El superintendente Héctor M. Pesquera dejará la jefatura de la Policía tras no lograr un acuerdo con el gobernador Alejandro García Padilla para renovar el contrato que vence a finales de marzo, confirmaron varias fuentes.

No obstante, se desconoce si se trata de una renuncia efectiva de inmediato o si se esperará a que se expire la duración del acuerdo a finales de este mes.

Aunque no se había emitido un anuncio oficial, la información sobre la salida de Pesquera comenzó a rumorearse temprano en la mañana en los pasillos del Cuartel General y en medios de comunicación.

Según reportó la emisora radial WKAQ 580, el gobierno no realizó las gestiones pertinentes para la extensión del contrato con el condado de Miami-Dade, donde Pesquera es subdirector de seguridad de la Autoridad de Puertos.

A diferencia de las expresiones de los pasados días, en los que Pesquera había dicho que seguían en conversaciones, la portavoz de prensa de Pesquera, Michelle Franco, hoy no negó ni confirmó la información.

«No vamos a hacer comentarios. Cualquier expresión la va a emitir Fortaleza», dijo Franco.

Mientras, portavoces de García Padilla indicaron que por el momento no hay planes de emitir alguna declaración sobre el tema. García Padilla tenía pautado reunirse con el liderato legislativo en La Fortaleza a partir de las 9:00 a.m., y en la tarde con el alcalde de Peñuelas, Walter Torres.

La semana pasada, el mandatario manifestó su deseo de que Pesquera se mantuviera al mando de la Uniformada por considerar que había hecho un buen trabajo.

«Estamos en conversaciones sobre ese tema. El superintendente tiene una familia y tiene unas raíces echadas. Muchos de sus familiares no están en Puerto Rico», dijo García Padilla la semana pasada. «Estamos trabajando sobre eso, pero si de mí dependiera, estamos muy contentos y satisfechos. Todos los renglones de crimen están reduciéndose», agregó.

Pesquera tomó las riendas de la agencia hace casi un año. El contrato de $283,100 tenía una vigencia de 364 días.

Según publicó recientemente el periódico El Nuevo Día, el superintendente contaba con el apoyo de la alta jefatura de la Uniformada que atribuye la baja en la violencia al énfasis que el jefe policiaco ha dado a la supervisión en las ramas investigativas de la Policía.

De acuerdo con las estadísticas del crimen, desde que comenzó su trabajo como superintendente, se ha experimentado reducciones en el renglón de los asesinatos que rondan el 18%.