¿Quién o quienes son los responsables de que nuestro aeropuerto parezca un cementerio?

Hace dos semanas tuve la oportunidad de cubrir la Convención Demócrata en la ciudad de Charlotte, North Carolina, donde el presidente Barack Obama aceptó la nominación a la presidencia para las próximas elecciones.

Una vez más presencié la diferencia del estilo de vida de ‘los del norte’ versus el que hemos decidido vivir aquí. Carreteras espectaculares (sin hoyos), los ciudadanos respetando las leyes de tránsito, ciudades limpias, etc. Pero ese no es el tema principal de esta columna.

Me fui muy preocupado y al pisar suelo boricua cuando regresé, esa preocupación se elevó a los 37 mil pies que volamos de Atlanta a San Juan. Primero, el martes, cuando llegué al Aeropuerto Luis Muñoz Marín, pasé por el casi desaparecido terminal de American Airlines. Aquello era un ‘cementerio’. Luego, al regresar el pasado viernes, a eso de las 6:45 p.m. fue peor. Cuando el avión se dirigía al terminal, casi no había aviones en los distintos terminales. Desembarcamos por el ‘Gate 42’ del terminal B. Al salir del avión no podía creer lo que veía, o más bien lo que no veía: ni un alma en todo el terminal. ¡Un viernes a las 6:45 p.m! En el vuelo venía con el compañero Enrique (Quique) Cruz (Noti Uno 630). Nos miramos con cara de incredulidad. Ni siquiera había personal del aeropuerto, de mantenimiento o seguridad. Todos los quioscos estaban cerrados. El ‘Duty Free’ no era la excepción. Al llegar a las ‘correas’ del Reclamo de Equipaje solo estaba el guardia de seguridad de la salida. Los que llegamos en ese vuelo éramos los únicos en todo aquello. Adjunto en esta columna las dos fotos que tomé personalmente.

En Punta Cana, República Dominicana, el aeropuerto regional que allí opera es administrado en su totalidad por la empresa privada. Es un aeropuerto que dice mucho al visitante: la amabilidad de los que allí trabajan, lo bonito y limpio que está, y la cantidad de vuelos que llegan y se van ‘preñaos’ de pasajeros. Allí llegan vuelos directos de Rusia, Italia, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Chile, Colombia, Panamá, México, Brasil, Francia, Bélgica, y España, entre otros. He tenido la oportunidad de ver al menos dos aviones (al mismo tiempo) cuyas filas para abordar comenzaban en la puerta de avión, bajaban las escaleras y continuaban. No una sola fila, sino dos: una en la puerta frontal cerca de la cabina del piloto y la otra en la parte trasera de la aeronave.

¿Quién o quienes son los responsables de que nuestro aeropuerto parezca un cementerio?… ¡que un viernes a las 6:45 p.m., cuando debieran estar llegando miles de turistas y visitantes, un terminal completo esté vacío!…

Aquí somos expertos repartiendo culpas y unos incompetentes aceptando responsabilidades. Un estadista: “la culpa es de los populetes que dejaron un desastre en las finanzas del país”. El popular: “Esto es culpa de los PNP que le quitaron el dinero del aeropuerto para dárselo a los amigos del gobernador”. Independentistas: “La culpa es del status, ya que si fuéramos una república, no fuéramos dependientes de los aviones americanos y hubiésemos hecho negocio directo con Venezuela, Irán y Moscú”. Por su parte, los autodenominados partidos emergentes dirían que “todas las anteriores son correctas.Todos son culpables, menos nosotros”.

Lo que vi el pasado 7 de septiembre fue un aeropuerto fantasma. Los ‘fanáticos’ de este país, ya sean estadistas, populares, independentistas o ‘emergentes’ nos convertirán en eso: un país fantasma, un país ‘quedao’. La culpa es de todos, de los que quieren convertir, consciente o inconscientemente, a la Isla en una república bananera con la oposición a todo lo que puedan, así como de los que se quedan como unos ‘pajuatos’ mirando como seguimos retrocediendo mientras República Dominicana nos pasa por el lado. Todos somos responsables. Realmente no nos importa si nos pasan por el lado.
Los PNP le ponían los pies al PPD cuando gobernaba para que cayera, para tener ‘carne’ para criticar y eventualmente usarlo como gancho político. Hoy es el PPD y otros sectores (que en el pasado eran mucho más tímidos en su crítica) quienes ponen el pie para que un gobierno caiga, aunque finalmente caiga el País. Es un círculo vicioso. Primero no es la gente, primero son los políticos, de todos los colores. ¿Qué va a hacer usted?

¿Quién quiere venir? Con los visuales de estudiantes quemando salones en la UPR, agrediendo a la rectora y los policías a macanazo limpio, los de médicos arrestados por fraude y agentes de Ley y Orden arrestados, más la criminalidad, la oposición a todo, etc. ¿Iría usted a vacacionar a un país así?