La aspiración de puertorriqueños a ser un estado de  Estados Unidos aun en momentos en que esta nación atraviesa por lo que algunos han catalogado como una de sus peores crisis, fue eje de una parodia transmitida ayer por The Daily Show with Jon Steward.

Luego de presentar un supuesto reportaje sobre los reclamos frente a la Casa Blanca a 12 horas de anunciados recortes billonarios al presupuesto de Estados Unidos, Steward pasó las cámaras al reportero Al Madrigal que entrevistaba a manifestantes a las afueras de la residencia del presidente Barack Obama.

 “Disculpa, ¿Puerto Rico? ¿Por qué es que ustedes están aquí?”, reacciona Madrigal haciéndose el sorprendido cuando uno de los ciudadanos entrevistados, a los que no se identifica, menciona que su deseo es que la Isla caribeña -invadida por tropas estadounidenses en 1898 y Estado Libre Asociado con Estados Unidos desde 1952- sea estado.

“Estas personas han atestiguado la inhabilidad del gobierno americano de funcionar en lo que sea, pero de todos modos eso no parece desalentarles”, dice el reportero. “¿Cuan mala está la mi…. en Puerto Rico?”, pregunta entonces.

Explica que los puertorriqueños eligen a un funcionario que es parte del Congreso de Estados Unidos, pero que no puede votar, “lo que de alguna manera piensan que es peor que tener congresistas que pueda votar”. Es entonces cuando aparece siendo entrevistado el comisionado residente de Puerto Rico en Washington, Pedro Pierluisi.

“Me dejan votar en comités, pero no en el piso de la Cámara”, intenta explicar Pierluisi.

“¡Tienes lo mejor de los dos mundos ahora! Estás como un ‘quarterback” en el NFL (National Football League), viajas con el equipo,  tienes un gran salario, pero no sales lastimado”, cuestiona como con incredulidad el entrevistador.  

“Bueno, tu sabes, ejé”, dice con una sonrisa pasmada Pierluisi.

Luego Madrigal, entrevista a una mujer a quien advierte que de ser estado Puerto Rico, no podrían celebrar la parada puertorriqueña porque, por ejemplo, el estado de  Montana no tiene parada.

 A lo que la mujer vestida de rojo con pantallas que muestran la bandera puertorriqueña le responde: “Bueno, si no tenemos la parada tendremos menos oportunidades de ponernos salvajes, wajajjaja (ríe). Porque, tú sabes, mi gente se puede poner medio loca a veces”.

 Luego, otra mujer a quien tampoco identifica hace alarde de ciertos atributos.  “Ustedes nos necesitan porque esto es lo que podemos hacer: podemos traer (buenos jugadores de) béisbol a esta maravillosa nación, podemos traer buen ron”.

“Eso es exactamente lo que nos hace falta: deportes y más licor”, le comenta el entrevistador.

“Eso es exactamente lo que más necesitamos”, le reafirma la mujer con total naturalidad.

Lo que sigue en el reportaje, es una especie de juego entre Madrigal y la ex senadora del Partido Nuevo Progresista Miriam Ramírez de Ferrer, a quien invita a simular como que ambos están en una sesión en el Congreso donde ella intenta hacer uso de un turno para exponer sus puntos.

Cuando ella comienza su alocución muy cómoda con el rol, el hombre, que tiene en mano una bolsa de tortillas saladas de una marca comercial, la interrumpe leyendo  la lista de ingredientes de la popular merienda, provocando que ella -como parte de este “juego” de roles- exija muy educadamente que le deje hablar.

“Disculpe… Tengo que decir algo que es importante… Tengo derecho a hablar, soy senadora… Usted está haciendo un espectáculo”, prosigue ella.

Finalmente, en el corte que sigue, el hombre plantea a la misma mujer vestida de rojo que apareció en escena antes, que colocar una nueva estrella a la bandera de Estados Unidos provocará un problema de diseño en la actual.

“¿Qué estado se tiene que ir?”, le pregunta.

“Creo que Delaware. No sé qué pasa en Delaware que realmente haga una diferencia en Estados Unidos”, responde ella.

“Lo lamento señor vicepresidente”, afirma el reportero refiriéndose a Joe Biden. “Pero no se preocupen. El territorio de Delaware tendrá una tremenda parada”, dice para cerrar su reportaje, con una escena de la Parada Puertorriqueña que muestra a un hombre bailando salsa con la cara remplazada por la de Biden.