“…el mejor mensaje y ejemplo que ese grupo puede dar para ganar algo de la credibilidad y honestidad perdida, es colgar la sotana y constituirse sin más subterfugios en un partido político…”

Las religiones están en entredicho y descrédito en gran parte del mundo. La mayor parte de las de Occidente han sido en buena medida responsables por grandes injusticias como la Inquisición y las Guerras Santas. Han sido también responsables por mantener en la ignorancia a millones de personas para que no confronten con el conocimiento y el uso de la razón, sus dogmas, doctrinas y políticas que utilizan el miedo como instrumento para la obediencia a estos.

Sabido es que en Puerto Rico tenemos una banda de politiqueros con sotana compuesta por sacerdotes que se han quedado sembrados en la Teología de la Liberación que surgió en América Latina para la década de los años 50 y 60 luego del Concilio Vaticano II, la cual se basa en una filosofía marxista. Esa teología que promueve y propicia revoluciones sociales en los distintos países para supuestamente liberarlos del capitalismo que contiene “la semilla y estructura del pecado” fue condenada por el Vaticano por su orientación marxista.

Esa banda de polítiqueros con sotana trabaja en distintas comunidades del País promoviendo esa Teología proscrita. Los más notorios, principales dirigentes de este movimiento, son los independentistas socialistas: el arzobispo Roberto González Nieves (aliado de los Populares); el obispo de Caguas, Rubén González Medina; el de Mayagüez, Álvaro Corrada; el padre Pedro, y otros. Estos farsantes haciéndole creer “a las ovejas que son pastores conectados con la divinidad”, utilizan las iglesias, el púlpito, todos los foros a su alcance, toda oportunidad y mecanismo para promover la independencia, el socialismo, el comunismo, el antiamericanismo y el odio al sistema capitalista.

El pasado martes, el arzobispo firmó un mensaje a los feligreses a través de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña que preside el independentista Rubén González Medina, obispo de Caguas designado por el monarca Vaticano sin elección alguna. Dicho mensaje para influenciar el proceso político del País –firmado por 6 obispos– entre otras cosas, pide un debate político de altura y exhorta solapadamente a votar por la independencia en el plebiscito del 6 de noviembre.

Según reza el mensaje de estos politiqueros, ellos “no pueden vivir enajenados de los asuntos públicos” y se reconocen y proclaman “con una misión política”. Como ciudadano preocupado por el rumbo tomado por las instituciones del País, particularmente la Iglesia, considero –al igual que muchos puertorriqueños– que ante la pérdida de credibilidad y el daño que este liderato politiquero le ha infligido a una Iglesia ya en bastante descrédito, que el mejor mensaje y ejemplo que ese grupo puede dar para ganar algo de la credibilidad y honestidad perdida, es colgar la sotana y constituirse sin más subterfugios en un partido político, sometiéndose a las leyes y reglamentos del País bajo la Comisión Estatal de Elecciones.

En el mensaje de marras manifiestan estos obispos que: “ante el despilfarro de cuantiosas sumas de dinero en campañas publicitarias enajenadas del debate serio de las ideas, la Iglesia seguirá promoviendo la solidaridad con nuestros hermanos”. En aras de determinar si quienes hablan de despilfarro tienen la fuerza moral para hacerlo y como un primer paso en la dirección de adentrarse en el proceso político, los exhortamos a que la Iglesia que dirigen, haga públicas sus finanzas para que sepamos los ingresos devengados y el uso dado a los mismos tanto a niveles parroquiales como a nivel central. Exhortamos también a que hagan públicas las cuantiosas sumas de dinero invertidas en el pago de abogados y compensaciones a las victimas de las numerosas sentencias por pederastia y abuso de menores por parte de obispos, curas y diáconos.

Así también, exhortamos a que los bautizados en esa fe (que no son ovejas), reclamen su derecho de participar en el sistema de elección de curas, obispos y arzobispos, devolviéndole así a la comunidad de bautizados la soberanía y apoderamiento que tanto ellos reclaman para la ciudadanía del País. Ese fue el sistema desde los tiempos de Jesús hasta el apoderamiento de la comunidad cristiana por parte de Constantino en Roma, cuando se adoptó el sistema monárquico piramidal que culminó en el Siglo XX con la consideración de Estado Vaticano como monarquía absoluta que existe hasta el día de hoy por concesión del fascista Benito Mussolini.

Estoy consciente de que nada de lo que aquí se señala se materializará, pues para ellos es más conveniente seguir tratando de timonear política e ideológicamente al País escudados detrás de la sotana que les cobija. Pero los feligreses indignados tienen el arma más efectiva para revertir esta peligrosa situación: DETÉNGANLES LAS OFRENDAS.

A pesar de todo lo anterior, parece ser que hay todavía esperanza de alguna redención, pues un sacerdote sensato le puso un detente a las intenciones de utilizar las instalaciones de su parroquia para llevar a cabo actividades políticas por candidatos de partidos políticos. El sacerdote José Vázquez Colón (padre Tito) fue enfático en negarle a Carmen Yulín Cruz la iglesia Stella Maris del Condado para estos menesteres. ¡Bien hecho Padre!

Afirma Iglesia no debe amarrarse al estatus

Monseñor Daniel Fernández Torres. EL VOCERO / Archivo