Por nuestra incapacidad como pueblo para analizar racionalmente la situación que vivimos y discriminar respecto a las cualidades y características que se requieren para ser un gobernante y líder efectivo, hoy tenemos a AGP en La Fortaleza

Excepto por algunas excepciones, en el Puerto Rico moderno habíamos tenido como gobernadores a personas de gran intelecto, bien preparadas, maduras, valientes, honestas, responsables, de probada capacidad en sus respectivas profesiones y con grandes dotes de liderazgo. Hoy padecemos la tragedia de tener el peor gobernador que jamás hubiéramos pensado posible.

Durante la campaña advertimos infinidad de veces respecto a la falta de liderato de Alejandro García Padilla, así como a su incapacidad para dirigir y gobernar. Preguntamos si queríamos como gobernador a un novato, veleta y mediocre para sacarnos de la difícil situación fiscal y social en la que décadas de malos gobiernos y de un modelo político y económico que colapsó, nos han dejado sumidos. Advertimos  que no podíamos confiarle la unión permanente y la ciudadanía americana a un soberanista mojigato frente a  las presiones de los independentistas que hoy son los que mandan en su partido y en el gobierno. Dijimos muchas veces que Alejandro era un gran peligro para Puerto Rico.

Hoy tenemos un gobernante incapaz de enfrentar la difícil situación fiscal existente con “medidas creativas” como demagógicamente prometiera en su campaña. En aquel entonces prometió que gobernaría con el mismo presupuesto que corría y que solo sería necesario eliminarle los contratos a los amigos de Fortuño para operar. ¡Sí Pepe…! Nos ha metido la mano al bolsillo con toda clase de impuestos (53) que amenazan con crear un caos social/económico de grandes proporciones y llevar a la quiebra a la isla. Todo con el fin politiquero de incrementar los recursos para ampliar la nómina gubernamental, en lugar de reducir los gastos de un gobierno obeso e ineficiente.

Con un peligroso discurso populista, socialista, Chavista, ha dicho que él es el gobernador de los trabajadores (no de todos los puertorriqueños) refiriéndose además en forma amenazante y recriminatoria a los grandes empresarios señalando que “les tiene la temperatura tomada”. Con ese discurso promueve un peligroso resentimiento popular contra empresarios e  inversionistas quienes ponen en riesgo su capital para crear empleos, adelantar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida.

Sin el liderato y respeto necesario -siendo presidente del partido y de la conferencia legislativa- no ha podido lograr que la legislatura apruebe legislación importante ni las reformas necesarias prometidas.

Alejandro y el PPD te mintieron, te engañaron descaradamente durante la campaña eleccionaria. Recuerda los supuestos y cacareados 30 mil despidos por Fortuño, cuando oficialmente fueron solo 11,699. Te hicieron todo tipo de improvisadas promesas a sabiendas de que la mayor parte de lo que prometían no lo iban a poder cumplir.

Por nuestra incapacidad como pueblo para analizar racionalmente la situación que vivimos y discriminar respecto a las cualidades y características que se requieren  para ser un gobernante y líder efectivo, hoy tenemos a AGP en La Fortaleza. No tenemos a nadie a quien culpar excepto a nosotros mismos. Confío en que hayamos aprendido la lección… aunque no me atrevo asegurarlo.