Cruz, Cirilo Tirado, Luis Vega Ramos, Luis Raúl Torres, Jaime Pereyó y, más reciente y prominentemente, Cox Alomar, portan hoy el estandarte del seudonacionalismo.

AGP ha intentado poner “sordina a sus desvaríos”. Considere cómo ha callado a Cox Alomar sacándolo de la palestra pública, con el propósito de que su falta de carisma y exotismo ideológico no lo sigan impactando negativamente. No siempre, sin embargo, han logrado mantener a los soberanistas a raya. Carmen Yulín Cruz, vea usted, ha tenido la brillante idea y el gran logro de tejer una alianza electoral entre el PPD y el MUS en San Juan. Su proyección como líder separatista en la capital de Puerto Rico afectará, no solo su capacidad para obtener votos en la Capital, sino que afectará igualmente la de AGP a lo largo y ancho de toda la isla porque se proyectará como un líder débil, incapaz de convencer ni a sus colaboradores íntimos.

En el PPD AGP no Manda.

El soberanismo, además, le restará votos al PPD porque la llamada libre asociación ya se ha definido en la opinión pública, apropiadamente, como una forma de independencia. La Libre Asociación reconocida por el derecho internacional público como una opción válida, ocurre cuando dos naciones independientes se unen por un tratado internacional para compartir funciones de gobierno. Parecería entonces que esta es una opción válida de descolonización para Puerto Rico; pero yo les planteo que no lo es, que no deja de ser otra expresión del colonialismo mental.
En una columna anterior les decía que el colonizado exhibe una serie de síntomas que incluyen: “el sentimiento de minusvalía, la angustia del determinismo, la percepción de impotencia y la distorsión de la realidad”. Estos síntomas se observan claramente en los argumentos de los soberanista al igual que en los Hernández- Colonialistas. Veamos…

MINUSVALÍA: Si los soberanistas creen en la soberanía de Puerto Rico, ¿por qué no la quieren plena? ¿Por qué no aspiran a ser naciones completamente soberanas como Jamaica y República Dominicana (ambos nos han ganado en medallas en las Olimpiadas), por no mencionar a Cuba? Señores y señoras soberanistas, descolonicen su mente. Podemos ser independientes por nuestra propia cuenta o, mejor aun, en la igualdad de la federación mediante la Estadidad.

La angustia del DETERMINISMO: Alegan los soberanistas que para poder sobrevivir políticamente como ente soberano, el Congreso tendrá que seguir decidiendo sin nuestra participación. Señores y señoras soberanistas, ¿para qué desean los poderes de la soberanía, para en el mismo acto entregárselos al Congreso?

IMPOTENTES: Nos dicen que los lazos de la asociación son la única alternativa que se ajusta a nuestro carácter, nuestra manera de ser. Señores y señoras soberanistas, ¿por qué no podemos los puertorriqueños romper con los íncubos del pasado y hacer el Puerto Rico del futuro como racionalmente decidamos y queramos? ¿Quién puede afirmar que si optamos por la Estadidad no podremos hacerla de manera productiva, haciendo honra a nuestra puertorriqueñidad?

DISTORSIÓN: La libre asociación está hecha a la medida de Puerto Rico. Falso; la libre asociación como existe en la legislación federal está diseñada para microestados, archipiélagos con menos de 100 mil habitantes que no tendrán jamás la población ni los recursos para ser naciones independientes y mucho menos para ser estados de la Unión Americana.

En Puerto Rico, la ideología libreasociacionista es el refugio de aquellos que querrían ser independentistas pero no se atreven serlo porque adolecen de la mentalidad colonizada. Continuaré este tema en mi próxima columna

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La verdad sobre los soberanistas en el PPD