El proyecto de ley pro estadidad del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, tiene un déficit republicano.

Y esta vez, contrario al proyecto 2499 – que se aprobó el 30 de abril de 2010 después de derrotarse su intención -, la legislación de Pierluisi, que lleva el número 2000,  estará a la merced de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes.

Hasta hoy, solo ocho de los 37 coauspiciadores eran republicanos, principalmente de estados con una importante población boricua, como Florida, Illinois y Nueva York.

La primera barrera que tiene que superar la medida es la del presidente del Comité de Recursos Naturales, el republicano Doc Hastings (Washington), un opositor de la estadidad que espera recibir en el otoño un informe de la Oficina de Contraloría General (GAO) sobre el costo para el Tesoro federal de convertir la Isla en el estado 51 de EE.UU..

“El Partido Republicano se tiene que abrir y aquí tiene una oportunidad”, dijo la delegada de Puerto Rico ante el Comité Nacional Republicano (RNC), Zoraida Fonalledas, quien asistió la semana pasada a la conferencia de prensa en que Pierluisi presentó su legislación.

El PNP había destinado muchos esfuerzos, en gran medida a través del ex gobernador Luis Fortuño, para tratar de convencer a republicanos influyentes como el portavoz de la mayoría en la Cámara baja, Eric Cantor (Virginia), y el senador Marco Rubio (Florida) de que se vincularan con los esfuerzos de su colectividad.

“No me sorprende que la mayoría (de los coautores del proyecto) sean demócratas. En el Congreso, el asunto del status de Puerto Rico se percibe generalmente como un asunto de derechos civiles y de mayor interés de la comunidad hispana. Por regla general, ambos temas tienen mayor resonancia en las filas demócratas”, indicó Pierluisi.

Cantor no ha reaccionado al proyecto de Pierluisi, mientras que el senador Rubio ha eludido tan siquiera hablar de los resultados del plebiscito de status. Pierluisi, sin embargo, sostuvo que las conversaciones de Fortuño con republicanos “continúa”.

En los últimos años, los recaudadores estadistas de la Isla han dejado de enviar contribuciones políticas a los republicanos del Senado federal, pues se han convertido en un terreno especialmente árido para el PNP.

Mientras el ex gobernador Carlos Romero Barceló intenta conseguir por lo menos un republicano y un demócrata del Senado que presenten un proyecto de ley parecido al de Pierluisi, pero más agresivo, el activista conservador puertorriqueño Alfonso Aguilar advirtió recientemente que en sus frecuentes reuniones con senadores republicanos  “nadie reconoce que la estadidad ganó la segunda pregunta” de la consulta de 2012.

Los problemas del movimiento estadista con los republicanos del Congreso quedaron claros con el mismo 2499, pues solo el 22% de los republicanos de la Cámara baja (39 legisladores) emitió un voto favor de aquella legislación, aunque representaban casi un tercio de los 181 coauspiciadores (58).

Entre los que rechazaron el proyecto 2499, que se aprobó en abril de 2010 después de adoptarse una enmienda que incluyó al ELA en una segunda votación aunque perdiera la primera, estuvo el ahora speaker cameral, John Boehnner (Ohio).

En 1998, cuando los republicanos estaban en mayoría, sólo el 19% (43 votos) de la delegación republicana dio su visto bueno al controvertido proyecto de status 856 de su colega Don Young (Alaska), que fue aprobado por la mínima diferencia en (209-208) pero, como el 2499, quedó engavetado en el Senado. Entonces, Boehner también votó en contra.

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Los republicanos que apoyan el HR2000:

1.      Don Young (Alaska)

2.      Peter King (Nueva York)

3.      Aaron Schock (Illinois)

4.      John Mica (Florida)

5.      Ileana Ros Lehtinen (Florida)

6.      Mario Díaz Balart (Florida)

7.      Andy Harris (Maryland)