“Esta degradación por parte de Moody’s hay que ponerla en el contexto adecuado para entender su razón de ser”

Ya se vislumbra la suerte que puede correr la Universidad de Puerto Rico bajo la nueva administración del gobierno. De inmediato podemos anticipar que la institución podría sufrir un serio retroceso de orden económico y con ello repercusiones negativas en todas las otras áreas.

Una de las principales razones para esto es que la casa calificadora Moody’s Investors Service, después de degradar la clasificación de los bonos de Puerto Rico, procedió a degradar los de la Universidad al nivel de chatarra. Esto presagia que habrá menos capacidad para adelantar la obra permanente de construcción y actualización de su planta física. Pero hay otros factores que habrán de incidir en el retroceso que vaticino.

La razón para la determinación de Moody’s se basa en los siguientes señalamientos:

• La Universidad tiene una dependencia exagerada en los fondos del gobierno. Más del 80% de su presupuesto proviene del fondo general del País.

• La Universidad tiene una seria incapacidad para aumentar sus ingresos por la resistencia a aumentar los costos de su matrícula.

• La pérdida de estudiantes debido a la huelga de 62 días del 2010 y por ende, la reducción de ingresos por concepto de matrícula.

• Amenaza del cambio político del País en la continuidad del gobierno institucional.

Esta degradación por parte de Moody’s hay que ponerla en el contexto adecuado para entender su razón de ser. El expresidente de la UPR, Antonio García Padilla – hermano mayor y principal asesor del gobernador electo Alejandro- dejó la institución a su salida con un déficit de más de $250 millones. Ante un cuadro de reducción en los ingresos del Estado y por consiguiente, los de la Universidad, este expresidente gastó y otorgó beneficios a tutiplén sin considerar la disponibilidad de fondos incurriendo además en un estilo de vida principesco a costa de los fondos públicos. De ahí gran parte del déficit. Esto último fue objeto de un informe de la Oficina del Contralor con serios señalamientos de ilegalidad por el mal uso de fondos. Dicho informe le fue referido al Departamento de Justicia. Allí -como en muchos otros casos- el secretario de Justicia no hizo nada al respecto.

Por concepto de ese déficit, la administración universitaria se vio obligada a incurrir a un préstamo al Banco Gubernamental de Fomento por $599 millones, lo que gravó más las finanzas de la institución. Para poder operar sin imponer un aumento en los costos de matrícula, hubo necesidad de implantar una cuota por estudiante de $800 anuales. Esta cuota que significa alrededor de $42 millones anuales en ingresos a la institución es parte de la garantía del préstamo del BGF.

Como si lo anterior no fuera suficiente motivo para la degradación, el gobernador electo -hermano menor del expresidente- ha prometido la eliminación de la cuota que precisamente constituye una fortaleza, en opinión de las casas calificadoras, por no ser recursos provenientes del gobierno. Ha expresado en varias ocasiones que no gobernará para los bonistas. No ha comparecido personalmente ante las casas calificadoras para explicarles en detalle su plan para lidiar con la actual situación económica del País. Ante ese historial, no empece a los adelantos fiscales llevados a cabo por la actual administración, era de esperarse estas degradaciones y posiblemente otras.

Recordemos que a raíz de los conflictos huelgarios del 2010 -por los actos de violencia y vandalismo- hubo que cerrar la Universidad. Esto culminó en que la Middle States Association le retirara la acreditación a 10 de 11 unidades de la institución. Esta le fue nuevamente restaurada en tiempo récord por los enormes esfuerzos desplegados por la presente administración. Pero ante el actual cuadro, esta agencia está muy pendiente a la situación y no es de extrañarse que ante la presente incertidumbre, vuelva a desacreditarla.

Ante este cuadro, el gobernador electo ha nombrado como asesor laboral en la Fortaleza a nada menos que a uno de los principales líderes de la costosa y violenta huelga del 2010: Arturo Ríos Escribano. Este individuo, en un acto que denota su incapacidad y carácter nocivo para la posición que ocupará, se ha expresado por Twittter con palabras ofensivas y denigratorias (“payaso, buscón, asqueante ser humano, desgraciado”) contra Alex Delgado, director de Programación de Notiuno por el hecho de no estar de acuerdo con una columna de este publicada en EL VOCERO.

Con este nombramiento -premio por ser colaborador en desestabilizar- el mensaje que el gobernador electo le envía a la comunidad universitaria es altamente preocupante. Añádase a esto la presencia como alcaldesa de San Juan de una independentista, revolucionaria confesa, incitadora y participante activa de la violenta huelga universitaria… y ya se especula que puede estar fraguándose una perversa estrategia para utilizar la Universidad como punta de lanza mediante huelgas, desórdenes y caos para proyectar una imagen negativa del País ante los ojos de Estados Unidos y así tratar de detener el avance de la estadidad. Debemos estar todos alertas ante esta posible estrategia.